sábado, 15 de marzo de 2008

KARMA Y DHARMA


Karma

Hay sucesos dentro de nuestra vida que son inexplicables para nosotros, buenos o malos, acontecimientos que se repiten una y otra vez a lo largo de nuestra existencia, ¿Casualidad?.

El Karma es el resultado de nuestras acciones pasadas, y no solo del pasado de nuestra vida, sino también de otras vidas. Es una Ley de enseñanza, no es ni premio ni castigo, es una señal de que algo no hemos aprendido.

En el momento en que comprendamos la causa de cada uno de los sucesos de nuestra vida, en ese momento tendremos la capacidad de transmutar (cambiar) nuestro karma y por consecuencia, cambiar nuestro destino.

Concepto de Karma: Es la ley del crecimiento psicoespiritual que involucra una reacción igual y en sentido contrario para cada acción. El Karma es un proceso que asegura la evolución de la conciencia.

La definición anterior puede sonarte conocida, podría ser un equivalente a la Ley de Newton en el ramo de la física. Los físicos como Newton y Einstein tenian un amplio conocimiento de la física y la relación del universo con el hombre, pero tal parece que hasta la fecha hemos hecho caso omiso de estos conceptos.

El conocimiento del Karma nos ayuda a entender los hechos "inexplicables" que nos suceden a lo largo de nuestra vida.

El karma es una Ley Universal que nos enseña que por cada acción nuestra habrá una reacción lógica. Todos nuestros actos tienen una consecuencia.

Podríamos utilizar al Karma como una señal, si algo no funciona bien en nuestra vida, bastará con hacer un análisis de los hechos para poder concluir en donde es que estamos fallando.

El Karma no es cuestión de premio o castigo, tampoco es que exista un destino escrito, o que nuestro éxito o fracaso se deba a "nuestra buena estrella". Nuestra vida es responsabilidad nuestra, y el karma nos enseña justamente eso, nos responsabiliza a nosotros mismos de nuestros actos, ya no culparemos a las circunstancias, al destino o a nuestra familia de nuestro fracaso. Teniendo este conocimiento, nos damos el derecho de ir armando nuestra vida con la conciencia total de cual será el resultado final en cada acción.

Las Leyes Primera y Segunda del Movimiento de Newton son también paradigmas ocultos del crecimiento personal y espiritual.

Todo cuerpo permanece en un estado de reposo o movimiento uniforme en una línea recta a menos que se actúe con una fuerza ejercida externamente. (Traducción: Si sigues haciendo lo que siempre has hecho, seguirás obteniendo lo que siempre has obtenido. Alguien señaló que imaginar otra manera de hacer las cosas es una muy buena definición de la "locura").

El nivel de cambio del impulso es proporcional a la fuerza ejercida, y tiene lugar en la misma dirección de la fuerza.(Traducción: "Dios ayuda a aquellos que se ayudan a sí mismos").

El Karma va más allá de cualquier religión, es una Ley Universal que nace de la filosofía hindú y budista. Se trata de acciones y consecuencias y nada tiene que ver con la religión que se profese. Es una Ley que siempre está presente.


Dharma

Es la responsabilidad esencial que cada uno le debe a la sociedad de seres sensibles dentro de la que nace, al medio ambiente y por último, a nuestro "Ser" interior más alto.

El Dharma es lo que le debemos a la vida, la vida no nos debe nada, ya que ¡nos ha regalado la vida misma! Somos nosotros los que estamos comprometidos con ella con la finalidad de favorecer la evolución del grupo y el desarrollo personal por el solo acto de estar vivos.

Al hablar de numerología, se dice, que al momento de nacer se nos da un Dharma, esto tiene que ver con la fecha de nuestro nacimiento, podríamos decir que es la misión que nos ha sido encomendada. Si no aprendemos a escuchar nuestro interior, y no actuamos acorde con nuestra esencia, estaremos dentro de una vida de sufrimiento y dolor, esto es señal de que no estamos cumpliendo nuestra misión. No hay mayor tristeza que no seguir la voz de nuestro corazón, seguir nuestro Swadharma.

El Swadharma es el camino a la alegría y la felicidad. Tiene que ver con la tendencia psíquica individual o naturaleza, y sus necesidades para el crecimiento.

Es muy común criticar los defectos de los demás y que no podamos ver los nuestros, Cristo nos decía: "Como puedes ver la paja en el ojo ajeno y no puedes ver la viga que hay en tu ojo", ya que la "paja" que criticamos es la misma "viga" que no vemos, es decir, cuando nos molesta algo de alguna persona, cuando criticamos su forma de ser o conducirse, debemos detenernos a analizar si este defecto no lo tenemos nosotros, por lo general sucede un fenómeno de proyección en donde vemos nuestros defectos proyectados en la gente con la que convivimos, es como una advertencia, una señal, es la forma más directa que tenemos de vernos a nosotros mismos y corregir lo que haya que corregir.

Por eso es mejor no malgastar nuestra energía juzgando y criticando a los demás y emplearla mejor en ordenar nuestra vida, superar nuestros defectos, acrecentar nuestras virtudes para continuar en nuestro proceso evolutivo ¡eso ya es suficiente trabajo!.

Categorías del Karma

El Karma tiene muchas divisiones y categorías, en este momento citaremos las 3 más importantes, que son las siguientes:

SaBija Karma: Es con el que hemos nacido, como resultado de vidas anteriores.

Agami Karma: Es el que recolectamos durante toda nuestra vida, a partir de nuestro nacimiento.
Parabdhra: Es el Karma inevitable, la cosecha de toda nuestra vida.


SaBija Karma

Este Karma nos es dado desde el momento de la concepción y el proceso dura los nueve meses de gestación. Es todo un proceso de creación, vida y muerte. Ya que el tiempo en que el feto vive dentro del vientre de la madre, es para el todo un ciclo que se cierra al nacer, se puede decir que para el bebé, el nacimiento es como para nosotros la muerte. De una manera vertiginosa, el feto pasa por las fases de siembra, plantación, cultivo y cosecha.

El ciclo de gestación, si lo comparáramos con nuestra vida a partir del nacimiento, quedaría de la siguiente manera:

Nacimiento - Concepción
Juventud - Primer trimestre como embrión
Vida adulta - Transición del segundo trimestre hacia feto,
con sus 5 sentidos y genitales desarrollados
Senectud con la muerte cercana - El tercer trimestre, que concluye con el nacimiento

Los nueve meses de gestación son muy importantes y trascendentes para el bebé, tal vez más que los 70 años de vida que le siguen. Ya que es en esa etapa, donde surge el SaBija Karma.

El SaBija Karma no es dado como una semilla que se guardará dentro de nosotros esperando el momento oportuno para germinar. Nadie puede saber con exactitud el tipo de Karma que trae al nacer, las semillas están latentes, en espera, algunas germinarán y otras no, todo depende del agua con que se les riegue... dicha agua son las emociones.

El SaBija Karma brota cuando recibe algún estímulo que le recuerde "algo" del tiempo en el que vivió en el vientre de su madre. La reacción será una explosión de rechazo a la circunstancia actual que se haya presentado.

Al ser el SaBija Karma una semilla que se alimenta del agua de las emociones, podemos subrayar la importancia que tiene la madre como principal transmisor de emociones y lo importante que será la actitud que tenga la madre hacia su bebé y hacia la vida. Todo cuanto ella sienta, será transmitido.

Los sucesos en esa etapa también son importantes, la reacción de los padres ante la noticia del embarazo, la estabilidad emocional de ambos durante la gestación, el tipo de parto, la forma en que reaccionaron los padres ante su llegada, en fin. Todo es información que el bebé recibe, y que será trascendente a lo largo de su vida, porque estos recuerdos que viven guardados en el subconsciente, saldrán a flote en cuanto se presente alguna experiencia parecida, a lo largo de su vida.


Agami Karma

El Agami Karma, es el Karma que recolectamos durante nuestra vida a partir del nacimiento, son las consecuencias de lo que hemos hecho, es el resultado de nuestras acciones, la reacción inevitable. Hay que recordar que el Karma es una continua siembra de semilla, en este caso, sembramos las semillas y quedan en espera para germinar. A veces parece increíble que un acontecimiento que sufres a los 80 años, fue producido por una acción creada a los 10. Conforme vas viviendo el hoy estás creando el mañana, es automático.

Todo actúa por ciclos Kármicos y esto puede ser en personas, negocios, naciones, en fin... en todo. Aún cuando la comprensión de al algún suceso no lo podamos comprender, este está regido por el Agami Karma.

Medita sobre el siguiente axioma hindu/budista:

Siembra un pensamiento, cosecha una acción;
Siembra una acción, cosecha una reacción;
Siembra una reacción, cosecha un hábito;
Siembra un hábito, cosecha una característica;
Siembra una característica, cosecha un DESTINO.


Prarabdha Karma

Esta fase del Karma es la culminación de todo, es irreversible, es la semilla ya germinada y creciendo, es nuestra cosecha...

En esta etapa, las consecuencias de nuestras acciones (buenas o malas) se hacen presentes, se manifiestan de una manera clara e irrevocable.

Como vimos ya en los capítulos anteriores:

El Sabija Karma, es almacenado antes y durante el nacimiento y se encuentra prácticamente oculto.

Con el Agami Karma, las semillas que se han ido sembrando (nuestras acciones) están ya plantadas y esperando para brotar al más ligero estímulo de irrigación (las emociones).

Con el Prarabdha Karma, las semillas ya se plantaron, germinaron ¡y están creciendo!.


Dridha Karma

Este Karma está ligado a esos acontecimientos "casuales", a esas relaciones que "tienen que ser". Son los hechos que no comprendemos y que muchas veces nos sorprende por la forma en la que llegan, inesperada, sorpresiva, imposible de evitar. Son los acontecimientos que tenemos que vivir, porque la causa que lo produce es demasiado fuerte.

Estas vivencias pueden ser tanto felices como dolorosas, y puede considerarse como destino, ya sean acontecimientos o personas, se trata de algo que tenemos que vivir, aunque aparentemente nos sea ilógico e incongruente.

Desactivando nuestro Karma

Debemos tener en cuenta que nuestra vida actual es el resultado de una serie de acciones pasadas. Cosechamos tanto lo que hacemos, como lo que dejamos de hacer. Debemos fijarnos muy bien en que suelo sembramos.

Si hacemos un análisis, y tratamos de buscar cual fue la causa o las causas que han formado nuestra vida actual, en ese momento estaremos en posibilidades de romper con el ciclo kármico.

El Karma, como hemos dicho anteriormente, es aprendizaje. Cuando nos enfrentamos a situaciones vivenciales repetitivas, por ejemplo, amores que no se concretan, vivir en condición de escacéz, o que ningún negocio prospera, todo esto proviene de algo que no hemos aprendido aún. Si nos detenemos a analizar que es eso que no hemos aprendido, en ese momento podremos corregirlo y la situación Karmática dejará de presentarse.

Una técnica que puede resultar muy útil para desactivar nuestro Karma, es el Karma Yoga.


Karma Bueno y Malo

Karma no es un castigo, sino la consecuencia de nuestras acciones, por lo tanto, no hay Karma bueno o Karma malo, ya que lo bueno y lo malo lo definimos dependiendo desde donde vivimos los acontecimientos, por ejemplo, si tu tienes un pajarito de mascota en tu casa, y de repente llega un gato y se lo come, este hecho puede ser desastroso para ti, fatal para el pajarito, pero es ¡excelente para el gato! ¿Podrías decir que el gato sufriría algún "Karma malo" por esta acción?.

El Karma es una manera de crecer, de aprender, de evolucionar, es un aprendizaje continuo donde cada día vemos diferentes lecciones y en nuestra actitud hacia la vida, se verá si pasamos la prueba o no, un acontecimiento puede repetirse muchas veces dentro de nuestra vida, hasta que dicha lección sea aprendida por nosotros. El Karma resulta entonces, una Ley del Universo, creada de la manera más sofisticada en donde eliminamos con esto al Dios que juzga y castiga, ya que con ello deducimos que Dios no esta sentado observando cada uno de nuestros pasos, pendiente de donde cometimos un error, existen Leyes que trabajan por si solas, dejándole a Dios tareas más importantes.

Tenemos lo que hemos creado, lo que merecemos, por ejemplo, la mayoría de la gente desea ser rica, comprar un billete de lotería y ganársela ¿Por qué a algunos les llega y a otros no? Porque hay quien se lo merece y quien no. Porque la riqueza puede ser bueno para unos y malo para otros, la riqueza puede aniquilar los deseos de trabajar, aumenta el miedo y la inseguridad, incrementa el poder mal entendido. Esto puede ser aprendizaje para unos y retroceso para otros.

Todo esta perfectamente calculado, nada se mueve en este mundo por casualidad, cuando nosotros no podemos darle alguna explicación lógica a algún acontecimiento, podríamos llamarle "accidente" "casualidad o "suerte", pero esto solo atañe al hombre, que en su conocimiento limitado, no puede ver más allá... falta mucho por aprender y descubrir.


Escapando al Karma

Karma y Drama son dos preceptos universales que no pueden alterarse o cambiarse a voluntad o capricho. Lo único que podemos hacer, es entenderlos para trabajar con ellos, para crearnos una conciencia más profunda en la construcción de nuestra vida.

¿Cuántas veces te has preguntado "Por qué a mi"? Si haces un análisis de algún acontecimiento que te haya hecho sufrir, podrás encontrar que en algún momento de tu vida, tu lo proyectaste, lo construiste y lo viviste. Cuando llegan las consecuencias de tu proyecto, solamente atinas a pensar ¿Por qué a mi?. Es la cosecha de tu siembra.

El Karma es aprendizaje, todas las cosas que vivimos no son producto de la casualidad o la injusticia, estamos en una escuela y aprendemos mediante nuestras vivencias.

El Karma es una Ley perfecta creada por Dios, no hay fallas, al mismo tiempo que desliga a Dios de ser permanente observador del hombre, con esta Ley, Dios no necesita espiarnos para ver que hacemos bien y que no, para castigarnos o premiarnos. Con esta Ley, la Tierra, al igual que el Universo giran por si solos. Y en el caso del ser humano, lo responsabiliza totalmente de sus actos y nos enseña a usar nuestro libre albedrío, es decir, nosotros elegimos lo que queremos vivir. Tenemos mucho más control sobre nuestras vidas en términos de responsabilidad individual del que queremos reconocer.


El Karma y la Vida Diaria

Vamos a plantear un poco, como se desarrolla el Karma dentro de nuestra vida diaria.

Al nacer, se nos ha provisto de algunos elementos importantes que nos servirán para vivir y desarrollarnos dentro de este mundo, el buen uso que le demos a esos elementos es decisión nuestra y es parte de nuestro libre albedrío.

Contamos con un cuerpo físico, el cuál es un vehículo de expresión de la conciencia. Cuando algo en nuestra vida está fallando, ya sea nuestra salud, la economía, nuestras relaciones, etc., lo que nuestro cuerpo físico y nuestro entorno del mundo material está manifestando, es precisamente la falta de conciencia, es decir, ignoramos las instrucciones de nuestra conciencia superior.

Contamos también con nuestra mente, ésta en conciente de sí misma exceptuando los momentos en que se encuentra en estado de vigilia. La mente, es la parte de nosotros mismos que emerge como ego, aquella parte individual que se encuentra más apegada a nosotros, la parte que me dice "me van a lastimar", ya sea física o emocionalmente.

Cada ser humano cuenta también con una conciencia Crística, aquí se encuentra todo el conocimiento, la guía más allá de la conciencia latente dentro de cada uno de nosotros. La conciencia Crística es la parte que sabe que todo es un juego del cosmos. La mente debe seguir el apremio de la conciencia de Cristo, y después disciplinar los cinco sentidos en el campo de la vida. Nuestra conciencia Crística esta en todo nuestros ser, en todos nuestros sentidos, pensamientos y emociones.

Pero hay algo más... el campo de batalla... la vida misma. Todos estamos involucrados aquí, nos guste o no, tenemos una vida propia que debemos vivir, la vida, es el plano de nuestra existencia, por la cual cada uno debe vivir, luchar, defenderse, responsabilizarse y morir. La vida es un juego, un juego cósmico y las únicas opciones que tenemos es ser buenos o malos jugadores

Contamos también con nuestro cinco sentidos, de los cuales recibimos impulsos, ya sea de vidas pasadas o de esta vida, y también recibimos impresiones. Es nuestra reacción a la acción lo que engendra emociones, determinando de esta manera nuestro Karma, recordemos que el Karma es la cosecha de nuestra siembra y la semilla son las emociones.

Dentro de nuestro interior representamos solamente dos clases de emociones o fuerzas, la negativa y la positiva, el bien y el mal, el blanco y el negro, materia y energía y todos los opuestos que pueda concebir la mente humana, cada una generará un diferente tipo de Karma, bueno o malo según sea la calidad de la emoción que sintamos.

Como resultado de esta dualidad, el ser humano vive en una constante lucha entre el bien y el mal, entre sentimientos positivos y negativos, entre deseos y tentaciones de los cinco sentidos y las respuestas emocionales que despiertan sus acciones en nuestro inconsciente, con las reacciones conscientes resultantes.

Como habíamos dicho ya en capítulos anteriores, no es nuestra acción lo que determina nuestro Karma, es nuestra actitud ante la vida la que lo crea, es decir, no es lo que hagamos sino la emoción que se genera. Dos personas pueden hacer exactamente lo mismo, y cada una tendrá un Karma diferente, dependiendo de la emoción que hayan vivido al hacerlo.

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