lunes, 31 de diciembre de 2007

DESIDERATA SEGUN ARTURO BENAVIDES



"Desiderata desiderata desiderata"


Camina plácido entre el ruido y la prisa
y piensa en la paz que se puede encontrar en el silencio

En cuanto sea posible y sin rendirte
manten buenas relaciones con todas las personas

Enuncia tu verdad de una manera serena y clara
y escucha a los demás
incluso al torpe e ignorante
también ellos tienen su propia historia

Esquiva las personas ruidosas y agresivas
pues son un fastidio para el espíritu

Si te comparas con los demás
te volveras vano y amargado
pues siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú


"You are a child of the universe
no less than the trees and the stars
you have a right to be here
and whether or not it is clear to you
no doubt the universe is unfolding as it should"


Disfruta de tus exitos
lo mismo que de tus planes
mantén el interés en tu propia carrera por humilde que sea
ella es una verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos

Sé cauto en tus negocios
pues el mundo está lleno de engaños
mas no dejes que esto te vuelva ciego para la virtud que existe

Hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales
la vida está llena de heroísmo

Sé sincero contigo mismo
en especial no finjas el afecto y no seas cinico en el amor
pues en medio de todas las arideces y desengaños es perenne como la hierba

Acata dosilmente el consejo de los años
abandonando con donaire las cosas de la juventud

Cultiva la firmeza del espiritu
para que te proteja en las adversidades repentinas
muchos temores nacen de la fatiga y la soledad

Sobre una sana disciplina
sé benigno contigo mismo


"You are a child of the universe
no less than the trees and the stars
you have a right to be here
and whether or not it is clear to you
no doubt the universe is unfolding as it should"


Tú eres una criatura del universo
no menos que las plantas y las estrellas
tienes derecho a existir
y sea que te resulte claro o no
indudablemente el universo marcha como debiera

Por eso
debes estar en paz con dios
cualquiera que sea tu idea de él
y sean cualesquieras tus trabajos y aspiraciones

Conserva la paz con tu alma en la bulliciosa confusión de la vida

Aun con todas su farsa
penalidades y sueños fallidos
el mundo es todavía hermoso

Se cáuto

Esfuerzate por ser feliz


"You are a child of the universe
no less than the trees and the stars
you have a right to be here
and whether or not it is clear to you
no doubt the universe is unfolding as it should"




sábado, 29 de diciembre de 2007

DESIDERATA


Camina plácidamente entre el ruido y las prisas, y recuerda la paz que puede haber en el silencio.

Siempre que sea posible, sin rendirte, llévate bien con todas las personas.

Di tu verdad claramente y con serenidad; y escucha a los demás, incluso al torpe y al ignorante; también tienen una historia que contar.

Evita a las personas ruidosas y agresivas; son vejaciones para el espíritu.

Si te comparas con los demás, puedes volverte vanidoso o amargado, pues siempre habrá personas mejores y peores que tú.

Disfruta de tus logros tanto como de tus planes. Conserva el interés en tu profesión, por humilde que ésta sea; es una posesión real en los turbulentos cambios de la fortuna.

Sé precavido en los negocios, porque el mundo está lleno de astucias. Pero que esto no ciegue tus ojos ante la virtud que existe; muchas personas luchan por altos ideales, y en todas partes la vida está llena de heroísmo.

Sé tú mismo. Sobre todo, no finjas afecto. Tampoco seas cínico con el amor; porque, ante la aridez y el desencanto, es tan perenne como la hierba.

Acepta mansamente el consejo de la edad, y renuncia con elegancia a las cosas de la juventud.

Nutre la fortaleza de tu espíritu para que sea tu escudo ante la desgracia inesperada. Pero no te turbes con negras fantasías. Muchos miedos nacen del cansancio y la soledad.

Más allá de una sana disciplina, sé suave contigo mismo. Eres una criatura del Universo, no menos que los árboles y las estrellas; tienes derecho a existir.

Y tanto si lo ves claramente como si no, el Universo evoluciona tal como debe. Por lo tanto, vive en paz con Dios, no importa cómo Lo concibas.

Y sean cuales sean tus afanes y aspiraciones, en la ruidosa confusión de la vida, vive en paz con tu alma.

Con todos sus fraudes, su rutina y sus sueños rotos, es un mundo hermoso. Sé alegre. Lucha por ser feliz.


"Desiderata" fue escrito en 1927 por Max Ehrmann (1872-1945), abogado y filósofo de Harvard y publicado en 1948, después de su muerte, por su viuda, en el libro "Los poemas de Max Ehrman".(En 1956, el reverendo Kates, pastor de la iglesia de San Pablo en Baltimore (Maryland), incluyó el texto en una colección de poemas de su congregación. Alguien cambió la fecha del poema unos 200 años al decir erróneamente que el poema se encontró en una inscripción fechada en 1692 grabada en una tumba de la antigua Iglesia de San Pablo de Baltimore. El año 1692 es el año en que se fundó la iglesia y no tiene nada que ver con la fecha de creación del poema).

jueves, 27 de diciembre de 2007

IMAGENES DE NAVIDOWN

Al parecer Santa Claus murió hace muchos años, de hecho para mi como para muchos mas esa noticia no es nueva, y cada año va muriendo para una buena cantidad de niños que dejan de creer en el, claro que les conviene seguir creyendo a algunos a pesar de sus sospechas, si no ya no reciben nada.

Hay muchas teorias de como Santa tuvó ese fin, una de ellas, la mas logica es que sufrió una caida desde su trineo en pleno vuelo de cual ni Rodolfo el Reno de la Nariz Roja lo pudó salvar:


Otra teoria nos dice que fue victima de algún caza-renos violento que no conforme con atentar contra la vida de Santa, tambien robó su trineo con toda su carga de regalos:


La mas increible de todas es aquella que sugiere que fue atropelladó por un avion, aunque esta teoria suena a conspiración tipo la de Jim Morrison cuando supuestamente falleció en Paris en 1971, osea que esta seria una forma de escapar de la mirada publica para poder asi pasar desapercibido y llevar una vida normal en otro lugar:


Aunque en definitiva la fama facilita la obtención de ciertos placeres a los que una estrella dificilmente podria negarse:


Lo cual conduce habitualmente al mismo fin lleno de excesos, en donde se pierde todo, desde la compostura hasta las mas intimas poseciones, todo menos la barba:


Y finalmente se termina por hacer cualquier tipo de desvarios deshinibido por el constante estado de ebriedad, hasta que el ejemplo de la primer foto se vuelve realidad:


Por suerte ninguno de los Santa Claus de las fotos es el verdadero... pero si podriamos ser nosotros en especial en las ultimas tres imagenes.

Sigan creyendo y no se excedan en estos dias.

martes, 25 de diciembre de 2007

FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO NUEVO EN OTROS IDIOMAS


Africano - Geseende Kerfees en 'n gelukkige nuwe jaar

Alemán - Froehliche Weihnachten und ein gluckliches Neues Jahr!

Árabe - I'D Miilad Said ous Sana Saida

Armenio - Shenoraavor Nor Dari yev Pari Gaghand

Azerí - Tezze Iliniz Yahsi Olsun

Bengali - Shuvo Baro Din - Shuvo Nabo Barsho

Breton - Nedeleg laouen na bloav ezh mat

Búlgaro - Vasel Koleda; Tchesti nova godina!

Catalán - Bon nadal i feliç any nou!

Cantonés - Gong Tsok Sing Dan, Bing Ho Sun Hei

Croata - Sretan Bozic

Checo - Prejeme Vam Vesele Vanoce a stastny Novy Rok

Danes - Glaedelig Jul

Egipcio - Colo sana wintom tiebeen

Español - Feliz Navidad y Prospero Año Nuevo

Esperanto - Gajan Kristnaskon

Estonio - Rõõmsaid Jõulupühi

Francés - Joyeux Noël et Bonne Année!

Gallego - Bon Nadal e Ano Novo

Griego - Kala Christougenna Kieftihismenos O Kenourios Chronos

Hawaiano - Mele Kalikimaka

Hebreo - Mo'adim Lesimkha. Shana Tova

Hindi - Shub Naya Baras

Holandés - Vrolijk Kerstfeest en een Gelukkig Nieuwjaar!

Húngaro - Kellemes Karacsonyiunnepeket & Boldog j Évet

Inglés - Merry Christmas & Happy New Year

Islandés - Gledileg Jol og Farsaelt Komandi ar!

Indonés - Selamat Hari Natal

Iraquí - Idah Saidan Wa Sanah Jadidah

Irlandés -Nollaig Shona Dhuit

Italiano - Buon Natale e Felice Anno Nuovo

Japonés - Shinnen omedeto. Kurisumasu Omedeto

Koreano - Sung Tan Chuk Ha

Latin - Natale hilare et Annum Nuovo!

Lituano - Linksmu Kaledu

Macedonio -Streken Bozhik

Malayo - Puthuvalsara Aashamsakal

Maltés - Nixtieklek Milied tajjeb u is-sena t-tabja!

Mandarín - Kung His Hsin Nien bing Chu Shen Tan

Maorí - Meri Kirihimete

Mongolés - Zul saryn bolon shine ony mend devshuulye

Noruego - God Jul og Godt Nyttår

Papiamento - Bon Pasco

Polaco - Wesolych Swiat Bozego Narodzenia

Portugués - Boas Festas e um feliz Ano Novo

Rumano - Sarbatori vesele

Ruso - Pozdrevlyayu s prazdnikom Rozhdestva is Novim Godom

Samoano - La Maunia Le Kilisimasi Ma Le Tausaga Fou

Serbio -Hristos se rodi

Serbio-Croata - Sretam Bozic. Vesela Nova Godina

Somalí - ciid wanaagsan iyo sanad cusub oo fiican

Swahili - Krismas Njema Na Heri Za Mwaka Mpya

Sueco - God Jul och Gott Nytt År

Sudanés - Wilujeng Natal Sareng Warsa Enggal

Turco - Noeliniz Ve Yeni Yiliniz Kutlu Olsun

Ucraniano - Veseloho Vam Rizdva i Shchastlyvoho Novoho Roku!

Vasco - Zorionak eta Urte Berri On

Valenciano - Bon nadal i feliç any nou!

Vietnamés - Chuc Mung Giang Sinh - Chuc Mung Tan Nien

Xhosa - Siniqwenelela Ikrisimesi EmnandI Nonyaka Omtsha Ozele
Iintsikelelo Namathamsanqa

Yayeya - Krisema

Yoruba - E ku odun, e hu iye' dun!

Yugoslavo - Cestitamo Bozic

Zulú - Sinifesela Ukhisimusi Omuhle Nonyaka Omusha Onempumelelo


2008

domingo, 23 de diciembre de 2007

EL ORIGEN DE LA NAVIDAD


La palabra para Navidad en el antiguo inglés tardío es Cristes Maesse, la Misa de Cristo, hallada por primera vez en 1038, y Cristes-messe en 1131. En holandés se dice Kerst-misse, en latín Dies Natalis, de donde se deriva la palabra francesa Noël, e Il natale en italiano; en alemán Weihnachtsfest, de previo a la Sagrada Vigilia. El término Yule (Navidad) es de origen incierto. El nombre en anglosajón era geol, fiesta: geola, nombre de un mes (el islandés iol, una fiesta en diciembre).

La Navidad no figuraba entre las primeras fiestas celebradas antiguamente por la Iglesia. Ireneo y Tertuliano la omiten en su lista de fiestas; Orígenes, teniendo en cuenta quizá la deshonrosa Natalitia imperial, afirma que, en la Sagrada Escritura sólo los pecadores, nunca los santos, celebraban la fecha de su nacimiento; Arnobio incluso ridiculiza el "cumpleaños" de los dioses.

La primera evidencia sobre esta fiesta la encontramos en Egipto. Aproximadamente en el año 200 A.D., Clemente de Alejandría dice que ciertos teólogos egipcios "de manera bastante curiosa" indican, no sólo el año, sino también el día del nacimiento de Cristo, colocándolo el 25 de Pachon (20 de mayo), del vigésimo octavo año del reinado de Augusto. Ideler piensa que lo hicieron así, creyendo que el noveno mes en el que nació Cristo, era el noveno mes de su calendario. Otros declaran que la fecha fue el 24 ó 25 de Pharmuthi (19 ó 20 de abril). Clemente, en su obra "De paschæ computus", escrita en el 243 y falsamente atribuida a Cipriano , da como fecha del nacimiento de Cristo el 28 de marzo, fecha en la que el sol material se creó. Pero Lupi ha demostrado que no existe un mes en el año en el que respetables autoridades no hayan designado como fecha del nacimiento de Cristo. Clemente, sin embargo, nos dice también que los basilianos celebraban la Epifanía, y, probablemente junto con esta fiesta, el Nacimiento de Cristo, el 15 ó 11 de Tybi (10 ó 6 de enero). Esta doble conmemoración se hizo popular, en parte, porque la aparición a los pastores fue considerada una manifestación de la gloria de Cristo, conmemorándosele entre las más importantes solemnidades, y celebrada el día 6 de enero; también, en parte, porque en la manifestación dada en el Bautismo, muchos códices (por ejemplo el Codex Bezæ) erradamente ponen que las Divinas palabras fueron sou ei ho houios mou ho agapetos, ego semeron gegenneka se (Tu eres mi Hijo Amado, yo te he engendrado hoy) en lugar de en soi eudokesa (en quien me complazco), leído en Lucas 3,22. Abrahán Ecchelensis cita en las Constituciones de la Iglesia de Alejandría de tiempos de Nicea la frase: dies Nativitatis et Epiphaniæ; Epifanio cita una sorprendente ceremonia semi-nóstica en Alejandría en la que, en la noche del 5-6 de enero, una extraña cruz con la imagen de Kore estampada en ella, era llevada en procesión alrededor de una cripta, mientras se entonaba el canto: "Hoy, a esta hora, Kore dio a luz al Eterno"; Juan Casiano, en sus "Colaciones", escrita entre los años 418-427, dice que los monasterios egipcios todavía observan la "antigua costumbre"; pero, Pablo de Emesa, predicó el 29 de Choiak (25 de diciembre) y el 1 de enero del 433 ante Cirilo de Alejandría, y sus sermones muestran que la celebración de Diciembre estaba firmemente establecida en aquel lugar, y los calendarios demuestran su permanencia. Por ello, la tradición de celebrar esta fiesta en diciembre, llegó a Egipto alrededor de los años 427 y 433.

En Chipre, a finales del cuarto siglo, Epifanio se declara en contra del Alogi que Cristo nació el 6 de enero y se bautizó el 8 noviembre. Efraín de Siria (cuyos himnos son de Epifanía y no de Navidad), muestra que Mesopotamia todavía celebraba la fiesta del nacimiento de Cristo trece días después del solsticio de invierno; es decir, el 6 de enero; asimismo, Armenia ignora, y sigue ignorando la celebración de Diciembre. En Capadocia, los sermones de Gregorio de Niza sobre San Basilio (quién murió antes del 1 enero del 379) y sus dos siguientes, predicados en la fiesta de San Esteban, demuestran que en el año 380, el 25 de diciembre ya era ahí celebrado, a menos que, siguiendo los argumentos demasiado ingeniosos de Usener, debemos colocar esos sermones en el año 383. También Asterio de Amaseia (siglo quinto) y Amfiloquio de Iconio (contemporáneo de Basilio y Gregorio) celebraban en sus diócesis ambas fiestas, Epifanía y Natividad, de forma separada.

En el año 385, Silvia de Burdeos (o Eteria, como parece evidente debe ser llamada) quedó profundamente impresionada por las espléndidas fiestas sobre la infancia del Señor Jesús celebradas en Jerusalén. Ellos celebraban la "Natividad"; el Obispo iba de noche a Belén, regresando a Jerusalén para las celebraciones del día. La fiesta de la Presentación se celebraba cuarenta días después. Pero este cálculo empezaba desde el día 6 de enero, y la fiesta duraba hasta la octava de esa fecha. Nuevamente, ella menciona como muy importantes fiestas, la Pascua y la Epifanía. Como podemos ver, en el 385, el 25 diciembre no era observado en Jerusalén. Este dato verifica las citas dadas por Juan de Nikiu, tomadas de las cartas entre Cirilo de Jerusalén (348-386) y el Papa Julio I (337-352), con el propósito de conseguir que en Armenia se celebre la Navidad el día 25 diciembre. Cirilo declara que su clero no puede realizar en la misma fecha de la fiesta del Nacimiento y Bautismo, una procesión a Belén y Jordania. (Esta posterior práctica es un anacronismo). Él le pide a Julio que le asigne a la Navidad, su verdadera fecha "tomándola de los documentos del censo traídos por Tito a Roma"; Julio asigna como fecha el 25 de diciembre. Otro documento dice que Julio le escribió a Juvenal de Jerusalén, informándole que Gregorio Nacianceno, en Constantinopla estaba siendo criticado por "dividir la fiesta en dos". Julio murió en el año 352, y por el 385, Cirilo no había introducido cambio alguno; de hecho, Jerónimo, escribiendo aproximadamente en el 411, reprocha a Palestina el hecho de celebrar el nacimiento de Jesús (cuando Él se ocultaba) en el día de la fiesta de la Manifestación. Cosme Indicopleustes sugiere que, incluso a mediados del siglo sexto, Jerusalén se distinguía por combinar las dos conmemoraciones, arguyendo que en Lucas III,23, el día del bautismo de Cristo se realizó el día de Su cumpleaños. Sin embargo, la conmemoración en Jerusalén de David y del Apóstol Santiago se realizaba el día 25 de diciembre, hecho que muestra que esta fiesta no era celebrada en este día. Usener, tomando argumentos del "Laudatio S. Stephani" de Basilio de Seleucia, piensa que Juvenal intentó introducir esta fiesta, pero que la fama del nombre de Cirilo hizo que la fecha se mantuviera sin variación.

En Antioquía, durante la fiesta de San Filogonio, Crisóstomo predicó un importante sermón. Esto sucedió, casi con certeza, en el año 386, aunque Clinton da como fecha el 387, y Usener, por una larga reestructuración de los sermones del santo, en el 388. Pero, entre febrero del 386, época en la que Flaviano ordenó a Crisóstomo de sacerdote, y diciembre, hay tiempo suficiente para la predicación de todos los sermones en cuestión. En vista a una reacción por algunas fiestas y ritos judíos, Crisóstomo intenta unir Antioquía en la celebración del nacimiento de Cristo el 25 de diciembre, ya que parte de la comunidad ya lo venía haciendo desde hacía más o menos diez años. Él declara que en Occidente esta fiesta es celebrada en esa fecha, anothen; esta introducción en Antioquía la cual él siempre buscó, fue opuesta por los conservadores. Esta vez, Crisóstomo tuvo éxito; en una iglesia llena de gente, defendió esta nueva costumbre. No era ninguna novedad; desde Tracia a Cádiz esta fiesta era observada debidamente, ya que su milagrosa difusión demostró su autenticidad. Además, Zacarías, que era sacerdote, entró en el Templo el Día de la Expiación, recibiendo el anuncio de la concepción de Juan, por consiguiente, fue en septiembre; seis meses después, Cristo fue concebido, es decir, en Marzo, naciendo en Diciembre.

Finalmente, aunque no estuvo nunca en Roma, sabía que los documentos del censo sobre la Sagrada Familia, todavía se encontraban ahí. Esta apelación a los archivos romanos es bastante antigua, desde Justino Mártir y Tertuliano. En las falsificaciones de Cirilino, se dice que Julio calculó la fecha basándose en Josefo, de la misma forma que Crisóstomo se basó en injustificadas suposiciones sobre Zacarías. Por ello, sabemos que Roma ha observado esta fiesta el 25 de diciembre, bastante tiempo antes del año 388, pues ese es el año en que Crisóstomo decretó el 25 de diciembre como fecha oficial de esta fiesta.

En el año 379 ó 380, Gregorio Nacianceno se convirtió en exarchos de esta nueva fiesta en Constantinopla, es decir, en iniciador, ciudad en la que después de la muerte de Valente, la ortodoxia renació. Sus tres Homilías, fueron predicadas en días sucesivos en la capilla privada conocida con el nombre de Anastasia. Durante su destierro en el 381, esta fiesta desapareció.
Sin embargo, según Juan de Nikiu, Honorio, cuando estuvo en Constantinopla durante una visita, fijó con Arcadio, la observación de esta fiesta según la fecha romana. Kellner dice que esta visita se realizó en el 395; Baumstark dice que fue entre el 398 y el 402. Este último se basa en una carta de Jacobo de Edesa, citada por Jorge de Beeltân, en la que afirma que la Navidad fue llevada a Constantinopla desde Italia por Arcadio y Crisóstomo, ciudad en la que, "según historias", se había celebrado desde tiempos Apostólicos. El episcopado de Crisóstomo duró desde el año 398 al 402; por consiguiente, la fiesta debe de haber sido introducida entre esas fechas por el Obispo Crisóstomo, así como en Antioquía por El sacerdote Crisóstomo. Pero Lübeck declara que las evidencias de Baumstark son inválidas. Otra declaración, incluso más importante pero poco acreditada, es el argumento de Erbes, declarando que esta fiesta fue introducida por Constantino en el año 330-35.

En Roma, la evidencia más antigua la tenemos en el Calendario de Filocalio, recopilado en el 354, el cual contiene tres importantes datos. En el calendario civil, el 25 de diciembre figura como "Natalis Invicti". En el "Depositio Martyrum", una antigua lista de mártires romanos y universalmente venerados, el día 25 de diciembre dice: "VIII kal. ian. natus Christus in Betleem Iudeæ". También menciona en el "VIII kal. mart." (22 de Febrero) la Cátedra de San Pedro. En la lista de cónsules, encontramos cuatro extraños registros eclesiásticos: los días en que nació y murió Cristo; la llegada a Roma y martirio de San Pedro y San Pablo. Esta significativa entrada dice: "Chr. Cæsare et Paulo sat. XIII. hoc. cons. Dns. ihs. XPC natus est VIII Kal. ian. d. ven. luna XV", es decir, durante el consulado de (Augusto) César y Paulo, nació Nuestro Señor Jesucristo en la octava antes de las calendas de Enero (25 de Diciembre), un día Viernes, el día catorceavo de la luna. Los detalles concuerdan con la tradición y las posibilidades. El epact, aquí XIII, normalmente es XI; el año es A.U.C. 754, una fecha que se creyó primero dos siglos después; ningún año, entre el 751 y el 754 pudo el día 25 de diciembre caer viernes; la tradición es constante en colocar el nacimiento de Cristo un miércoles. Es más, según la fecha dada para la muerte de Cristo (duobus Geminis coss., es decir, el 29 A.D.), Cristo murió a los veintiocho años. Además, estos datos en una lista de cónsules, queda claro que son una interpolación. Pero, ¿no están estos dos datos también en el "Depositio Martyrum"? Aquí encontramos sólo el día del nacimiento de Cristo en la carne, por lo que puede ser que encabece el año de los natales espirituales de los mártires; pero el 22 febrero está totalmente fuera de lugar. Aquí, como en el fasti consular, fueron, por conveniencia, insertadas algunas fiestas populares. El calendario civil en sí mismo no fue exclusivamente modificado, pues dejó de ser útil después del abandono de las fiestas paganas. Por ello, aun cuando el "Depositio Martyrum" sea, como es probable, del año 336, no queda claro si el calendario contiene evidencias anteriores al propio Filocalio, es decir, al 354, salvo que, en efecto, la pre-existencia de esta celebración popular represente la posibilidad de su reconocimiento oficial. Si el manuscrito Chalki de Hipólito es genuino, tendríamos evidencias sobre esta fiesta de Diciembre desde aproximadamente el 205. El pasaje pertinente el cual existe en el manuscrito de Chigüí, sin las palabras entre paréntesis, y que siempre a sido citado así antes de Jorge Syncellus dice así:

He gar prote parousia tou kyriou hemon he ensarkos [en he gegennetai] en Bethleem, egeneto [pro okto kalandon ianouarion hemera tetradi] Basileuontos Augoustou [tessarakoston kai deuteron etos, apo de Adam] pentakischiliosto kai pentakosiosto etei epathen de triakosto trito [pro okto kalandon aprilion, hemera paraskeun, oktokaidekato etei Tiberiou Kaisaros, hypateuontos Hrouphou kai Hroubellionos. - (Comm. In Dan., iv, 23; Brotke; 19)

"La primera venida de Nuestro Señor en la carne [en la que fue engendrado], en Belén, sucedió [el 25 de diciembre, el cuarto día] durante el reinado de Augusto [el cuadragésimo segundo año, y] en el año 5500 [desde Adán]. Sufrió en Su trigésimo tercer año [el 25 de marzo, en el decimoctavo año de Tiberio César, durante el consulado de Rufo y Rubelio]".

La interpolación es clara, y es un hecho admitido por Funk, Bonwetsch, etc., Los nombres de los cónsules, los cuales debían ser Fufio y Rubelio, están equivocados; Cristo vive treinta y tres años; en el genuino de Hipólito treinta y uno; estos minuciosos datos no tienen nada en común con los del milenarista Severiano; además, es poco creíble que Hipólito conociera estos detalles, cuando sus contemporáneos (Clemente, Tertuliano, etc.) al tratar este tema, lo ignoran o guardan silencio; o, después de haberlo publicado, seguía estando sin dichas anotaciones (Kellner, op. cit., pág. 104, tiene un excursus sobre este pasaje).

San Ambrosio ha preservado un sermón predicado por el Papa Liberio I en San Pedro, cuando, el día de Natalis Christi, Marcelina, la hermana de Ambrosio, tomó el velo. El pontificado de este Papa fue desde mayo del 352 hasta el 366, exceptuando los años 355-357, época en la que estuvo desterrado. Si Marcelina se hizo monja después de la edad canónica -veinticinco-, y si Ambrosio nació en el año 340, lo más probable es que este hecho ocurriera después del 357. Si bien el sermón abunda en referencias apropiadas para la Epifanía (las bodas de Caná, la multiplicación de los panes, etc.), aparentemente se debe a un orden en su pensamiento, y no a que hubiese sido pronunciado el día 6 de enero, una fiesta que sólo fue conocida en Roma bastante después. Sin embargo, Usener defiende la teoría de que Liberio lo predicó en esa fecha, en el 353, instituyendo la fiesta de la Natividad en diciembre de ese mismo año; pero, Filocalio justifica nuestra suposición que esta fiesta antecedió a su pontificado por algún tiempo, aunque Duchesne lo relega al 243 algo que no es muy de alabar. En Occidente, el Concilio de Zaragoza (380) ignora aún la fiesta del 25 de diciembre. El Papa Siricio, escribiendo en el año 385 a Himerio, en España, distingue las fiestas de Navidad y de Epifanía; pero no queda claro si se está refiriendo a la costumbre romana o española. Ammiano Marcelino y Zonaras fechan una visita que hizo Juliano el Apóstata a una iglesia de Vienne, en la Galia, durante la Epifanía y la Natividad, respectivamente. A menos que sean dos visitas, Vienne en el año 361 d. C, combinaba estas fiestas, aunque la fecha exacta es dudosa. Durante la época de Jerónimo y Agustín, la fiesta de Diciembre fue establecida, aunque este último la omite en una lista de fiestas de primera importancia. A partir del cuarto siglo, el calendario de Occidente le asignan a esta fiesta el día 25 de diciembre. En conclusión, en Roma la Navidad se celebraba el día 25 de diciembre desde antes del 354; en Oriente, en Constantinopla, no antes del 379, a menos que sigamos a Erbes y rechacemos a Gregorio, diríamos que fue desde el 330. Por lo tanto, es casi universalmente aceptado que la fecha llegó a Oriente desde Roma, por el Bósforo, durante el reavivamiento anti-arriano, y gracias a los defensores de la ortodoxia. De Santi, siguiendo a Erbes, dice que Roma tomó la fiesta de la Epifanía de Oriente, con un claro sentido Navideño, y, junto con un creciente número de Iglesias Orientales, la celebró el 25 de diciembre; después, Oriente y Occidente dividieron sus fiestas, dejando la Epifanía el 6 de enero, y la Navidad el 25 de diciembre. La primera hipótesis sigue siendo más aceptable.

Los Evangelios no proporcionan ayuda alguna acerca de la fecha del nacimiento de Cristo; según sus datos, nos encontramos con argumentos contradictorios. Parece imposible que el censo se haya realizado en invierno: toda una población no podría haberse puesto en camino. Por otra parte, sí pudo haberse realizado en invierno; pues sólo durante esta época del año el trabajo en el campo era suspendido. Pero, Roma no era tan considerada. Además, las autoridades difieren acerca de si los pastores solían cuidar sus rebaños y dejarlos pastear durante las noches de la estación de las lluvias.

Los argumentos que se basan en el ministerio en el templo de Zacarías, no son de fiar, aunque, los cálculos sobre su antigüedad han sido reavivados de una manera más complicada, por ejemplo por Friedlieb. Se dice que, las veinticuatro clases de sacerdotes judíos servían en el Templo, cada una, durante una semana; Zacarías pertenecía a la octava clase, los Abia. El Templo fue destruido en el año 9 Ab, 70 d. C.; la tradición rabínica tardía dice que la primera clase, los Jojarib, estaban sirviendo entonces. De estos datos poco fiables, asumiendo que Cristo nació el año 79 A.U.C., y que en ningún momento, de esos setenta turbulentos años, la sucesión semanal falló, se calcula que la octava clase sirvió durante la semana del 2 al 9 de octubre del año 748 A.U.C., por lo que se deduce que la concepción de Cristo fue en marzo, y su nacimiento en diciembre. Kellner declara que es muy poco serio calcular la semana que Zacarías estuvo sirviendo en el Templo partiendo de cualquier referencia anterior o posterior.

Parece imposible poder relacionar la analogía que existe entre la Pascua y Pentecostés judías, con la Pascua y Pentecostés cristianas, con la Navidad y la fiesta de los Tabernáculos, como lo hizo, por ejemplo, Lightfoot, argumentando desde las profecías del Antiguo Testamento, por ejemplo la de Zacarías 14, 16; combinando, además, la muerte de Cristo ocurrida en Nisan, con la profecía de Daniel de un ministerio de tres años y medio de duración, declara que el nacimiento se realizó en Tisri, en septiembre. Esto es tan poco feliz como relacionar el 25 de diciembre con la fiesta Oriental (Diciembre) de la Dedicación.

La conocida fiesta solar del Natalis Invicti, celebrada el 25 de diciembre, ejerció una fuerte influencia sobre nuestra fecha Navideña. Para conocer la historia del culto solar, su importancia en el Imperio romano, y su sincretismo con el Mitraísmo, véase la obra de Cumont "Textes et Monuments", en la que ha recogido datos sobre esta fiesta, la cual llegó a su punto máximo de popularidad bajo Aureliano, el 274. Filippo del Torre, en 1700, advirtió su importancia; habría que subrayar que, como ya se ha dicho, sin la adición en el Calendario de Filocalo. Nos sería imposible aquí, el poder perfilar la historia e idioma del simbolismo solar aplicado a Dios, el Mesías y a Cristo, tanto en los canónicos judíos o cristianos, en la patrística, o obras de devoción. Los himnos y oficios de Navidad abundan en esto; Cumont ha delineado bien los textos.

El primer texto conocido que une o relaciona el nacimiento de Cristo y el del sol, lo tenemos en Cipriano, "De pasch. Comp", "O quam præclare providentia ut illo die quo natus est Sol. nasceretur Christus". "¡Oh, qué maravillosamente actuó la Providencia, que en el día en el que nació el Sol. Cristo debía nacer". En el siglo cuarto, Crisóstomo, en su obra "del Solst. Et Æquin", dice: "Sed et dominus noster nascitur mense decembris. VIII KAL. Ian. Sed et Invicti Natalem appelant. Quis utique tam invictus nisi dominus noster?. Vel quod dicant Solis esse natalem, ipse est Sol iustitiæ". "No obstante, Nuestro Señor, también nace en el mes de diciembre. en la octava antes de las calendas de enero [25 diciembre]., Pero ellos lo llaman el "Nacimiento del Invencible". ¿Quién hay que sea tan invencible como Nuestro Señor.? O, si ellos dicen que es el día del nacimiento del Sol, Él es el Sol de Justicia". Ya Tertuliano tuvo que afirmar que el Sol no era el Dios de los cristianos; Agustín denuncia la identificación herética entre Cristo y el Sol. El Papa León I reprocha duramente los remanentes del culto solar, los cristianos, en la misma puerta de la basílica de los Apóstoles, se voltean para adorar al naciente sol. El culto al sol ha legado rasgos en el culto popular moderno en Armenia, en donde los cristianos dieron en la antigüedad, de manera temporal y externa, culto al sol material.

Debemos considerar aquí, que incluso al "bautizar" de manera deliberada y legítima una fiesta pagana, no tuvo otro significado que el de la necesidad de transferir la supuesta fecha. El "nacimiento en la montaña" de Mitra y el de Cristo en una "gruta" no tienen nada en común: la adoración de Mitra por los pastores fue tomada prestada de las fuentes cristianas, y no viceversa.

El origen de la Navidad no debe buscarse en los Saturnales (1-23 de diciembre), ni tampoco en el santo nacimiento a media noche de Eleusis con su probable conexión a través de Frigia, con los herejes nasenos, o con la ceremonia alejandrina citada anteriormente; ni tampoco con los ritos análogos al culto del solsticio de invierno en Delphi, cuna de Dionisio, con su revocación desde el mar a un nuevo nacimiento.

Duchesne nos presenta la teoría "astronómica", en la que, tomando el día 25 de marzo como el de la muerte de Cristo [históricamente imposible, pero tan antigua como Tertuliano, el instinto popular, el cual quiere conocer con exactitud el número de años de una vida Divina, pone Su concepción en esa misma fecha, siendo Su nacimiento el 25 de diciembre. Esta teoría se apoya en el hecho que algunos montanistas celebraban la Pascua el 6 de abril; así, tanto el 25 de diciembre y el 6 de enero son simultáneamente explicados. Es más, el cálculo sigue en su totalidad los argumentos basados en el número y en la "conveniencia" de la astronomía, en aquella época muy popular. Desgraciadamente, no existe evidencia contemporánea alguna sobre la celebración en el siglo cuarto de la Concepción de Cristo, en el día 25 de marzo.

Estando el origen de esta fiesta en Oriente o Occidente, y a pesar de la abundancia de fiestas análogas celebrando el solsticio de invierno, éstas pueden haber ayudado, aunque de manera imprecisa, en la elección de la fecha de diciembre, de la misma manera que cuando se fijó la fecha del Natalis Invicti en el solsticio de invierno, aparte de la adaptación deliberada o de curiosos cálculos, para fijar en ese mismo día la fiesta cristiana.

Al fijar esta fecha, quedaron también fijadas la de la Circuncisión y de la Presentación; la de la Expectación y, quizás, la de la Anunciación de la Santísima Virgen María; también la del Nacimiento y Concepción del Bautista. Hasta el siglo décimo la Navidad era considerada, en los documentos pontificios, el inicio del año eclesiástico, como se sigue haciendo en las Bulas; Bonifacio VIII (1294-1303) restauró temporalmente esta costumbre, la cual Alemania sostuvo durante algún tiempo más.

viernes, 21 de diciembre de 2007

NACIMIENTO DE JESÚS


El calendario occidental, así como gran parte de la perspectiva que tenemos para dividir la historia, toma como punto de partida al nacimiento de Jesús de Nazaret, fundador del Cristianismo. Este evento es el "punto focal" a partir de cuando se fechan todos los acontecimientos en la cultura judeocristiana, creyéndose que no existe la menor duda sobre su precisión cronológica.

En nuestra época, la cuestión adquiere una particular significación, que va mucho más allá de la datación civil de los hechos. Durante cualquier otro siglo (salvo, tal vez, en las postrimerías del X d.C.), no fué demasiado importante, a nivel teológico o religioso, si Cristo nació unos años antes o después de lo que la tradición supone. Sin embargo, al completarse dos milenios desde aquel «Anno Domine», el tema se convierte en trascendental.

Se desarrollaron exégesis de las profecías bíblicas y planteado modernas predicciones en relación con el comienzo del "Tercer Milenio". Si bien es cierto que ninguna de las iglesias cristianas tradicionales dió crédito a la posibilidad de que el año 2000 (d.C.) fuese un punto de inflexión en la historia o que determinara el final de esta, la creencia popular, en todo el mundo occidental, era notoriamente diferente. Desde concepciones de "nuevas eras", en donde el mundo llegaría a un estado de armonía y prosperidad, hasta escatológicos augurios del «Día del Juicio» y del apocalíptico «Armagedón», todo tipo de sistemas de creencias anidaron en los albores del "Milenio".

Sin embargo, la verosimilitud de estas doctrinas, que suelen ser denominadas en forma genérica como "milenaristas", se vió supeditada a la exactitud numérica del Calendario Gregoriano; las mismas, quedarían invalidadas por la evidencia histórica de que Jesucristo no vino al mundo realmente en el año 1, sino un poco antes.

Y de hecho, esto es lo que en verdad ocurrió. La mayoría de los expertos en la materia están de acuerdo en que el nacimiento de Cristo se produjo entre 4 y 8 años antes de lo que comunmente se cree.

Pero, ¿qué es lo que lleva a los estudiosos a pensar así? La respuesta proviene de la correlación histórica que los mismos evangelios nos ofrecen. En Mateo 2:1 se dice: «Jesús nació en Belén de Judea, en días del rey Herodes…» y en otro pasaje del mismo evangelio (2:19): «Cuando había muerto Herodes, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José…» (habiendo ya nacido Jesús).

Este "rey Herodes", que la historia secular conoce como «Herodes el Grande», fué un monarca vasallo de Roma que gobernó con cierta libertad a Palestina entre los años 40 (para algunos 37) y 4 a.C. Sabemos esto, gracias a varias fuentes fidedignas de la antigüedad, que además se corresponden con los descubrimientos arqueológicos, por lo cual no existe la menor duda.

Una de estas fuentes es la obra llamada «Antigüedades Judaicas», del historiador Flavio Josefo. En el Libro XVII, cap. VI, párrafo IV, documenta un eclipse de luna (el único al que alude en toda su obra y que, según él, ocurrió poco antes de la muerte del monarca, pudiéndose ver desde la zona de Jericó. Se ha determinado que la fecha del este evento astronómico fué el 13 de Marzo del año juliano 750, que corresponde al año 4 d.C. del Calendario Gregoriano.

Esta evidencia, por si sola, retrotrae al menos 4 años la fecha en cuestión; pero, además, una lectura atenta de los pasajes bíblicos inherentes al relato, nos deja percibir un cierto lapso de tiempo entre el nacimiento de Cristo y la muerte de Herodes, por lo menos si otorgamos un mínimo de verosimilitud al texto. Si bien la duración del mismo no se puede establecer con precisión, es muy posible que todavía deba llevarse a la datación de la Navidad original un par de años más atrás.

Según el evangelio de Mateo (2:13-15): «…un ángel del Señor apareció en sueños a José, diciendo: "Levántate; toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allá hasta que yo te diga, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo." Entonces José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fué a Egipto. Y estuvo allí hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliese lo que habló el Señor por medio del profeta, diciendo: De Egipto llamé a mi hijo».

Más adelante dice (Mateo 2:19-21): «Cuando había muerto Herodes, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José en Egipto, diciendo: "Levántate, toma al niño y a su madre, y ve a la tierra de Israel, porque han muerto los que procuraban quitar la vida al niño." Entonces él se levantó, tomó al niño y a su madre, y entró en la tierra de Israel».

Esta claro, para la mayoría de los analistas independientes, que esta narración no pretenden ser un recuento histórico, sino una alegoría simbólica. El evangelio de "Lucas", que junto con el de "Mateo" son los únicos de los cuatro canónicos que narran el nacimiento de Cristo, no dice nada de este viaje a Egipto, por lo que ni siquiera la correlación de los textos sagrados valida al evento como real.

Sin embargo, ya sea que la familia de Jesús emigrara a Egipto por un tiempo (no determinado) o que el episodio constituya una simple leyenda, el relato deja entrever un cierto lapso entre la "ida" y la "vuelta" al vecino país. Un viaje de esa naturaleza no se llevaba a cabo por unos pocos días de estadía. Cruzar el desierto del Sinaí era peligroso y tardado, en especial para una madre con su hijo recién nacido. Además, es obvio (por el pasaje Mateo 2:19-21) que, según las escrituras, se radicaron provisoriamente allí. Por todo esto, se puede concluir que el hagiógrafo, más allá de reportar un hecho real o narrar uno imaginario, quiso transmitir la idea de "cierto período de tiempo" entre el nacimiento de Jesús y la muerte del rey Herodes.

Según la opinión de muchos analistas, existe otro factor que denota un período temporal entre el nacimiento de Jesús y la muerte de Herodes «el Grande». Se trata, de otro pasaje del Ev. de Mateo:

«Entonces Herodes, al verse burlado por los magos, se enojó sobremanera y mandó matar a todos los niños varones en Belén y en todos sus alrededores, de dos años de edad para abajo, conforme al tiempo que había averiguado de los magos.» (Mateo 2:16-17).

"Los Magos" a que el texto alude, son los famosos "Reyes Magos" venidos del Oriente para adorar a Jesús.

Existen dudas sobre si esta matanza ocurrió realmente, pero de nuevo se puede ver en el autor del evangelio, la intención de denotar un lapso de tiempo entre un evento y otro. En esta caso, con un valor explícito: Si Herodes mandó a matar a todos los niños "menores de 2 años", por la información que los magos le aportaron, es lógico suponer que ellos creían que el "Mesías" ya había nacido hacía, aproximadamente, ese tiempo. De otro modo, el pasaje no tiene ningún sentido.

Muchos académicos, estiman que el supuesto genocidio de Herodes es una creencia popular (de tipo folclórica y posterior a su muerte) derivada de la brutalidad con que ejerció su reinado y mantuvo el poder (como Flavio Josefo lo documenta en su obra «Antigüedades Judías»), y del hecho de que entre los años 7 y 4 a.C. mandó a ejecutar a tres de sus propios hijos. El versículo 18 del mismo capítulo, alude a una antigua profecía:

«Entonces se cumplió lo dicho por medio del profeta Jeremías, diciendo: Voz fué oída en Ramá; grande llanto y lamentación. Raquel lloraba por sus hijos, y no quería ser consolada, porque perecieron.» (Mateo 2:18)

El pasaje original dice: «Así ha dicho Jehováh: "Voz fué oída en Ramá; lamento y llanto amargo. Raquel lloraba por sus hijos, y no quería ser consolada por sus hijos, porque perecieron"» (Jeremías 31:15).

El libro de Jeremías habla aquí de las desventuras del pueblo de Israel en tiempos inmediatamente anteriores al destierro babilónico. Nada tiene que ver con la época de Jesús. Sin embargo, la correspondencia es natural si se equipara a la crueldad de Herodes con la de Nabucodonosor II. Esto muestra la recurrente intención del evangelista de validar a Jesús como al Mesías, aludiendo a antiguas profecías que eran congruentes con los hechos de su vida. Pero como se dijo antes, el tema de la matanza, es de dudosa historicidad. La principal razón es que Flavio Josefo documentó con holgura todo el reinado de Herodes y, sin embargo, nada dice sobre este evento. Sería sorprendente que siento tan meticuloso "obviara" el reporte de semejante atrocidad.

Otra razón que hace pensar en el carácter mitológico del relato, es la sospechosa equivalencia entre el genocidio de Herodes y la leyenda hindú sobre el nacimiento de Krishna. En la misma, el rey Kansa, tío del niño, asesinaba a todos los hijos de la Virgen Devaki (la madre), para tratar de evitar el nacimiento de éste, también en función de una profecía que auguraba el fin del reinado del tirano, si tal cosa ocurría.

Una última y sospechoza correspondencia es la similitud (e implicaciones) de este hecho, con la historia de la matanza de los varores hebreos por parte del Faraón, poco antes del «Exodo» mosaico (ver Libro del Exodo 1:8 a 22). Aquí también resalta la intención de "Mateo" en cuanto a establecer paralelismos entre los mitos del Antiguo Israel (especialmente con su figura centra: Moisés) y la vida de Jesús, para refrendarlo como el Mesías a los ojos de los judíos "predispuestos" a la idea.

Cualquiera sea el caso, las narraciones de la «Matanza de los Inocentes» y del «Viaje a Egipto» en sí mismas, dan a entender que Jesús nació un par de años antes de la muerte de Herodes (año 4 a.C.). Tal vez un poco después, pero nunca en la misma época.

En definitiva, se puede concluir sin la menor duda que, el nacimiento de Jesús de Nazaret, tuvo lugar entre los años 8 y 4 a.C. (probablemente durante el 6 a.C.) por lo que el Tercer Milenio de la Cristiandad comenzó varios años antes de lo que la mayoría supone y de lo que el calendario indica.

Ante esto surge otra pregunta: Si no es correcta, ¿De donde proviene la actual cronología?

En los primeros siglos del Cristianismo nadie sabía con precisión cual había sido el verdadero año del nacimiento de Cristo y se utilizaba el calendario romano o Juliano, para fechar los acontecimientos. Lo único que se daba por sentado, porque lo documenta el evangelio de Lucas (2:1) y, tal vez, la previa tradición oral o escrita en que el mismo se basó, era que Cristo había nacido bajo el reinado de César Augusto, el primer emperador de Roma.

El evangelio dice: «Aconteció en aquellos días que salió un edicto de parte de César Augusto, para levantar un censo de todo el mundo habitado. Este primer censo se realizó mientras Cirenio era gobernador de Siria. Todos iban para inscribirse en el censo, cada uno a su ciudad. Entonces José también subió desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David que se llama Belén, porque él era de la casa y de la familia de David, para inscribirse con María, su esposa, quien estaba encinta.»
«Aconteció que, mientras ellos estaban allí, se cumplieron los días de su alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito.» (Lucas 2:1-7)

El problema es que Augusto gobernó durante 38 años (27 a.C. al 14 d.C.) por lo que tal referencia no sirve para fechar, ni siquiera nominalmente, el natalicio de Jesús. No obstante, el versículo aporta otros datos, como el censo ordenado por el emperador y la gobernación de Siria [ver «nota»] por parte de Cirino («Cirenio» o «Quirinius»), lo que siempre se pensó, acotaba mucho más la datación. Lamentablemente, un estudio crítico del texto, lejos de aclarar el tema, muestra varios errores e imprecisiones históricas, algunas de las cuales ya habían sido vislumbradas en tiempos de los Padres de la Iglesia.

En primer lugar, se sabe que durante el mandato de Augusto se ordenaron tres censos, en los años: 28 y 8 a.C. y en el 14 d.C. El único de los tres que cuadra remotamente en la época posible para el nacimiento de Cristo es el segundo (8 a.C.), pero no es probable que tal evento se corresponda con su natalicio por dos razones: Primero, retrotrae demasiado el año en cuestión, sería 4 años antes de la muerte de Herodes. Segundo, no tiene sentido que el censo en cuestión se llevara a cabo en Judea, porque la misma gozaba de un status de "reino vasallo" y solo llegó a estar bajo la jurisdicción directa de Roma en el año 6 d.C. (14 años después).

Otro elemento poco creíble es el traslado de la población para ser censada: Roma llevaba a cabo los censos con fines puramente fiscales (para recolectar impuestos), de nada serviría el que alguien se empadronara lejos de donde se encontraba su patrimonio pues de ese modo no podría constatarse el mismo (recuérdese que los romanos eran cosmopolitas, no aferrados a un lugar determinado, por lo que el "volver" a la tierra natal para ser censado parece más bien una remembranza de la tradición judía). Además, en una zona problemática e insegura como Palestina, era impensable implementar semejante traslado (por el caos que el mismo podría provocar).

Por último, cuando Lucas alude al tal Cirenio o Cirino, debió referirse a Quirinius, quien fué, en efecto, "Legado" (gobernador) de Siria. Sin embargo, aquí se presenta otra contradicción con las fechas: Quirinius cumplió dicho cargo recién a partir del año 6 d.C. (10 años después de la muerte de Herodes).

Parece factible que Lucas confundiera un censo local llevado a cabo en Judea cuando Roma tomó el control de la provincia (6 d.C.) y que Flavio Josefo documenta, con el segundo censo general de Augusto (8 a.C.), pero una lectura más atenta, a la luz de la correlación de los datos demuestra que el hagiógrafo, ignoraba realmente las fechas y solo trató de situar los hechos en un contexto probable.

Queda claro que "Lucas" pretendió, como lo hace en muchos otros pasajes de su evangelio, el correlacionar los eventos de la historia secular con los de la vida de Cristo, para hacer su crónica más creíble y análoga a las biografías del mundo clásico. Sin embargo, por desconocimiento de los hechos o por razones indeterminadas, no pudo lograr su cometido.

De todos modos, si se le pretende dar una mínima validez a tales afirmaciones, hay que pensar que Lucas sitúa el nacimiento de Jesús antes del año 5 a.C. (por lo que en todo caso, coincide con los cálculos llevados a cabo a partir de Ev. de Mateo, que ofrecen el margen de 8 a 4 a.C.).

El calendario cristiano data de aproximadamente un siglo después de la caída de Roma. En el año 525 d.C. por orden del Papa Juan I, un monje benedictino, de origen escita, llamado Dionisio «el Exiguo», se empeño en calcular la fecha del nacimiento de Cristo, principalmente para reemplazar la forma de contar los años que regía por entonces.

La misma (como en los siglos anteriores) consistía en referenciar los hechos como ocurridos durante el "año número tal" del gobierno de un determinado emperador (esto fué algo común en toda la antigüedad, lo hacían los egipcios con sus faraones y muchos otros pueblos con sus reyes: se comenzaba a contar los años a partir del inicio de su reinado).

La idea de cambiar la forma de datación surgió quizás del mismo Dionisio, y le fué propuesta al Obispo Petronio, porque en esa época se contaban los años a partir del gobierno de Diocleciano, un emperador romano que persiguió con particular intensidad a los cristianos, por lo que tal referencia les resultaba ofensiva a muchos de ellos. Cayo Aurelio Valerio Diocleciano (245 a 313 d.C.) fué emperador entre los años 284 y 305 d.C., por lo que el año 525 d.C. era el "241 anno Diocletiani".

Sobre los cálculos exactos que Dionisio realizó, así como cuales fueron las fuentes de datación en que los basó, solo se puede especular. Sin embargo, es un hecho que tomó como punto de partida el calendario de la Fundación de Roma, estableciendo que Jesús de Nazaret había nacido en el año 753 de la fundación de la ciudad. A esta cronología, se la llamaba en latín: «ab urbe condita» ("desde la fundación de la ciudad"), por tanto Jesús, según Dionisio, había nacido en el "anno DCCLIII ab urbe condita" (o 753 auc).

En relación a como determinó el año, existen varias posibilidades, pero la fecha que eligió no ofrece misterios, dado que era la ya aceptada por la Iglesia de Roma: el 25 de Diciembre. De todos modos, el monje astrónomo, prefirió hacer coincidir el primer día del año con el que hacía siglos los romanos designaban para tal fin.

En Roma, los años comenzaban cuando el nuevo cónsul se hacía cargo de sus funciones, cosa que en 222 a.C. quedó fijada en el idus de Marzo, pero en 153 a.C. fué llevada a la calenda (primeros días) de Enero y ahí permaneció. Enero pasó así a ser el primer mes del año en las provincias romanas occidentales, práctica que se incorporó al calendario juliano.

De seguro, Dionisio designó al 1° de Enero del 754 auc, como 1° de Enero del año I de la Era Cristiana, por varias razones: Continuar con la ya aceptada fecha de comienzo del año, la proximidad con el 25 de Diciembre (por lo que la diferencia en días no era importante) y el que la tradición afirmaba que Cristo había sido circuncidado 8 días después de su nacimiento, por lo que el 1° de Enero resultaba casi perfecto.

Todos los estudiosos del tema están de acuerdo en que Dionisio cometió varios errores: El primero de ellos, el más obvio, fué que pasó del año I antes del nacimiento de Cristo al I después del mismo, "olvidando" el año CERO (0). Pero en realidad esto no fué un error, sino algo inevitable, pues hay que tener en cuenta que no pudo hacer algo diferente, dado que el concepto del "cero" matemático no existía por entonces.

El conocimiento del número CERO se extendió por Occidente, llegado desde la India a través de los árabes, en el siglo VIII, más de 200 años después de la época de Dionisio. Resulta obvio que el monje pudo haber notado la discordancia entre la edad de Jesús (según sus cálculos) y el año de su "Era", pero no tuvo disponible una solución para corregirla.

No se sabe si tomó en cuenta a Flavio Josefo y el tema de la muerte de Herodes el Grande, que ya era conocido por Eusebio de Cesarea en el s. IV. Pero sí que utilizó un antiguo método para averiguar el año de un evento en base a la "era de los gobernantes", que consistía en contar hacia atrás, emperador tras emperador hasta llegar a la época deseada.

Si se basó en el gobierno de César Augusto, surge otro error de cálculo: No sabía u olvidó que el primer emperador de Roma gobernó 4 años con su nombre original, Octavio (31 a 27 d.C.), sin el título de "Augustus". Esto puede explicar la diferencia entre el 4 a.C. de la muerte de Herodes (recuérdese que Jesús nació antes de morir Herodes según los evangelios) y el 1 a.C. que usó Dionisio. (Nótese que si se sumara el error de 1 año por ausencia del cero, más los 4 del gobierno de Augusto, podrá obtenerse el año 5 a.C., lo que de nuevo coincide con todas las hipótesis analizadas anteriormente para el año del nacimiento de Jesús).

Pero es más probable que usará los versículos del evangelio de Lucas 3:1 y 3:23 en donde respectivamente se dice que Cristo fué bautizado por Juan («El Bautista») en el año 15 del gobierno de Tiberio (29 d.C.) y que por entonces contaba con cerca de 30 años. Como se dijo anteriormente esto no es demasiado preciso, pero a Dionisio, siendo un monje apologeta, pudo bastarle.

Tiberio César gobernó entre el 14 y el 37 d.C., así que la siguiente ecuación es probablemente la que usó el monje:

14 + 15 = 29
29 - 30 = -1

(Como se pensaba que Jesús había nacido el 25 de Diciembre, y por tanto a finales del año, la fecha resultante estaría muy cerca al que el pensó fué el año I d.C.).

El sistema de datación creado por Dionisio el Exiguo se impuso en forma gradual. Gran parte de los cristianos mantuvieron la cronología de "anni Diocletiani", a pesar del antagonismo de dicho emperador para con ellos, justamente porque consideraban a esa "Era" como la de los mártires (la llamarón: "Era de los Mártires"). Por ejemplo hasta el día de hoy, la Iglesia Copta, de Egipto, sigue utilizándola y consideran al año 2000 d.C. como al 1716 de "la Era de los Mártires).
Casiodoro (Flavio Magno Aurelio Casiodoro - c. 490 a c. 585 d.C., historiador romano, nacido en Scylacium, Calabria), quien fuera contemporáneo de Dionisio, usó el "anno Domini" por primera vez en una obra publicada en 562 d.C. llamada "Computus Paschalis", sobre cómo calcular la fecha de Pascua.

Para finales del s. VI toda Italia ya usaba la "Era Cristiana" o "Anno Domine"; con Beda el Venerable, llegó a las islas británicas en el s. VII; Carlomagno lo adoptó a finales del s. VIII o comienzos del IX, pero tardó mucho más tiempo en difundirse por el resto de Europa (Lo que da por tierra la idea de que en vísperas del año 1000 se vivió un clima "apocalíptico" pues, por entonces, no se conocía o pensaba en el concepto de "Milenio"). Uno de los últimos países en adoptar el sistema de Dionisio fué España, en el siglo XIV.

Por su parte, Beda y Carlomagno fueron quienes cambiaron la forma mensual de los idus y calendas por el "dies mensi" (o días del mes) como lo conocemos hoy, pero también tardó siglos en imponerse.

El concepto de "Antes de Cristo" se comenzó a usar recién durante el s. XVII, al despertarse el interés por el estudio científico de la antigüedad.

Fue así como se llegó a la actual era y a la forma en que los occidentales datamos a la historia.

Todo lo analizado lleva a pensar que el nacimiento de Cristo no pudo ocurrir antes del año 8 a.C. ni después del 4 a.C. y con un grado mayor de probabilidad, entre el 7 y 5 a.C.

Lamentablemente no es probable que algún día se llegue a conocer el año exacto, pero de todos modos, podemos afirmar con seguridad que hay que retrotraer el evento al memos 5 años más allá de lo que la tradición supone.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

ORIGEN DE ELEMENTOS QUE COMFORMAN LA NAVIDAD


Lo que llamamos "Navidad" es el resultado de una mezcla de tradiciones paganas muy coloridas e interesantes.
Para empezar, no fue Jesús El Cristo el único que nació del seno de una virgen... pues nacer de virgen era, en muchos pueblos, uno de los signos a través de los cuales se manifestaban los "elegidos".También Krishna nació de una virgen llamada Devaki, en un establo de Nanden; y en igual forma Horus, que nació de la virgen Isis; Osiris, que nació de la virgen Neith; y según las tradiciones de muchos pueblos, lo mismo sucedió con otros personajes como Quetzalcoatl, Zoroastro, Buda, Apolonio, Huitzilopochtli, Pitágoras, Escipión El Viejo, Platón, Karna, Alejandro El Grande.En algunos casos, la fecundación era un hecho digno de la mejor poesía. Para poner unos cuantos ejemplos: Buda, convertido en un elefante blanco, se engendró a sí mismo en el sueño de su madre; Coatlicue, la madre de Huitzilopochtli, el "Guerrero del Sur" de los aztecas, fue embarazada por la pluma de un pájaro sagrado que cayó sobre su regazo; Shotoko Taishi, príncipe que dio al budismo un lugar destacado en Japón, fue concebido cuando Boddisattva, "Salvador del Mundo", entró de un salto por la boca de quien más tarde sería su madre, mientras esta bebía de un pozo; el héroe mítico Maleiwa, del pueblo Wayuú, fue concebido luego de que a su madre la embarazara un trueno; el héroe irlandés Cucchulain fue engendrado tres veces y las tres veces su madre volvió a ser virgen tan pronto este salió al mundo.
En los albores de la era cristiana nadie estaba seguro de la fecha en que había nacido Jesús. Era evidente que en diciembre y enero se daban (y se dan) las temperaturas más bajas (hasta 0.1 bajo cero, en grados Celsius) y las precipitaciones más altas (hasta 187 milímetros) en Tierra Santa, de tal manera que resultaba imposible que los pastores durmieran a cielo descubierto mientras cuidaban el ganado, según escribió San Lucas (médico sirio convertido al cristianismo muchos años después de la desaparición de Jesús), pues durante esta época, incluido febrero, hombres y ganado pernoctaban bajo techo. Era entonces absurdo que el censo de población (decretado por Quirino, gobernador de Siria) se llevara a cabo durante estas fechas, en medio del frío, la lluvia, y los caminos anegados y resbaladizos que harían imposible el desplazamiento de los miles de peregrinos como es el caso de José y María. Todo parece indicar que Jesús nació 6 años antes de su nacimiento oficial, pues los censos se llevaban a cabo cada 14 años y el último había sido en el 20 AC.
Así pues, se comenzó a especular con las fechas: 16 o 20 de mayo, 9, 19 o 20 de abril, 29 de marzo o 29 de septiembre hasta que en el año 334, el Papa Julio I dictaminó que Jesús había nacido el 25 de diciembre, y punto. No era por supuesto una fecha escogida al azar pues (como nos indica Desmond Morris en Tradiciones de Navidad) coincidía con las festividades que se realizaban en muchos pueblos durante el solsticio de invierno, esto es durante el retorno del sol en el hemisferio norte. En esta misma época, los antiguos egipcios celebraban el nacimiento del dios solar Horus, los celtas encendían fogatas en las colinas para honrar al dios-sol Baal, y con igual propósito se llevaban a cabo las ceremonias vikingas en honor de Odín, las Saturnalias romanas, y el nacimiento del dios Indo-iraní Mithra. Fue de esta forma que el nacimiento del Jesús El Cristo fue fácilmente asimilado al retorno del sol, al regreso de la LUZ (El Cristo dice (Juan 8,12; 9,5): "Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no andar en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida"; y más adelante: "Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo". Es sabido además que durante la Edad Media fue llamado "Sol Justitiae" y "Sol Invictus").Puestos a desentrañar "coincidencias", cabe decir que a ésta se sumó otra pues -según antiguas tradiciones esotéricas- la fecha de la muerte de El Cristo se calculó de acuerdo con las posiciones del sol y la luna durante el equinoccio de primavera, que es cuando muchas religiones de la antigüedad celebraban la muerte y resurrección de sus dioses: entre los más conocidos la del dios egipcio Osiris, que solía representarse con los brazos extendidos, como si estuviera crucificado.

Otro elemento pagano de la navidad es el árbol, ya que muchos pueblos les rendían culto a un puñado de árboles considerados sagrados por distintos motivos, cuando llegaba diciembre los hogares del norte de Europa se adornaban con arbolitos para darle la bienvenida a Hertha, diosa del hogar. El origen del arbolito de navidad, por tanto, se encuentra en la mayoría de los cultos de la Europa antigua, principalmente germanos y también en Grecia. Era en los lugares de grandes arboledas que los antiguos germanos construían sus templos. Lo mismo sucedía en la antigua Galia (Francia) donde la encina era considerada un árbol sagrado sobre el que los Druidas, sacerdotes, juntaban el muerdago. En la mayoría de estas creencias los árboles aparecen como morada de de los dioses, especialmente de las dríadas, ninfas protectoras de los bosques. El más común, desde Grecia hasta Noruega era el roble (los antiguos griegos solían celebrar sus compromisos más importantes bajo la sombra de un roble, árbol sagrado que era considerado representante del dios Zeus: de ahí proviene la costumbre de "tocar madera" para protegerse de algún "mal"), pero con el devenir del cristianismo se cambió el inconmovible roble por el abeto pues, según los misioneros, la forma triangular de la enramada correspondía al Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (los hindúes ya hablan mucho antes de Brahma, Shiva y Vishnú como de la trinidad celestial). Este tres mágico caló muy bien en todas partes ya que era un número venerado por muchos pueblos miles de años antes de la venida de Jesús, y de esta manera bastante singular se impuso el abeto (su uso se generalizó a partir del siglo XVII desde la ciudad de Estrasburgo y de allí al resto del mundo) y con el correr de los siglos el pino.

Y ya que estamos en el tema de los árboles, durante esta fecha se había convertido en una costumbre milenaria el adornarlos con piedras pintadas y telas de colores, con el doble propósito de vestir a los árboles que se habían quedado desnudos tras el otoño, esto es sin su respectivo espíritu, y por otro lado lograr que el espíritu que había escapado de los árboles regresara a dar sus frutos en primavera, como efectivamente sucedía para regocijo de todos.

Otro elemento pagano es, por supuesto, Papá Noel, que en un principio se trataba del Abuelo Invierno al que los vikingos agasajaban para que fuera benévolo, y llegado el momento, partiera sin resentimiento para dar paso a la nueva vida. Una vez cristianizados y, siguiendo la costumbre vikinga, los bretones los denominaron Viejo Padre Navidad: uno de ellos se disfrazaba del personaje y con gran alegría el pueblo le ofrecía de comer y de beber en abundancia hasta su partida.

Con el tiempo, el Padre Invierno se confundió con San Nicolás, la historia de Papa Noel se remonta a tiempos tan remotos como el siglo IV pues su figura se encuentra inspirada en la de un sacerdote cristiano llamado Nicolás de Bari, que vivió en esa época, en Anatolia (Turquía). Muy venerado en la Edad Media, sus reliquias se conservan en la Basílica deBari, Italia. Cuenta la historia que en su juventud la peste mató a muchos de los pobladores de su ciudad, incluidos sus propios padres y que Nicolás repartió sus bienes (provenía de una familia acomodada) entre los necesitados. Asociado a su persona nos encontramos con relatos de milagros en vínculo con la gente humilde. Finalmente, a su muerte, hacia el 6 de diciembre del año 345), fue convertido en santo patrón de Grecia, Turquía y Rusia. Los holandeses le tomaron particular cariño y lo llamaron en su lengua Sinter Klaas (San Nicolás), cuya festividad se celebra en Holanda entre el 5 y el 6 de diciembre y con este nombre pasó a América, más específicamente a Nueva Ámsterdam, que luego los ingleses rebautizaron como Nueva York. En el año 1809, Washington Irving, famoso escritor escribió una sátira que denominó “Una Historia de Nueva York” (“Knickerbocker's History of New York”) en la que pronuncia de muy mala manera al santo holandés, Sinterklaas, en su versión inglesa de “Santa Claus”. San Nicolás, deja de vestir sus atributos como obispo y pasa a ser un hombre mayor, grueso, generoso y sonriente, que usaba sombrero de alas, calzón y pipa holandesa.
Y a propósito de este personaje, los lapones constataban cómo cada vez que estaba por llegar el (Padre) invierno, los renos empezaban a bajar en manadas desde las montañas hasta los valles menos azotados por los vientos gélidos. Sabedor de esta leyenda (o al menos así lo supone Desmond Morris), el poeta Clement C. Moore, en 1823 incorporó a los renos a su famoso poema "Una visita de San Nicolás" basándose en el relato de Washington Irving. Es de importancia observar que Moore desplazó la llegada de Papa Noel del 6 de diciembre (según los holandeses) al 25 de ese mes, lo que vínculo finalmente los regalos de Papa Noel con el día de la Navidad.
En 1863 Santa Claus se volvió el personaje obeso, barbudo y bonachón conocido actualmente gracias a la labor del dibujante sueco Thomas Nast quien produjo estas representaciones para la revista “Harper's Weekly”: Papa Noel aparece con su vestimenta roja, botas y gorra. Finalmente, en el año 1931 la compañía de refrescos Coca-Cola encarga al pintor Habdon Sundblom que remodelara la figura de Santa Claus de forma de hacerla mas creíble (y más comercializable), este es el último Papa Noel y es el conocido hoy día por todos nosotros.
Los renos reemplazaron definitivamente a un caballo blanco a partir del ya mencionado poema del norteamericano Clement Moore: el trineo sería remolcado por ocho renos. Asimismo, gracias a Moore, Papa Noel no golpearía más las puertas sino que introduciría los regalos usando las chimeneas. Robert May, en 1939, dibujó por primera vez al reno Rodolfo para un anuncio publicitario y en 1949, Johny Marks creó la canción Rodolfo, el “Reno de la roja nariz”.Desde entonces los renos han precedido el carruaje de Papá Noel, y se teme que Rodolfo el reno, que tiene la nariz roja como un tomate, es parte del séquito.
Los regalos de Navidad tienen un origen pagano: en la antigua Roma se celebraban a mediados de diciembre las fiestas en honor a Saturno en las cuales los niños recibían obsequios de los adultos. Posteriormente los niños italianos recibían regalos de el "hada" llamada Befana; en los países Vascos los regalos los traía el gigante Olentzero y también duendes de barba blanca, botas altas y gorro de armiño.
Los villancicos son de origen español y trataban del amor, posteriormente se hicieron frecuentes en temas de índole religiosa, principalmente los vinculados a la Navidad. La canción navideña mas popular, Stille Nacht (Noche de Paz), fue cantada por primera vez en la Misa de Nochebuena del año 1818 en la iglesia de San Nicolás de Oberndorf, una pequeña aldea próxima a Salzburgo (Austria). Su autor fue el Padre Joseph Mohr, la música es del Profesor Franz Xaver Gruber, maestro de escuela en el pueblo de Armsdorf y organista de la iglesia de San Nicolás. Por otra parte, la canción Jingle Bells, asociada a la Navidad y Santa Claus, fue escrita por el pastor protestante James Pierpoint en 1857, pero fue compuesta para el Día de Acción de Gracias (el último jueves de noviembre): en ella no se menciona la Navidad ni a Santa Claus.

Por su parte los americanos contribuimos a la Navidad con el pavo (del que los aztecas tenían grandes criaderos) que fue introducido en Inglaterra por David Strickland, razón por la cual obtuvo el derecho a poner como centro de su escudo familiar un pavo macho. Sin embargo, durante años (confundiendo el pavo de América con la gallina de Guinea) se creyó que habían sido los turcos quienes habían introducido el pavo en Inglaterra, de ahí su nombre en inglés: turckey (turco). Al parecer, lo único verdaderamente cristiano de la Navidad es Jesús El Cristo y el pesebre, que fue incorporado por San Francisco, con animales vivos y personajes disfrazados, en el año 1224, para imitar la forma en que secelebraba la Navidad en Tierra Santa. Desde esa fecha, muchas casas nobles de Europa empezaron a competir entre ellas para diseñar el mejor pesebre cada año, hasta llegar a excesos verdaderamente surrealistas. Luego, esta costumbre se trasladó a América en donde se incorporaron figurillas de alpacas, cóndores, tapires y caimanes, amén de indios pastores, ángeles negros, ídolos precolombinos, así como chamanes amazónicos o emperadores incas en sustitución de algún Rey Mago, por lo general Gaspar.

A propósito de esto último, Melchor (soberano persa), Gaspar (rey de la India) y Baltasar (jeque de Arabia), fueron "interpretados" por el ecumenismo de la Edad Media, como Melchor (europeo: a caballo), Gaspar (asiático: sobre un camello) y Baltasar (africano: a lomo de elefante) con el propósito de que"cada rey representara a una parte de la Tierra hasta entonces conocida",según señala el antropólogo Segundo Moreno.

De esta manera queda demostrado cómo la Navidad, fiesta especialmente diseñada para ser disfrutada por los niños, es una verdadera mezcolanza de tradiciones, mitos y ceremonias paganas.

lunes, 17 de diciembre de 2007

ORIGEN DE RODOLFO EL RENO

Una noche de diciembre en Chicago, hace muchos años, una pequeña niña saltó al regazo de su papá y le hizo una pregunta. Una pregunta muy simple, con su curiosidad de niña, pero que tuvo gran efecto en el corazón de Robert May, su padre.

-Papa- dijo la pequeña Bárbara de 4 años - Porque mi mamá no puede ser como las otras mamás?-

La mamá de la pequeña, Evelyn se encontraba muy enferma de cáncer, los 3 vivían en un pequeño departamento de solo dos cuartos y todo el dinero que Bobo ganaba lo usaban para los medicamentos y tratamientos de Evelyn, que yacía acostada en un pequeño sofá.

La tristeza de Bob al escuchar la pregunta de su hija era muy grande, las vidas de los adultos suelen ser complicadas y se complican aún más con la inocencia de los niños, entonces, buscando una respuesta que quitara esa carga de su pequeña hija comenzó a inventar una historia tratando de responder.

Bob sabía el significado de "diferente", desde niño había sido muy delicado y enfermizo, con la crueldad que permite la ignorancia los otros niños siempre se burlaban de él y no le permitían jugar con ellos, Bob era delgado, delicado y pequeño y sus compañeros de clase siempre lo hacían llorar con sus burlas.

De adulto Bob tampoco fue muy feliz, tenía un trabajo mediocre, su esposa estaba enferma y los dos años que había durado su estado crítico lo habían dejado deprimido, triste y con muchas deudas.

Aunque no lo supo en ese momento, Bob dió a su hija la respuesta que traería un milagro a su vida.

Esa noche fría de Diciembre, en Chicago Bob abrazó a su pequeña hija y comenzó a contarle un cuento.

Hace mucho tiempo, había un reno llamado Rudolph (Rudolf), el unico reno en el mundo que tenía una gran nariz roja. Naturalmente la gente le llamaba "Rodolfo, el reno de la nariz roja".
Rodolfo estaba terriblemente avergonzado por su enorme nariz tan peculiar, los otros renos se burlaban de él, su padre, su madre y su hermana tambien sentían pena por la desdicha de Rudolph. Incluso él mismo se sentía muy apenado.

Una noche en víspera de Navidad, Santa Claus estaba preparando su trineo, alistando a todos sus renos, Dasher, Prancer, Vixen y los otros para dar la vuelta alrededor del mundo, llevando regalos a los niños.

Pero de pronto una terrible tormenta se desató y la neblina cubrió toda la tierra, evitando que los renos pudieran remontar el vuelo y Santa sabía que con tanta niebla no podría encontrar una sola chimenea.

De pronto, Rudolph apareció para ver que sucedía, su gran nariz brillaba como nunca. Santa sintió que esa era la respuesta a su problema, así que llamó a Rudolph y lo colocó al frente del trineo, adelante de todos los demás renos, como líder.

Con esa gran nariz como guía los venados pronto remontaron el vuelo y Rudolph condujo a Santa a cada una de las chimeneas.

Esa terrible noche ni la lluvia, los truenos, la nieve o la niebla pudieron detener a Rudolph que con su gran nariz roja iluminó el camino.

Y así fue como Rudolph se convirtió en el reno más querido y admirado de todos, esa gran nariz que un día lo hizo sentir tan mal, hoy era la envidia de todos en el mundo de los renos.
Santa Claus les dijo a todos los renos que Rudolph había sido el héroe y desde ese día Rudolph pudo vivir sereno y feliz.

La pequeña Barbara sonrió contenta cuando su papá terminó la historia y cada noche desde esa vez, le pedía a su papá que le contara la historia de Rudolph como un arrullo para poder dormir.
Luego Bob decidó hacerle un cuento a su pequeña hijita cuando se aproximaba la navidad. Se puso a escribirlo como un poema y le puso algunos dibujos muy simples, luego lo adornó como si fuera un libro, para darselo como regalo a su hija.

Noche tras noche Bob trabajó en los versos porque quería que su hija tuviera un regalo valioso, lo poco que él pudiera hacer no era suficiente, ya que no tenía dinero para comprarle nada.

Una noche, mientras Bob daba los toques finales al poema de Rudolph, la tragedia entró a su casa, Evelyn se puso más grave e irremediablemente murió.

Bob, más triste que nunca y con todas las esperanzas rotas se hizo fuerte para no caer frente a Barbara, apoyándose en esa idea se sentó en su solitario departamento y volvió a trabajar en Rudolph con lágrimas en los ojos.

Cuando Barbara lo recibió se emocionó tanto que lloró de alegría sosteniendo con gusto el hermoso regalo que su padre le había hecho con sus propias manos, su regalo de Navidad.

Luego Bob fue invitado a la fiesta de celebración de navidad de los empleados, él no tenía ánimos para ir, se sentía deprimido y más solo que nunca, pero sus jefes le insistieron. Cuando Bob aceptó, llevó con él su poema de Rudolph y en la fiesta lo leyó a los invitados.

Al principio la muchedumbre ruidosa lo escuchó entre risas y comentarios burlones, pero luego se quedaron callados y al final rompieron en un aplauso espontáneo. Eso fue en 1938.

Por la navidad de 1947, cerca de 6 millones de copias del libro habían sido regaladas o vendidas, haciendo de Rudolph uno de los libros más distribuidos en el mundo.

La demanda de productos de Rudoph se incrementó en muchos sentidos, cada día más productos nuevos con la imagen de Rudolph eran vendidos y la gente solicitaba aún más. Los historiadores predijeron que Rudolph tendría un lugar especial en las leyendas de Navidad.
Y así fue...

A través de todos los años de infelicidad y amargura y la muerte trágica de su esposa, Bob ha conseguido la calma, recordando siempre con agradecimiento la noche en que su hija pequeña de 4 años le hizo una pregunta que lo llevó a un milagro.

sábado, 15 de diciembre de 2007

EN LO QUE LLEGA LA NAVIDAD, UNA VISIÓN ECEPTICA... Y SU CONTRAEXPLICACIÓN


La demostración cuántica de la existencia de Papa Noel más conocido como Santa Claus

Se han obtenido los siguientes datos acerca de la existencia de Papa Noel:

Ninguna especie conocida de reno puede volar. No obstante, existen 300000 especies de organismos vivos pendientes de clasificación y, si bien la mayoria de ellas son insectos y germenes, no es posible descartar completamente la posible existencia entre ellas del reno volador que solo Papa Noel conoce.

Hay unos 2000 millones de niños (considerando unicamente a las personas con menos de 18 años) en el mundo. Pero dado que Papa Noel no parece que se ocupe de los niños musulmanes, hindues, judios y budistas, la cifra se reduce a un 15% del total (unos 378 millones, según las estadísticas mundiales de población). Según estas estadísticas, se puede calcular una media de 3.5 niños por hogar, por lo que estamos hablando de unos 91.8 millones de hogares (suponiendo que en cada uno de ellos, haya al menos un niño que se haya portado bien).

Papa Noel dispone de 31 horas en Nochebuena para realizar su trabajo, gracias a los diferentes usos horarios y a la rotación de la tierra (se supone que viaja de este a oeste, lo cual parece lógico). Esto supone 822.6 visitas por segundo. En otras palabras, en cada hogar cristiano con un nino bueno, Papa Noel tiene 1 milésima de segundo para aparcar, salir del trineo, bajar por la chimenea, llenar los calcetines, repartir los demas regalos bajo el arbol, comerse lo que le hayan dejado, trepar otra vez por la chimenea, subir al trineo y marchar hacia la siguiente casa. Suponiendo que cada una de estas 91.8 millones de paradas está distribuida uniformemente sobre la superficie de la tierra (lo cual es falso, pero puede valer para los calculos), hay 1.2 Km entre casa y casa. Esto da un recorrido total de 110 millones de Km., sin contar lo necesario para las paradas a hacer lo que cada uno de nosotros haría al menos una vez en 31 horas. Se deduce de ello que el trineo de Papa Noel mueve a unos 1000 Km/sg, 3000 veces la velocidad del sonido. Como comparación, el vehículo fabricado por el hombre que mayor velocidad alcanza, la sonda espacial Ulises, se mueve a unos miseros 43 Km/sg. Y un reno convencional sólo puede correr a una velocidad punta de unos 24 Km/h.

La carga del trineo añade otro elemento interesante al estudio. Suponiendo que cada niño solo se lleve un TENTE de tamaño mediano (0.9 Kg), el trineo transporta unas 321300 toneladas, sin contar a Papa Noel a quien siempre se le describe como bastante rellenito. En la tierra, un reno convencional no es capaz de transportar más allá de 150 Kg. Aunque el reno volador pudiera transportar diez veces esa carga, no bastarian ocho o nueve, sino que se precisarían unos 214200 renos. Esto incrementa la carga (sin contar el peso del propio trineo) a unas 353430 toneladas. Sí tenemos en cuenta el peso del conjunto 5353000 toneladas y que viajarían a unos 1000 Km/sg y que crearían una resistencia aerodinámica enorme, esto provocaría un calentamiento de los renos similar al que sufre una nave espacial en su reentrada a la atmosfera terrestre. La pareja de renos que vaya a la cabeza absorbería un trillon de julios de energia por segundo, cada uno. En pocas palabras, se incendiarían y consumirían casi al instante, quedándose expuesta la pareja de renos posterior. También se originarían unas ondas sonoras ensordecedoras en este proceso. El tiro de renos al completo se vaporizaría en 4.26 milésimas de segundo. Papa Noel mientras tanto, sufriría unas fuerzas centrífugas 17500.06 veces superiores a las de la gravedad. Si Papa Noel pesase 120 Kg (tirando por lo bajo), sería aplastado contra la parte posterior del trineo con una fuerza de más de 2 millones de Kg. Por consiguiente y concluyendo, si Papa Noel intentó alguna vez llevar los regalos a los niños en Navidad, está muerto.


Contraexplicación:

El análisis anterior, basado en las leyes de la Física Clásica, presenta un fallo importante, puesto que no considera los fenomenos cuánticos, que son bastante significativos en este caso particular. Como se ha indicado, se conoce con extrema precisión la velocidad terminal del reno a traves del aire seco de Diciembre sobre el hemisferio norte (por ejemplo). Asi mismo, se conoce con tremenda precisión la masa de Papa Noel y su trineo (puesto que se conoce el numero de niños, regalos y renos justo antes del vuelo). En cuanto a la dirección y sentido del vuelo, ésta es esencialmente de Este a Oeste.

Todo lo anterior significa que se puede determinar con excelente precisión el vector del momento cinético de Papa Noel y su cargamento. Basta con aplicar el Principio de Incertidumbre de Heisemberg para saber que la posición de Papa Noel, en cualquier momento de Nochebuena, es extremadamente imprecisa. En otras palabras, está "difuminado" sobre la superficie de la tierra, de forma analoga a como el electrón está "difuminado" a una cierta distancia del nucleo de átomo. Por tanto, literalmente puede encontrarse en todas partes en un momento dado.

Por último, las velocidades relativas a las que los renos pueden llegar durante breves lapsos de tiempo hacen posible que, en ciertos casos, lleguen a algunos lugares un poco antes de salir del polo norte. Papa Noel, en otras palabras, asume durante breves periodos de tiempo las características del taquión. Estamos de acuerdo en que la existencia de los taquiones aun no esta probada y es hipotética, pero lo mismo ocurre con los agujeros negros, y ya nadie duda de su existencia.

Asi que resumiendo y concluyendo, es perfectamente posible la existencia de Papa Noel y que reparta todos los regalos en nochebuena.

MIAU!

jueves, 13 de diciembre de 2007

TÁCTICA Y ESTRATEGIA


Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos

no haya telón
ni abismos

mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites
.
Mario Benedetti

martes, 11 de diciembre de 2007

LA VIRGEN DE GUADALUPE


Llama la atención para los expertos textiles como la manta que estuvo expuesta directamente al medio ambiente, el polvo, insectos y la intensa humedad; hubiera creado una especie de protección natural durante al menos los 116 primeros años de su exposición, posteriormente fue protegida por una urna de cristal. Es imposible que una capa de hijo de maguey que suele tener una duración máxima de veinte años, se conserva intacta y con aquella viveza en sus colores después de casi 500 años. Tampoco se explica como a resistido los negros vapores de infinidad de candelabros y lámparas que ardían día y noche a escasa distancia de la impronta. Además la tilma ha sufrido la continua frotación de cientos de miles de estampas, distintivos, banderas, escapularios, medallas y manos; sin afectarla en lo más mínimo.

En 1791 mientras un orfebre limpiaba el marco de oro y plata que protege la imagen, un frasco de ácido muriático (en proporción de un 50% de ácido nítrico y 50% de ácido clorhídrico) se derramó accidentalmente sobre la parte superior del ayate, según los especialistas la caída de este ácido corrosivo hubiera provocado una considerable destrucción al tejido; pero nada de esto sucedió. Aparece eso sí, una mancha amarilla que está desapareciendo con el tiempo. Asimismo, en la mañana del 14 de noviembre de 1921, el pedrero Luciano Pérez un español anarquista depositó un ramo de flores cargado con dinamita en el altar mayor de la antigua basílica; la bomba hizo impacto a escasos metros de la urna. La explosión demolió las gradas de mármol del altar mayor, los candelabros, floreros, ventanales de las casa vecinas y un Cristo de latón de dobló; pero para sorpresa de todos, ni siquiera el cristal que cubría la imagen de la Virgen sufrió ningún daño.

En el año 1785 se fabricaron don copias de la Virgen Morena, con los mismos materiales y por los mejores pintores de la época ; sin embargo las reproducciones no fueron iguales a la original, y con el tiempo se fueron descolorando y deshaciéndose.
En el año 1936 el Obispo de México hace analizar tres fibras del manto con el que posteriormente sería premio Nobel de Química del año 1938 y 1949 el Dr. Richard Khun de origen judío, llegando a la conclusión que el origen de los colores, no pertenecían a ningún elemento animal, vegetal o mineral, ni ningún otro elemento de los 111 conocidos. Seguidamente, en el año 1979 se llevó acabo nuevas investigaciones por científicos de la NASA, con el apoyo de la tecnología moderna. Se descubrió que toda la imagen de aquel tosco e imperfecto material no fue pintada por mano humana; el rostro de la Guadalupana es perfecto y no tiene ningún trazo de pincel, no se ha descubierto ningún rastro de pintura en la tela. De hecho, a una distancia de 10 centímetros de la imagen, sólo se ve la tela de maguey en crudo: los colores desaparecen. Se ha hecho pasar un rayo láser en forma lateral sobre la tela, detectándose que la coloración de la misma no está ni en el anverso ni en el reverso, sino que los colores flotan a una distancia de tres décimas de milímetro sobre el tejido, sin tocarlo. Los colores flotan en el aire, sobre la superficie de la tilma.

La túnica rosa y el manto azul son tan brillantes y coloridos, como si acabaran de ser hechos, además tienen un simbolismo, pues son los colores del dios supremo de los aztecas, sólo el emperador podía utilizarlos; sobresale en el pecho unas cintas negras que era llevada por las indígenas embarazadas. Así la Madre del Redentor presenta a su Unigénito al Nuevo Mundo. La Señora también está sostenida por un ángel cuyas alas son de las plumas del Tzinitzcan, usadas por los aztecas para confeccionar los ornamentos más preciosos y considerados superior al oro. El 22 de diciembre de 1981 el padre Mario Rojas descubre en el Observatorio Laplace de la ciudad de México que las estrellas del manto corresponden al Solsticio de invierno del día 12 de diciembre de 1531 que pasó por México a las 10.26 de la mañana o sea que a esa hora Juan Diego desplegó el poncho y en esa hora de ese día los astrónomos han comprobado tal acontecimiento. Las estrellas que lleva en su vestido, corresponde a la exacta posición de las principales constelaciones en el solsticio del invierno, es decir, del momento de la aparición. Por lo tanto, toda la Virgen de Guadalupe es un mensaje cifrado de acuerdo a la cosmovisión de los nativos mexicanos.

En 1929 el fotógrafo Alfonso Marcué González descubre una figura humana en el ojo derecho de la Virgen.Para los científicos lo que más les llamó la atención, han sido las figuras humanas descubiertas mediante ampliaciones por computadora, en los ojos de tan sólo cuatro milímetros; en ellos aparecen entre otros el santo vidente y el obispo Zumárraga. En julio de 1956 el Dr. Lavoignet después de 8 meses de trabajos descubre el fenómeno óptico de la "triple imagen de Purkinge-Samson" que es el fenómeno óptico que en el ojo humano se forma las tres refracciones del objeto visto (efectos de refracción de la imagen de un ojo humano). Estudios oftalmológicos realizados en el año 1956 por oftalmólogo Dr. Torruela Bueno a los ojos de María detectarón que al acercarles luz, la retina se contrae y al retirar la luz, se vuelve a dilatar, exactamente como ocurre en un ojo vivo. En febrero de 1979 el Dr. José Aste Tonsmann Jefe del Centro Científico de la IBM de la capital de México le lleva dos años de trabajo intensivo y va a descubrir lo que hasta ahora ha sido uno de los fenómenos inexplicables más grande de todos los tiempos. Por computadora la imagen de la pupila del ojo derecho e izquierdo agranda la misma en forma digitalizada y descubre doce persona que están viendo la Imagen de la Virgen de Guadalupe.
Pero allí no termina la sorpresa ya que al agrandar la pupila del Obispo Juan de Zumarraga otras mil veces más o sea 1 milímetro de la imagen se agranda primero 2500 veces y luego la pupila del obispo 1000 veces más y allí aparece nuevamente la imagen del indio Juan Diego mostrando la Tilma con la Imagen de la virgen de Guadalupe.- O sea que en el tamaño de un cuarto de micrón que es la ¼ parte de un millonésimo de milímetro, esto hizo que el doctor Aste Tonsmann no durmiera por varios días maravillado de algo tan increíble.
El 7 de mayo de 1979 los científicos Jody Brand Smith profesor de estética y de filosofía en el Pensacola College y Phillip Serna Callahan biofísico de la Universidad de Florida y especialistas en pintura y miembros de la N.A.S.A. No encontraron pintura en el original de la Imagen. Pueban que no es fotografía pues no ha impresionado al tejido.
La temperatura de la fibra de maguey con que está construida la tilma mantiene una temperatura constante de 36.6 grados, la misma que el cuerpo de una persona viva. Uno de los médicos que analizó la tilma colocó su estetoscopio debajo de la cinta que María posee (señal de que está encinta) y escuchó latidos que rítmicamente se repiten a 115 pulsaciones por minuto, igual que un bebé en el vientre materno.
Estudios científicos no logran descubrir el origen de la coloración que forma la imagen, ni la forma en que la misma fue pintada. No se detectan rastros de pinceladas ni de otra técnica de pintura conocida. Los científicos de la NASA afirmaron que el material que origina los colores no es ninguno de los elementos conocidos en la tierra. Al acercarse al ver la tela a menos de 10 centímetros no se ve nada mas que las fibras del manto y los colores no. Al pasar un rayo láser por la tela colocándola de costado el mismo pasa sin tocar la pintura ni la tela y comprueban que la pintura está suspendida en el aire por tres décimas de milímetros o sea que la misma no está pegada en el manto sino tan sola suspendida en el aire.
Fueron pintados dos ángeles al costado en la mitad de la imagen fuera de los rayos y a los 30 días desaparecieron y hoy en día con aparatos muy especiales y sofisticados se pueden encontrar rastros de la pintura. También una corona arriba de la cabeza fue pintada y la misma ha desaparecido. El ángel de la parte inferior según el padre Rojas fue agregado en el siglo XVIII y se va borrando con el tiempo. La pintura agregada por el hombre al manto, el ángel de la parte inferior el oro a los rayos y plata al lazo de armiño y la serpiente debajo de los pies de la virgen se están cayendo y aparecen los colores originales gravado el día 12/12/1531, con más esplendor.
Nican Mopohua es el relato de las Apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe a Juan Diego, indígena azteca, ocurridas del 9 al 12 de diciembre de 1531. Escrito originalmente en la lengua náhuatl, todavía en uso en varias regiones de México. Las dos palabras iniciales Nican Mopohua se han usado por antonomasia para identificar este relato, aunque muchos documentos indígenas comienzan igual. El título completo es: "Aquí se cuenta se ordena como hace poco milagrosamente se apareció la Perfecta Virgen Santa María, Madre de Dios, nuestra Reina; allá en el Tepeyac, de renombre Guadalupe". Es la principal fuente de nuestro conocimiento del Mensaje de la Sma. Virgen a Juan Diego, a México y al Mundo. La copia más antigua se halla en la Biblioteca Pública de Nueva York Rare Books and Manuscripts Department. The New York Public Library, Astor, Lenox and Tilden Foundation.

La autoria se le atribuye a Don Antonio Valeriano (1520?-1605?) sabio indígena aventajado discípulo de Fr. Bernardino de Sahagún. Don Antonio recibió la historia de labios del vidente Juan Diego, muerto en 1548.
Guadalupe significa en el idioma indígena: "aplasta la cabeza a la serpiente". Es justo el protoevangelio en Génesis 3:15: María, vencedora del maligno.
La imagen es una pintura tal y como la detalla Apocalipsis 12: “apareció en el cielo una señal grande, una mujer envuelta en el sol, con la luna debajo de sus pies".
La Virgen tiene una cinta en el vientre, está "encinta" o "embarazada" para indicar que Dios quería que Jesús naciera en América, en el corazón de cada americano.

El primer milagro del manto de la Virgen la misma lo hace el mismo día 12 de Diciembre de 1531 cuando las flores que estaban en le manto que Juan Diego no las podía ocultar al ir a la presencia del obispo y que por eso lo habían de molestar, empujar o aporrear, descubrieron un poco que eran flores; y al ver que todas eran diferentes flores de Castilla sacadas del monte del Tepeyac en pleno invierno que no crecían ni una flor, se asombraron mucho por ello y al querer tomar las mismas desaparecían de las manos de quienes querían arrebatárselas a Juan Diego.

Al desenvolver el manto delante del obispo se dibujó en él la Imagen de la Siempre Virgen María la Madre del Verdadero Dios (como le había anunciado a Juan Diego, confirmando de esta forma lo que los católicos creen que la Virgen fue Virgen antes, durante, y después del parto) y que hasta hoy se conserva y el obispo y todos los que estaban se arrodillaron y la veneraron.

El día 26 de Diciembre de 1531 cuando iban en procesión al monte del Tepeyac en la misma iban muchos indios festejando como eran la costumbre de los indios chichimecas jugando con los arcos y las flechas y danzando los que iban a pie y desde una canoa a uno de ellos se le disparó una flecha con tan mala suerte que atravesó la garganta de un indio que iba caminado acompañando el manto.- El mismo murió en el acto en que la flecha le atravesó la yugular.- Luego de haberle extraído la flecha delante mismo del manto el indio revivió sólo le quedo la cicatriz hasta el día en que murió.

A raíz de ello 9.000.000 de indios se convirtieron al cristianismo.