viernes, 31 de octubre de 2008

EL ÁRBOL DE LA AMISTAD


Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por la simple casualidad.

Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar, más otras apenas las vemos entre un paso y otro. A todas las llamamos amigos y hay muchas clases de ellos.

Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros amigos. El primero que nace del brote es nuestro amigo papá y nuestra amiga mamá, que nos muestran lo que es la vida. Después vienen los amigos hermanos, con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros.

Pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes respetamos y deseamos el bien.

Mas el destino nos presenta a otros amigos, los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino. A muchos de ellos los denominamos amigos del alma, de corazón. Son sinceros, son verdaderos. Saben cuando no estamos bien, saben lo que nos hace feliz.

Y a veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón y entonces es llamado un amigo enamorado. Ese da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, saltos a nuestros pies.

Mas también hay de aquellos amigos por un tiempo, tal vez unas vacaciones o unos días o unas horas. Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro, durante el tiempo que estamos cerca.

Hablando de cerca, no podemos olvidar a amigos distantes, a aquellos que están en la punta de las ramas y que cuando el viento sopla siempre aparecen entre una hoja y otra.

El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas, algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas estaciones. Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron continúan cerca, alimentando nuestra raíz con alegría. Son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestro camino.

Te deseo, hoja de mi árbol, paz, amor, salud, suerte y prosperidad.
Hoy y siempre... Simplemente porque cada persona que pasa en nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros.

Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejarán nada.

Ésta es la mayor responsabilidad de nuestra vida y la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.


Jorge Luis Borges

miércoles, 29 de octubre de 2008

EL YETI, BIGFOOT, NESSIE Y OTRAS CRIATURAS CRÍPTIDAS


EL YETI

Es un ser bípedo conocido en toda la cordillera del Himalaya. En el Tíbet recibe el nombre de metoh kangmi. Camina ligeramente inclinado hacia delante. Tiene todo el cuerpo cubierto de pelo lacio y fuerte, salvo la cara, de piel blanca o rojiza; el pelaje es más corto en el pecho y por debajo de las rodillas. La cabeza es ovalada y puntiaguda y está adornada con una cresta de pelo. Tiene la frente pronunciada, los ojos hundidos y las mandíbulas muy fuertes. El cuello y la espalda son anchos y musculosos. Los brazos llegan hasta las rodillas y las piernas son fuertes y arqueadas. Los pies, anchos, están cubiertos de pelo. Desprende un olor característico, fuerte y nauseabundo. Tiene costumbres nocturnas y rehuye al hombre. Su aullido se parece al graznido de la gaviota.

Según parece, en ocasiones se asocia con la pantera de las nieves [Uncia uncia].

De acuerdo con los rastros de huellas que se han observado y fotografiado en varias ocasiones, el dedo gordo del pie, que se separa ligeramente hacia un lado, queda hacia el interior, lo que significa que el yeti es un primate, y no un oso como se ha propuesto en ocasiones, puesto que en éste, el dedo más grueso es el quinto. A veces el segundo dedo es también bastante grueso, y los restantes son muy pequeños.

Su comportamiento es también típico de un primate: enseña los dientes como forma de intimidación, se rasca nerviosamente, destruye cosas con violencia y manifiesta su cólera saltando rítmicamente en el sitio y arrancando manojos de hierba.

De las observaciones directas se deduce que es un animal omnívoro: se le ha visto devorar pequeños mamíferos, líquenes, frutas y bayas, e incluso chocolate y galletas robados a los alpinistas. El análisis de los excrementos que se han encontrado junto a los rastros confirma estas observaciones: contienen materia vegetal, huesos de pequeños mamíferos y aves, y restos de grandes insectos. Además, se han descubierto en esos excrementos tres nuevas especies de parásitos intestinales, lo que sugiere que su huésped es una especie desconocida.

Abominable hombre de las nieves es un nombre muy poco apropiado para el yeti: no es abominable, sino más bien tímido; habita en los espesos bosques de rododendros del Himalaya, y sólo ocasionalmente atraviesa las laderas y los valles nevados (parece ser que para alimentarse de un musgo salino que crece en las rocas de las morrenas glaciares); y probablemente no sea un hombre.

El zoólogo Bernard Heuvelmans lo ha bautizado con el nombre de Dinanthropoides nivalis.

Existen al menos dos tipos de yeti, que pueden ser especies diferentes, razas geográficas o individuos de distinta edad o sexo de una misma especie. Además, entre las centenas de testimonios sobre seres bípedos de la región, algunos, como el mi gö tibetano, corresponden a verdaderos hombres salvajes, que tienen un área de distribución mucho más amplia, puesto que se extienden por las zonas montañosas de toda Asia.

El gran yeti, llamado dzu-teh (chuti) por los sherpas, rimi por los montañeses tibetanos y migyur en Bután, mide entre 2 y 2,75 metros de altura. Tiene las cejas prominentes. Su pelaje está formado por dos capas: una interna, espesa, de pelo corto rojizo, y otra más suelta, formada por largos pelos grisáceos, pardos o negros. El ADN de una muestra de largos pelos negros recogida en Bután han sido analizada en 2001 en el Instituto de Medicina Molecular de la Universidad de Oxford, con el resultado de que no se ha podido identificar el animal del que procede. Sus huellas miden más de 30 centímetros. Tiene una fuerza descomunal: Existe un testimonio de una pastora que fue atacada y arrojada a un torrente por un gran yeti, que posteriormente rompió la nuca de un yak, le abrió el vientre y devoró el hígado (exactamente igual que los sasquatch de Norteamérica hacen con los ciervos). Vive entre los 3000 y los 4000 metros en el Tíbet y el norte de Nepal, Sikkim y Bután (aunque posiblemente sea el mismo primate gigante que, con distintos nombres, es conocido en el sur de China y por todo el sudeste asiático). Al parecer, dos lamaserías del Tíbet conservan ejemplares momificados de este animal. Probablemente está emparentado con Gigantopithecus, un enorme simio antropoide terrestre de más de 2 metros de altura (conocido sólo por sus dientes y algunos fragmentos de mandíbula descubiertos en la India, Vietnam y China), desaparecido en el pleistoceno medio, hace unos 400.000 años.

El pequeño yeti, llamado yeh-teh o mi-teh (mitre) por los sherpas, rackshi bompo por los montañeses tibetanos, jungli admi en Bután, sogpa o shukpa en Sikkim, vanamanusha en Cachemira y bamanush en Bangladesh, es rechoncho y de la talla de un hombre, o algo menor, entre 1,4 y 1,7 metros. Su pelaje es espeso, de color rojizo; algunos pelos, analizados en el Museo de Historia Natural de París, han sido identificados como pertenecientes a un primate desconocido, emparentado con el orangután [Pongo pygmaeus]. Tiene las mejillas cubiertas de pelo marrón, la nariz chata, los labios anchos y los dientes largos. Las manos son grandes. Sus huellas, de aspecto humano, miden unos 25 centímetros de largo por 12 de ancho y tienen 4 ó 5 dedos. (Es posible que los dedos segundo y tercero estén unidos y en las huellas parezcan, como se ha dicho más arriba, un sólo dedo muy grueso.) Aunque generalmente es bípedo, cuando huye corre a cuatro patas.

Según los montañeses tibetanos, existe un tercer tipo de yeti, al que llaman nyalmo o mi-chen-po. Es un gigante carnívoro, antropófago, de 4 a 5 metros de altura, que habita en cuevas inaccesibles por encima de los 4000 metros y se desplaza en grupos. De estos titanes existen pocos testimonios, pero parece ser que también se han encontrado sus huellas, de 45 a 60 centímetros de longitud.

Otra forma de yeti en sentido amplio es el teh-lma o pyar-them, un pequeño bípedo nocturno de 45 a 90 centímetros de altura, de pelambre gruesa y rojiza y breve melena, que habita en las selvas de baja altitud del Nepal, donde se alimenta principalmente de ranas que atrapa en los ríos. Puede ser una especie de gibón [Hylobates], aunque éstos no se conocen al norte del Bramaputra.

Un último detalle: en la India, la región del monte Everest, donde no vive ninguna especie conocida de primate, se llama Mahalangur Himal, las montañas de los grandes monos.


EL BIGFOOT

Informes Fidedignos acerca de "hombres bestia" en el subcontinente americano se dieron a conocer ya en 1830. Aunque para la información anterior a 1900 tenemos que confiar en viejas crónicas periodísticas, investigadores decididos han encontrado algunas descripciones sugerentes de bestias muy similares a las observadas en la actualidad. En 1851, por ejemplo, un diario local publicó la historia de dos cazadores de Greene County (Arkansas) que vieron un rebaño perseguido por un "animal que tenía las inconfundibles características del ser humano".

Era de gigantesca estatura, su cuerpo estaba cubierto de pelo y su cabeza provista de largos rizos que tapaban casi por entero cuello y hombros. El "hombre salvaje", después de mirarlos fijamente durante un momento, se volvió huyendo a gran velocidad con saltos de tres a cuatro metros. Sus huellas medían unos 33 centímetros.

El cronista añadía que se pensaba que el animal era "un superviviente del sismo que asoló la región en 1811". En casi todos estos primeros informes se consideraba a los hombres-bestia como "hombres salvajes", suponiendo que eran humanos que se habían refugiado en los bosques y en cuyo cuerpo se había desarrollado un tupido manto de pelo. Pero la moderna teoría evolucionista considera esto improbable.

Esta observación, que tuvo lugar en Arkansas, demuestra que las apariciones de piesgrandes no se limitan a los estados del Noroeste (norte de California, Oregon, Washington) y la Columbia Británica, donde se han producido la mayoría de ellas. Aunque en dichas regiones, con vastas zonas de montañas boscosas, se ha originado más información que en otras, piesgrandes o sus huellas han sido vistos en casi todos los estados norteamericanos y en las provincias canadienses. En Florida, muy lejos de lo que se considera el territorio tradicional de los piesgrandes, se han producido numerosas observaciones de "monos pestilentes" en los últimos años.

Muchos informes se limitan a describir un hombre-bestia apenas entrevisto en lugares boscosos. Pero existen otros muy detallados que muestran ciertos rasgos característicos. Al parecer, los piesgrandes son tímidos y no gustan de la presencia de los humanos, aunque también tienen una vena de curiosidad y a veces se acercan por la noche a grupos que acampan en los bosques, contemplan sus pertenencias y, ocasionalmente, balancean su caravana o su coche. Esta conducta y antiguos informes sobre la destrucción de campamentos de buscadores de minerales ponen de manifiesto el deseo de ahuyentar a los intrusos.

También han sido vistos merodeando cerca de casas de campo y aldeas, atraídos probable mente por la facilidad para conseguir comida. Pero, pese a su aspecto terrible y a la conducta provocadora de sus descubridores (cuya reacción es, con frecuencia, disparar primero y preguntar después), los piesgrandes no son agresivos con los humanos, existiendo muy pocas noticias de que hayan causado daños.

A medida que avanza el siglo XX y crece el número de personas que conocen la existencia de los piesgrandes, las noticias sobre observaciones antiguas y recientes van en aumento, y desde los años sesenta se dispone ya de un vasto archivo de informes. Aunque es obvio que esto se debía en parte a la mayor publicidad, ¿significaba también que los piesgrandes eran vistos con mayor frecuencia? Como, a causa del avance de la civilización, su hábitat debe ir reduciéndose gradualmente, es lógico suponer que su número disminuye. Quizá sea esta presión sobre su entorno lo que los fuerza a visitar lugares habitados en busca de alimentos, lo que explicaría a su vez el aumento de las observaciones.

El Bigfoot Casebook (Registro de piesgrandes) contiene unas 1.000 observaciones de los últimos 150 años, y no es una colección completa. Según las estimaciones, sólo se comunica una de cada diez observaciones, o sea que pueden haber sido unas 10 000 durante dicho período. Existen también numerosas noticias sobre grandes huellas de aspecto humano que han aparecido por lo general en el barro, la nieve o la arena, y que se supone que son de un piesgrandes. Algunas veces, los investigadores que estudian los informes han hallado también pelo o heces que podrían pertenecer a un piesgrandes, pero los análisis que se han hecho de estas sustancias no suelen ser concluyentes.

Una selección de algunas informaciones correspondientes al presente siglo nos dará una imagen clara del piesgrandes y de su conducta. En 1969 Albert M. Fletcher escribió acerca de un encuentro que tuvo 50 años antes, cuando era leñador en Washington.

En otoño de 1917, cuando tenía 17 años, trabajaba como leñador en un campamento junto al río Cowlitz, en el estado de Washington. Una noche de luna iba caminando por una senda en dirección a un baile, cuando tuve la incómoda sensación de que algo me seguía de cerca. Miré varias veces por encima del hombro, pero no vi nada. Cuando llegué a una curva del camino, me escondí detrás de un árbol y esperé para ver de qué se trataba. Casi en seguida apareció una criatura muy grande y de aspecto humano, que debía medir unos dos metros o algo más.

Caminaba sobre las patas traseras, estaba cubierta de pelo oscuro, tenía barba y un pecho amplio, y, por lo que pude ver, no llevaba ningún tipo de ropa. Sin salir de mi asombro, grité alarmado y la criatura se volvió instantáneamente y se alejó corriendo por el bosque, siempre sobre las patas traseras. Cuando se lo conté a mis compañeros, algunos se rieron, pero otros aseguraron que habían visto lo mismo. Nadie tenía una explicación, ni un nombre, pero todos estaban de acuerdo en que era algo grande, con aspecto de mono, y también en que se parecía a un hombre muy fornido.

Otro informe, de 1924, relata algo que, de ser cierto, constituye el encuentro más espectacular con un piesgrandes entre los que se hallan registrados. Albert Ostman afirma haber sido secuestrado por un piesgrandes, que lo mantuvo cautivo varios días antes de que lograra escapar. El secuestro tuvo lugar cerca de Toba Inlet, en la Columbia Británica, en cuyas montañas acampaba en busca de minerales. Una noche un piesgrandes de unos 2,40 m lo cogió en su saco de dormir y lo llevó por el campo durante lo que al incómodo y asustado Ostman le parecieron tres horas.

Aún estaba oscuro cuando llegaron a su destino, pero al amanecer Ostman pudo comprobar que había cuatro piesgrandes, un macho y una hembra adultos y un macho y una hembra infantiles. Durante su cautividad, Ostman pudo estudiar la forma de vida de la familia y pensar en el modo de huir. Pero todos sus intentos fueron frustrados por "el viejo", como lo llamaba él. Ostman tenía su rifle, pero se resistía a hacer daño a las criaturas, pues lo trataban bien. Finalmente pudo escapar dando al "viejo" una gran cantidad de rapé, que lo dejó incapacitado. Mientras el piesgrandes corría a buscar agua, Ostman cogió sus cosas y salió huyendo a toda velocidad.

Los encuentros en los que el testigo puede observar largamente y de cerca a la criatura son los más interesantes. Un observador tranquilo puede aportar mucho a nuestro conocimiento sobre la materia. Uno de los mejores informes de este tipo fue elaborado por William Roe, que vio a un piesgrandes en la montaña Mica, en la Columbia Británica, en octubre de 1955.

Roe estaba oculto en un matorral, de modo que el piesgrandes -una hembra de 1,80 m de altura, 1 m de ancho y unos 135 kg. de peso- se acercó sin percatarse de que era observado. Cuando estaba a unos seis metros de distancia, se puso en cuclillas junto al matorral en que se escondía roe, quien más tarde escribió una cuidadosa descripción de la cabeza, la cara y el pelo del piesgrandes, y de la forma en que andaba. Por un momento se preguntó si no se habría metido sin darse cuenta en un set y estaba contemplando a un actor maquillado, pero pronto descartó esta idea. Su informe continúa así: Finalmente, esa cosa debió percibir mi olor, porque me miró directamente a través de un claro en el matorral. Una expresión de asombro pasó por su cara. Me pareció tan cómica que sonreí. Siempre en cuclillas, retrocedió tres o cuatro pasos, después se irguió por completo y marchó velozmente por donde había venido. Me miró un instante por encima del hombro, pero no con temor, sino como si no quisiera entrar en contacto con algo extraño.

Roe consideró la posibilidad de disparar a lo que hubiese resultado un ejemplar único y hasta levantó su rifle. Pero no pudo hacerlo. "Aunque en un principio lo había considerado un animal, en aquel momento sentí que se trataba de un ser humano, y supe que si disparaba nunca me lo perdonaría."

¿Humano o animal? Los testigos no están seguros, y los investigadores tampoco. "Si tuviéramos un cadáver para examinarlo", claman. Pero los que consideran que lo importante es matar un piesgrandes para probar su existencia de una vez para siempre, se encuentran con la oposición de quienes piensan que hay que dejar en paz a la criatura. ¿Qué derecho tiene el hombre a cometer un asesinato para satisfacer su curiosidad?

Algunos informes sugieren que alguien con la suficiente paciencia y calma podría incluso hacerse amigo de un piesgrandes. En el otoño de 1966, una pareja que vivía cerca de Lower Bank, en Nueva Jersey, encontró huellas de 43 cm de longitud cerca de su casa, y más tarde vieron una cara que asomaba por una ventana situada a más de dos metros de altura. Durante algún tiempo fueron dejando con regularidad restos de verduras, que el piesgrandes consumía, pero una noche en que se olvidaron el visitante demostró su irritación arrojando un cubo de basura contra la pared. Un tiro al aire no lo asustó, y el hombre disparó al cuerpo del piesgrandes, que huyó para no volver más.

Nueve metros de vacilante película en color de 16 mm conmovieron al mundillo de los buscadores de piesgrandes en 1967. Los interrogantes que planteaba la cinta aún no han sido desvelados a satisfacción de todos. Detrás de la cámara se hallaba Roger Patterson, que en octubre de ese año cabalgaba con Bob Gimlin por los remotos bosques de la región de Bluff Creek, en el norte de California, en busca de rastros de piesgrandes. Sus caballos retrocedieron atemorizados cuando se hallaron de improviso frente a un piesgrandes hembra, en cuclillas junto a un arroyo. Patterson desmontó de un salto, tomó su cámara y echó a correr tras la figura que se alejaba. Antes de perderse de vista entre los árboles, el piesgrandes se volvió para mirar a los hombres. El famoso fragmento de película ha sido analizado numerosas veces desde 1967, pero aunque nadie haya podido probar que sea una falsificación, los hombres de ciencia se muestran escépticos sobre el particular.


BIGFOOT EN NUEVA JERSEY

En mayo de 1977, varios conejos domésticos de una familia de Nueva Jersey fueron aplastados hasta matarlos por alguien que clavó unas garras en las tablas y derribó la puerta del granero para atrapar a los animales durante la noche. El culpable se mostró de nuevo a la noche siguiente, apareciendo ahora en el patio brillantemente iluminado. Grande y peludo, parecía un ser humano con barba y bigote, pero con unos enormes y relucientes ojos rojos. golpeo al perro que saltó sobre él y lo lanzó a seis metros de distancia.

En la tercera noche, el señor Sites y otros tres se hallaban sentados a la espera, provistos de escopetas de caza cargadas. cuando la criatura apareció, dispararon contra ella varias veces. El ser empezó a aullar y salió corriendo hacia los bosques. Estaban seguros de haber alcanzado su blanco, pero no pudieron a continuación encontrar el menor rastro de sangre.

Los investigadores de la Sociedad para la Investigación de lo Inexplicable registraron la zona, pero nunca llegaron a ver a la criatura, aunque escucharon lo que afirmaron que eran unos gritos. tras proseguir los exámenes, la criatura fue divisada varias veces más, una de ellas por los hijos de los Sites, que la vieron arrastrándose por la hierba. Tenía el brazo extendido como si lo tuviese herido y pidiese ayuda.


EL HOMBRE LAGARTO

Ha habido numerosos avistamientos de Bigfoot en los Estados Unidos y en todo el mundo. Las criaturas humaniformes se dice, por lo general, que son grandes y peludas, con relucientes ojos rojizos. Sin embargo, durante el verano de 1988 los residentes de Bishopville, Carolina del Sur, hicieron unas declaraciones de una rara raza de Bigfoot: Un hombre lagarto de 2,10m de altura con una escamosa piel verde. según los testigos, a diferencia de otras criaturas Bigfoot, el Hombre Lagarto tenía sólo tres dedos en cada pie, así como largos brazos parecidos a un simio, que acababa en tres dedos provistos de unas garras de 10 cm. Sólo el segundo Bigfoot tenía tres dedos en cada mano, y el primero en tener también tres dedos en cada pié, el Hombre Lagarto, es el más insólito Bigfoot de que se haya informado nunca.

Chris Davis, de diecisiete años, fue el primero en encontrar al Hombre Lagarto hacia las dos de la tarde del 29 de junio. De camino a su casa, el adolescente se detuvo cerca de las aguas salobres de la Marisma Scape Ore, en las afueras de Bishopville, para cambiar un neumático pinchado. cuando estaba metiendo de nuevo el gato en el maletero del coche, entrevió algo que corría por el campo hacia él. Tras meterse de un salto en su "Toyota Celica" de 1976, se vio enseguida enzarzado en una especie de lucha cuerpo a cuerpo con la criatura reptiliana, al intentar cerrar la puerta. Luego, el Hombre Lagarto saltó al techo del vehículo, donde dejó unos arañazos en la pintura, como prueba del ataque.

Histérico, Davis regresó a su casa y contó únicamente su experiencia a sus padres y a algunos amigos íntimos. Sin embargo, los agentes de la Policía local le interrogaron, después de que los vecinos afirmaran que el muchacho debía saber algo acerca de las extrañas marcas de mordiscos y arañazos que se encontraban también en otro coche.

Davis no se quedó solo en su relato. Muy pronto, otros informes inundaron la oficina del sheriff. los adolescentes Rodney Nolfe y Shane Dyokes, por ejemplo, se hallaban conduciendo cerca de los pantanos con sus novias, cuando el Hombre Lagarto cruzó a la carrera por delante de su coche. El obrero de la construcción George Holloman también alegó que el Hombre Lagarto había saltado encima de él, cuando estaba sacando agua de un pozo artesano.

Al investigar la zona en torno del pantano, el policía montado del Estado, Mike Hodge y el ayudante del sheriff de Lee Country Wayne Atkinson, encontraron tres destrozados bidones de fibra de 150 litros. Algunos árboles estaban desgajados 2,5m por encima del suelo. Y además, según Hodge, había "pisadas humanoides", unas impresiones de 35 por 17,5 cm en la dura arcilla roja. Tras conseguir las huellas durante unos 400m, los agentes volvieron hacia atrás y encontraron nuevas huellas impresas en las rodadas de los neumáticos de su coche. Según los biólogos del servicio de vida salvaje del Estado, las pisadas no concordaban con ninguna especie animal conocida.


EL HOMBRE-BESTIA DEL ESTADO DE WASHINGTON

El ayudante del sheriff del Condado de Grays Harbor, Washington, Verlin Herrington volvía en coche a casa una noche cuando se encontró lo que, al principio, creyó que se trataba de un oso. Mientras seguía por la Deekay Road, aproximadamente a las 2.35 de la madrugada del día 26 de julio de 1969, pisó a fondo el freno y paró el coche. Apuntando con los focos a la bestia, se percató entonces de que no se trataba de un oso. Y aunque andaba erguido, tampoco era un ser humano. Estaba cubierto por un pelo grueso de un color negro-marrón, excepto en su rostro humaniforme, que tenía un aspecto de cuero oscuro. En lugar de garras, tenía pies con unos dedos, al igual que los de las manos, bien distintos. y parecía tener una talla de unos 2,20 m y debía de pesar por lo menos 160 kg.

Presa del miedo, Herrington sacó su pistola pero, antes de que pudiese disparar, la criatura se adentró con rapidez en los bosques y desapareció de la vista. Al día siguiente, el ayudante del sheriff regresó al lugar, donde encontró y fotografió una pisada que medía 20 cm de longitud.


EL HOMBRE "BARDIN BOOGER"

En lo más profundo de los pinares de Bardin en Florida, una enorme bestia peluda, humaniforme, con una chata nariz, permanecía oculta, aguardando a saltar y golpear los coches que pasaban. Los residentes de la zona le pusieron el nombre de "Bardin Booger", y se convirtió en cierto modo en una celebridad de la región. Bud Key, propietario de la "Bud´s Grocery", en el corazón de Bardin, vendía camisetas estampadas con imágenes del monstruo. Y un intérprete local de música country incluso compuso una canción que hablaba del "Booger Man".

Se encontraron enormes huellas de pisadas en la zona donde "Booger" había sido localizado. Entre los testigos presenciales se encontraba Doug Crew, un residente desde hacía mucho tiempo en Bardin, que se encontraba sentado en su camioneta una noche con dos mujeres jóvenes, cuando el vehículo comenzó a vibrar con violencia.

-La mejor forma que tengo de describirlo - explicó más tarde Crew- es que se parecía a cuando un perro se sacude el agua del lomo.

Aunque el fenómeno indujo a algunos bromistas a falsificar las huellas de las pisadas de "Booger" y a instalar sistemas sonoros en sus vehículos para producir ruidos extraños, cierto número de personas alegan haber visto a "Booger".

Como dice Kay:

-Por lo que a mí respecta, aún sigue por ahí...


EL MONSTRUO DEL LAGO NESS

Familiarmente llamado Nessie, es el nombre de una criatura legendaria que se dice habita en el lago Ness, un profundo lago de agua dulce (conocido en Escocia como Loch Ness) cerca de la ciudad de Inverness. Junto con Big Foot y el Yeti, Nessie es quizá el "misterio" más difundido de la criptozoología.

La mayoría de los científicos y otros expertos afirman que las pruebas que apoyan la existencia de Nessie no son convincentes, y consideran dichos informes fraudes o identificaciones erróneas de criaturas reales. Si es que existe, es posible fuera un antiguo reptil marino, aunque puede ser que ya se haya extinguido.

Los rumores de un presunto gran animal o monstruo que mora en el lago han circulado durante siglos desde hace 1.500 años, aunque la precisión, credibilidad y veracidad de tales historias siempre se ha cuestionado. Muchos habitantes locales argumentan a favor de su existencia, sin embargo algunos escépticos sugieren que estos rumores de Nessie existen en su gran mayoría para favorecer a la industria del turismo y al folclore local.

La historia de los supuestos avistamientos y la creación del mito del Monstruo del lago Ness, sería la siguiente:

La más antigua referencia conocida sobre una misteriosa criatura presente en el río y lago Ness, sería el relato de la Vida de San Columba, donde se describe cómo en el año 565 San Columba habría salvado a alguien que supuestamente estaba siendo atacado por un monstruo en el río Ness. Sin embargo, muchos críticos han cuestionado la credibilidad de esta historia, pues existe otra historia con características fantásticas, donde se dice que Columba habría matado a un hombre salvaje tan sólo con el poder de su propia voz. Igualmente algunas personas han asociado como primeras referencias, a antiguas leyendas locales sobre unos míticos caballos acuáticos llamados kelpies; que se dicen habitarían en las profundidades de este lago. En ambas referencias se destaca que a estas criaturas no se les atribuyen las mismas características anatómicas que actualmente se les atribuye al Monstruo del lago Ness.

La primera descripción moderna sucedió en 1868. Un artículo publicado ese año en el Inverness Courier, es el primero en referirse sobre rumores acerca de la existencia de un "pez enorme u otra criatura" en la profundidad de las aguas. Luego de pasar muchos años; en 1930, el periódico El Northern Chronicle, publicó una noticia titulada "Una extraña experiencia en el lago Ness" en la que se detalla la historia de dos pescadores que se refieren a un animal que produjo un gran remolino cerca de Tore Point.

En 1932, K. MacDonald afirmó que había visto a una criatura similar a un cocodrilo remontando el río Ness.

El artículo definitivo sobre la teoría del monstruo del lago Ness, fue el avistamiento que habría tenido lugar el 2 de mayo de 1933. El periódico Inverness Courier publicó la noticia de una pareja local que dijo haber visto "un enorme animal rodando y hundiéndose en la superficie". El informe del "monstruo" (título elegido por el editor del Courier) se convirtió en una sensación entre los medios. Las editoriales de Londres comenzaron a enviar reporteros a Escocia, e incluso un circo ofrecía una recompensa de 20.000 libras esterlinas por la captura del monstruo.

Más tarde ese mismo año, A.H. Palmer, quien atestiguó un avistamiento de Nessie el 11 de agosto de 1933, a las 07:00 AM, describió a la criatura como teniendo su cabeza —a la que consideró como estando de frente— al ras del agua. Su boca, que tenía una anchura de entre doce y dieciocho pulgadas (30 a 45 centímetros), se abría y cerraba; la abertura máxima de su boca era estimada en cerca de seis pulgadas (15 centímetros). Hasta este momento los periódicos hablaban simplemente de un pez misterioso o extraña criatura, y no se referían a la criatura como un ser prehistórico. Siendo descrito por primera vez como un monstruo prehistórico, por una pareja de turistas (los Spicer), poco después del estreno de la mundialmente famosa película King Kong, que en esos años sumergió al público en una auténtica "monstruomanía" a través de todo el mundo.

La preocupación moderna por la criatura, ya conocida como un monstruo prehistórico del Lago Ness, fue despertada por la fotografía presuntamente tomada por el cirujano R.K. Wilson el 19 de abril de 1934, que parecía mostrar a una enorme criatura de cuello largo que se deslizaba a través del agua. Décadas más tarde, el 12 de marzo de 1994, Marmaduke Wetherell afirmó haber falsificado la fotografía tras ser empleado por el periódico Daily Mail para encontrar a Nessie; indicando también que Wilson no habría tomado la foto, y que su nombre fue utilizado solamente para darle más credibilidad a la misma. Sin embargo y a pesar de la confesión, esta foto ya había sido difundida por todo el mundo como una "evidencia absoluta"; lo cual colocó definitivamente en la cultura popular, la leyenda del Monstruo del lago Ness de Escocia.


EL MONSTRUO DE LOS ARBUSTOS DEL LAGO NESS

Los criptozoólogos, que se dedican a buscar pruebas de la existencia de criaturas consideradas mitológicas, han dado por sentado que el monstruo del lago Ness, cariñosamente conocido como Nessi, es un animal estrictamente marino. Pero por lo menos en dos ocasiones, Nessi aparentemente dejó los confines del lago escocés para andar sobre tierra firme.

En el verano de 1933, George Spicer y su mujer, de Iverness, Escocia, disfrutaban de un tranquilo paseo en coche hacia el pequeño pueblo de Foyers. De pronto, notaron movimientos en los arbustos que bordean la carretera cerca del lago Ness.

Diminuyeron la marcha hasta detener por completo el coche y vieron a un inmenso animal de largo pescuezo salir de su refugio al borde de la carretera. Medía por lo menos dos metros de longitud y 1,25 de altura. Spicer lo describió como "un terrible elefante de un gris oscuro, de una textura repugnante que recuerda a la de un caracol". La bestia cruzó la carretera moviéndose pesadamente y desapareció entre los arbustos del otro lado, rumbo al lago, en su opinión.

Menos de seis meses después, el estudiante de medicina Arthur Grant iba en su motocicleta por la carretera cerca de Lochend iluminado por la luna, cuando también avistó una inmensa forma oscura en los arbustos al borde del camino. Grant estimó el tamaño entre 6 y 7m de longitud. La criatura tenía cola y un pescuezo alargado, con aspecto de anguila y los ojos redondeados. Sus cuatro patas aletiformes no parecían en modo alguno hachas para andar. Era un animal voluminoso y torpe, por lo que a Grant se le ocurrió que podría atraparlo. Pero resulto más veloz de lo que había pensado.

De todos modos, Grant logró echar un buen vistazo al monstruo andante del lago y, al regresar a su casa, lo dibujó detalladamente. Según él se parecía a un plesiosaurio prehistórico o a una foca gigante.


EL MONSTRUO DE LOCH MORAR

Loch Ness no es el único lago escocés que se jacta de que alberga a un misterioso monstruo marino. En realidad, los avistamientos de Loch Morar se retrotraen a 1887, aunque no fue hasta 1969 cuando el monstruo de Loch Morar fue bautizado como Morag.

Duncan MacDonnell y William Simpson se encontraban en su crucero en el lago, la tarde del 19 de agosto de 1969. Tras un día de pesca, volvían a su casa cuando escucharon un chapoteo. Al levantar la vista vieron al monstruo Morag que se dirigía en línea recta hacia ellos. Al rozar el costado de la nave, pareció disminuir la marcha hasta casi detenerse, como si el haberse acercado al navío no fuese intencionado.

Informaron que Morag era muy grande, de ocho a diez metros de longitud, con una cabeza parecida a una serpiente y de unos 30 cm de anchura. tenía una piel de textura áspera y de color marrón y en su lomo se alzaban tres gibas de unos 20 cm por encima de la línea del agua.

Durante varios minutos los dos hombres trataron de impedir que la criatura hiciese zozobrar la embarcación. Uno de los hombres cogió una escopeta y disparó contra la bestia que, entonces, lentamente se hundió y dejó que los hombres se fuesen.


EL OGOPOGO

Ogopogo es el nombre con el que se conoce a un monstruo de lago que supuestamente vive en el lago Okanagan, en la Columbia Británica (Canadá), donde se ha visto el típico fenómeno de las "jorobas" que se desplazan sobre la superficie del agua, e interpretadas como los emergentes del cuerpo de un gran animal por las teorías que afirman la existencia de estas criaturas críptidas.

Los partidarios de la existencia de la criatura indican que su existencia es antigua, pero aunque existen leyendas aborígenes locales sobre una "serpiente" o "demonio" en el lago, los primeros supuestos avistamientos documentados del ogopogo por colonos europeos se dice que habría sido en 1860. El primer avistamiento "claro" por parte de un grupo grande de gente (los pasajeros de 30 automóviles, todos afirmaron haber visto lo mismo) ocurrió en 1926 en una playa de la Misión Okanagan.

La primera filmación del ogopógo es el Filme Folden, rodado en 1968 por Art Folden. Muestra un objeto oscuro propulsándose a través del agua poco profunda, cerca de la costa. La película fue filmada desde una colina sobre la costa. Luego de su mejora, mostró que realmente se trataba del desplazamiento de un objeto tridimensional.

Otra filmación que se asocia al fenómeno fue realizada en 1989 por Ken Chaplin, junto a su padre Clem. Describieron al ogopogo como una criatura serpentina nadando en el lago. En el video, se ve un animal girando e incluso golpeando el agua con su cola y creando salpicaduras, por lo que muchos observadores creen que se trataba simplemente de un castor. Chaplin afirmó que el animal medía 15 pies (4,57 metros) de largo, aunque en el filme parece del tamaño de un castor (90 centímetros). El supuesto testigo afirma que regresó al lago unas semanas después con su padre y su hija Corry y volvió a filmar un animal similar.

Por ello, los criticos indican que aunque existe filmaciones que los partidarios indican como presuntas pruebas, todas estas observaciones y filmaciones pueden ser explicadas de la misma forma que se ha hecho con el Monstruo del lago Ness.


EL MONSTRUO DE GLOUCESTER

Uno de los avistamientos mejor documentados de un monstruo marino ocurrió en Gloucester Harbor, Massachusetts, en agosto de 1817. tantas personas llegaron a ser testigos de la gigantesca criatura marina, que se formó un comité especial por parte de la Sociedad Lineana de Nueva Inglaterra, a fin de preparar declaraciones juradas.

Un carpintero naval, Matthew Gaffney, por ejemplo, informó que se encontraba a bordo de un barco en la bahía, a eso de las cuatro y media del 14 de agosto, cuando la serpiente marina se alzó del agua a menos de nueve metros del navío. Su cabeza, afirmó, presentaba el tamaño de un barril de 15 litros, su cuerpo tenía la anchura de un barril, y juzgó que su longitud era de unos doce metros. La criatura parecía aproximarse al barco como si fuese a atacarlo, pero, de repente, se zambulló debajo de agua. poco después reapareció a unos 30 metros de distancia, avanzando a un índice aproximado de 1.5 km. cada dos o tres minutos.


EL PULPO GIGANTE DE TENERIFE

El tiempo era magnífico y , a pesar de que había un silencioso oleaje, el océano se hallaba en calma a muchos kilómetros alrededor. Por la tanto, cuando los tripulantes del buque francés Alecton vieron por primera vez a la monstruosa criatura del mar el 30 de noviembre de 1861, estaban seguros de que no se trataba ni de una ola ni de una roca.

Como relataron después, lo que habían visto era un pulpo gigante cuya existencia se había discutido durante mucho tiempo. Avistado desde el Alecton en el trayecto de Cádiz, España, a Tenerife, el pulpo gigante medía aproximadamente unos 6m de longitud, tenía 8 patas y una enorme cola. El comandante del Alecton, el teniente Bouyer, lo describió como "espantoso, de un color rojo ladrillo, viscoso e informe, de aspecto repulsivo y terrible".

Con todo, el comandante salió a la captura de la bestia, pero con los movimientos de buque les era imposible a los tripulantes disparar contra él. cuando lograron al final arponearlo e incluso enlazarle la cola, se dieron cuenta de que la criatura era más fuerte de lo que imaginaban.

Agitando sus tentáculos y levantando la cabeza, que tenía un curioso pico como el de un loro, el gigantesco pulpo se liberó de las cuerdas, dejando detrás de sí un trozo de 20 kg. de su cola.


MONSTRUOS MARINOS EN LA UNIÓN SOVIÉTICA

En 1964, en una expedición de cinco meses para buscar depósitos minerales en Siberia oriental, un equipo de científicos de la Universidad de Moscú montó un campamento cerca de las orillas del lago Jair. Cuando uno de lo miembros del grupo, el biólogo N. Gladkij, sacaba agua del lago, literalmente topó con la criatura que, desde hacía mucho tiempo, se creía moraba allí.

Naturalmente, los científicos siempre habían considerado un mito eso de que el lago Jair fuese la residencia del monstruo. Pero allí había un reputado biólogo, enfrentado con un animal cuyas características jamás había visto. Su pequeña cabeza destacaba por encima de un largo y reluciente cuello conectado con un cuerpo negro como el azabache y con una aleta vertical situada a lo largo de la espina dorsal. Alarmado, Gladkij volvió al campamento y regresó con los otros científicos, sus cámaras y sus armas. Sin embargo, cuando lo hicieron la criatura había regresado a las profundidades.

Pero unos cuantos días después, la bestia reapareció, esta vez a plena vista de todo el grupo, de la Universidad de Moscú. según el subdirector del equipo, G. Rokusev, "la criatura golpeaba el agua con su larga cola, levantando olas en el lago". Ya no pudieron sostener nunca más que el asunto del monstruo del lago Jair fuese un mito.


MONSTRUOS MARINOS CHINOS

Mientras hacía una pausa en las orillas del lago Wenbu, en un lugar remoto del Tibet, un funcionario del partido comunista chino observó horrorizado como una criatura parecida a un dinosaurio salía del agua, atacando y luego devorando el preciado Yak del hombre. Aunque la visión por parte de un reputado observador salió en las noticias del país por la noche, no fue la primera vez en ser vista una bestia no identificada. En la región montañosa de Manchuria llamada Changbai, el autor chino Lei Jia fue por dos veces testigo, en 1980, de un monstruo negro de dos metros de longitud en un lago. La bestia reptiforme, afirmó, tenía el cuello largo y una cabeza de forma ovalada. Tres funcionarios del servicio meteorológico, tras haber contemplado también la serpiente, confirmaron el informe de Jia. No obstante, cuando dispararon contra ella, el monstruo del lago desapareció.

Además, en un lago situado en un lugar al noroeste de la provincia de Jilin, los turistas, así como el personal de la cercana estación meteorológica, vieron una serpiente con una cabeza parecida a la de un pato que discurría por el agua, originando unas olas de su estela como si se tratase de una motora.


KRAKEN

Como punto de comparación, la especie de pulpo con los tentáculos mas grandes reconocidos oficialmente hasta hoy, miden aprox. 7 mts. El Kraken es tal vez quien inspiró al escritor y visionario francés Julio Verne, para escribir el ataque del calamar gigante que aparece en su novela "20,000 Leguas de viaje Submarino".

Como punto de comparación, la especie de pulpo con los tentáculos mas grandes reconocidos oficialmente hasta hoy, miden aprox. 7 mts. El Kraken es tal vez quien inspiró al escritor y visionario francés Julio Verne, para escribir el ataque del calamar gigante que aparece en su novela "20,000 Leguas de viaje Submarino".

Aunque la leyenda cuenta que EL KRAKEN NO ERA UN CALAMAR GIGANTE...

Las redes estaban a punto de reventar. Algo hacía hervir el agua rebosante de peces. Los hombres trabajaban denodadamente, sabedores de que el monstruo oculto que aterrorizaba a la pesca podía emerger en cualquier momento del mar y dar cuenta en un instante de la embarcación.

O tal vez preferiría devorar uno a uno a los pescadores sobre cubierta.

Todos sabían que se trataba de «kraken», el mayor de los gigantes marinos.

Un sinfín de relatos semejantes abundan en la literatura noruega, pues la leyenda asegura que los pescadores, a lo largo de los tiempos, enmudecen de pavor cuando aparece el leviatán.

El dorso de un «kraken» adulto tenía una longitud de dos kilómetros y medio. Debido a la joroba de su espina dorsal y de los tentáculos que flotaban como flecos de algas, se le confundía con una isla de regular tamaño.

Era un templo viviente, y así lo dijeron varios antiguos escritores nórdicos cuando se refieren al «kraken».

En 1755, el obispo Pontoppidan de Bergen (Noruega) escribía que las islas flotantes que en los mares del norte aparecían y desaparecían súbitamente eran sin duda «krakens».

El obispo de Midaros levantó un altar sobre la roca de una playa y celebró la Santa Misa. No sabía que se hallaba sobre el lomo de un «kraken». El monstruo esperó respetuosamente a que el obispo terminase y luego, tranquilamente, se deslizó hasta el agua y desapareció. Pero el escepticismo moderno no se aviene a la existencia de los «krakens» y afirma que son calamares gigantes que confunden a visionarios. Pero ¿quién conoce del todo la profundidad de los mares? Tal vez, como escribió Tennyson:

“Bajo las agitadas aguas superficiales; lejos, muy lejos en el mar abisal, su antiguo y no turbado sueño duerme el «kraken».


SIRENAS

Entrando en el siglo XVI, periodo de mayor trafico marítimo entre Europa y América, las bitácoras de abordo dan cuenta de la aparición repentina de bellas mujeres que seducían con su voz a toda la tripulación y tenían la extraña característica de ser mitad pez y mitad humano.

Al canto de las sirenas se atribuía tan poderoso hechizo que nadie podía sustraerse a su atracción y era la perdición de los navegantes que destrozaban sus barcos contra las escolleras por seguir su voz. Su imagen vive hoy en cuentos infantiles, películas de la factoría Disney, lienzos de pintores y objetos decorativos que van desde un pisapapeles hasta un alfiler de corbata. Su nombre se ha insertado en el lenguaje corriente para acuñar frases de sentido hecho, como "cuerpo de sirena", para referirse a la mujer de armoniosa figura, o "escuchar cantos de sirena" para aludir a quien oye algo bello aunque de tramposo fundamento.

Pero, ¿han existido realmente estos bellos seres acuáticos? Cristóbal Colón creyó ver alguno a lo largo de sus cuatro viajes transatlánticos. Crónicas más antiguas hablan de una sirena que recibió el bautismo y llegó a figurar como santa en algunos almanaques con el nombre de Murgen, capturada en el siglo VI al norte de Gales.
Se cuenta de otra en 1403 que vivió en Harlem hasta su muerte y aprendió a hilar, aunque nadie logró entender su habla. Otros, por el contrario, niegan la existencia real de tales criaturas, como el renacentista Andrea Alciato, que habla de ellas en escéptico tono de burla: "Sin piernas, doncellas. Sin hocico, peces".
Hasta en los mapas del Renacimiento podía leerse la frase “Hic sunt sirenae”(Aquí están las sirenas) escrita en medio de las áreas destinadas a los océanos.

El hombre que surcó el Atlántico, Cristóbal Colón, también asegura que él y sus hombres las vieron, aunque no tan bellas como cuentan las historias. Muchas crónicas de reyes refieren la existencia de sirenas capturadas, y aún cercanos nuestros días navegantes y exploradores relatan encuentros con mujeres marinas, como una que apareció en la Antártida en 1823 u otra en las Bahamas en 1869.

La primera tenía los cabellos verdes, la segunda, azules. Sin ir más lejos, en Liérganes, municipio español, existió un hombre-pez, y circulan rumores de otro ser de estas características en el río Ebro.

Un escrito de 1432, aparecido en Venecia cuenta el siguiente relato:

“El ser capturado esta noche por un grupo de marinos concuerda con las conocidas sirenas, es una mujer de cabellos y ojos negros, sus piernas están cubiertas por duras escamas y terminan en una sola extremidad con forma de cola de pez. No había forma de comunicarse con ella, su rostro mostraba el dolor y la necesidad de volver al agua, intentamos sacar algunas de estas escamas pero sus gritos y los movimientos desesperantes voltearon a los 3 marinos que la sostenían. Esto me conmovió enormemente y decidí regresarla nuevamente al agua."

Este hecho sucedió el 28 de enero de 1432 a bordo del barco veneciano "Nuestro Señor de las tempestades", que navegaba por las costas del sur de África; su capitán (se desconoce su nombre ya que estos barcos formaban parte de una compañía mercantil, en donde los capitanes rotaban de barcos en cada viaje) asentó este relato y dio fe de ser real.


LA BESTIA DE GÉVAUDAN

Entre 1764 y 1767, más de 120 personas, mujeres y niños, casi en exclusiva, fueron horriblemente asesinados – a dentelladas – por una bestia misteriosa. Todo esto ocurrió en la región montañosa del Gévaudan, en el centro de Francia, y nadie logró resolver el enigma a pesar de las insistentes batidas y de las inmensas recompensas que ofrecía el Rey. La bête (bestia) del Gévaudan pasó a formar parte de la mitología del país, de la misma manera que el monstruo de Lago Ness para los escoceses.

Lo cierto es que la bestia de Gévaudan aterrorizó a la población de Aveyron en el siglo XVIII y quebrantó la autoridad de Luis XV, convirtiéndose rápidamente en un asunto de Estado.

Cazadores de toda Francia atraídos por la generosa recompensa que se ofrecía por su piel, trataron de cazar a lo que se intuía podía ser un enorme lobo de un poder devastador inimaginable. Le calcularon 100Kg de peso y el pueblo pensaba que era el mismo demonio.

El primer ataque de la bestia se produjo el 30 de Junio de 1764 y su primera víctima una niña de 14 años, Jeanne Boulet, ese mismo verano se cobró más vidas y asesino 2 niñas más, 2 niños y una mujer de 32 años. En invierno el número de víctimas se incrementaba alarmantemente incluso asesinando dos veces por semana.

Solía arrancar de un solo bocado la cabeza de las víctimas, lo que puede darnos una idea del tamaño y la fuerza de su mandíbula. En tan solo un año se había cobrado 54 víctimas. El monarca alarmado por tan abrumantes cifras decide enviar a sus tropas de choque, los "dragones", que formaban la élite del ejército real. Envió 4 tropas de caballería con el fin de realizar una batida que acabara de una vez con la bestia.

El jefe de una de las tropas quedo sorprendido al ver a la bestia, según su descripción era casi tan grande como su caballo pero infinitamente más rápida y ágil, tras tratar de abatirla a disparos sintió que las balas no eran capaces de traspasar su piel.

Otras descripciones le señalaban como un enorme lobo de aspecto muy extraño, con el lomo rayado y una línea negra que le recorría desde el cuello hasta la cola, el color de su cuerpo era rojizo, con el morro afilado, una cola muy larga y fuerte y extraordinariamente móvil y con unas fauces desmesuradas.

Los esfuerzos de los "dragones" eran en vano, no solo se debían enfrentar al difícil duelo de encontrar a la bestia además tenían otros duros competidores, los caza recompensas, que atraídos por el precio que se puso por dar fin a la vida de la bestia les tendían emboscadas y les confundían con pistas falsas.

La bestia arrancaba la cabeza de sus víctimas de un solo bocado.

Por mas lobos que abatían las víctimas no cesaban, murieron decenas de estos animales. Sin duda el comportamiento de la bestia no se asemejaba al de un lobo común pues expertos cazadores de toda Europa trataban de eliminarla con las técnicas que se empleaban para la caza de estos.

La gente empezaba a sentirse muy asustada, ni la participación del Rey había conseguido aplacar a la bestia. Los clérigos aprovechaban para hacer su campaña diciendo que la bestia solo atacaba a las jóvenes más lascivas, los nobles acusaban a los gitanos pues decían que alguna de las bestias de su circo debía haber escapado. También se apunto a un terrateniente que había recorrido África con una compañía comercial, criaba mastines asilvestrados, lobos, leones y tigres. El pueblo llegó a pensar que había cruzado a estos animales hasta dar con la bestia.

Finalmente la bestia fue muerta por un cazador llamado Jean Chastel y la leyenda cuenta que fue abatida con una bala de plata hecha tras fundir una medalla de la virgen. El monstruo fue llevado ante el Rey - sobrando decir que Jean Chastel fue recibido como todo un héroe - más tarde fue embalsamado y años después sus restos desaparecieron en un incendio. Era algo parecido a un lobo gigantesco de fauces enormes.

Los análisis de la criptozoología moderna especulan que la Bestia de Gévaudan podría ser alguna subespecie de lobo de los Alpes, ya que en registros recientes de criptozoología, los climas fríos son los que albergan a este tipo de criaturas desconocidas de igual manera que el Yeti en el Himalaya, pero las especulaciones aún continúan.


LOS RODS

Los rods supuestamente son seres interdimensionales descritos por algunos expertos de la criptozoología y la ufología, como fenómenos o criaturas pseudocríptidas; que son detectadas en la forma de ciertas distorsiones apreciables en los paisajes, especialmente en grabaciones de video o fotografía, aunque no puedan ser percibidas a simple vista. Principalmente solo son visibles por las cámaras y revisando cuadro por cuadro debido a que el ojo humano no es muy eficaz comparado con el de nuestros antepasados, porque en el mundo moderno el ojo debe forsarse para leer y ver pantallas, por lo que no enfoca como debería ni percibe cosas que serían claras de ver hace 1000 años. Esto ha sido probado por imagenes talladas en piedra en pequeño y gran tamaño de figuras asemejantes a un rod.

Los rods (del inglés para "vara" o "barra"), las que también han sido llamados "varas voladoras", deben su nombre a la forma que presentan extrañas imágenes grabadas en vídeo o fotografía; las cuales científicamente son consideradas evidencia no aprobada de seres multidimensionales.

Los creyentes en la existencia de estas imágenes como prueba de un supuesto fenómeno o ser desconocido, afirman que los rods medirían generalmente entre cinco pulgadas (12,7 cm) y seis metros de longitud, y que poseerían una membrana fina a lo largo de su eje que es usada para propulsarse en el aire, de modo similar a como las sepias utilizan sus aletas para desplazarse en el agua; de las cuales se dice que vuelan tan rápido que no pueden ser captadas a simple vista.


EL CHUPACABRAS

En 1974 comenzaron a circular informaciones de animales muertos en extrañas circunstancias en varias ciudades de Estados Unidos, aunque podrían ser otras las causas de aquellas misteriosas muertes.

Los chupacabras aparecieron de forma clara por primera vez en escena, en el verano de 1975, varios animales de Puerto Rico fueron encontrados muertos. Los cuerpos tenían extrañas marcas en el cuello. Entonces se decía que la causa de estos ataques era un monstruo al que llamaban "El vampiro de Moca".

Los ataques se intensificaron en los años 90 su apetito parecía crecer. En algunos casos, los granjeros divulgaron que centenares de sus animales fueron sacrificados de forma inexplicable.

Los animales no mostraban signos de haber sido devorados por un depredador, sino que fueron horriblemente mutilados, sin rastro de sangre, de ahí el nombre "chupacabras".

En 1991, un perro apareció muerto, un informe policial decía:"Era como si hubiese sido aspirado desde la yugular". "Los orificios de los ojos estaban vacíos y no quedaba rastro de ningún órgano interno".

Estos extraños ataques parecían acontecer siempre en Puerto Rico, pero a finales de los años 90 y en el 2000, empezaron a llegar noticias de casos en otras islas del Caribe, en México, América Central, Chile e incluso en los Estados Unidos meridionales en la Florida, Arizona y Texas.

Entre abril y junio del 2000, en Chile, fue divulgada una sorprendente noticia. Las autoridades habían capturado al misterioso animal. Pero representantes del gobierno de los Estados Unidos podrían haber confiscado y mantenido este hecho, en un simple rumor. Durante la ola de casos, las descripciones de los testigos coincidían en gran parte:
Pelo largo y grueso de color gris oscuro, podía levantarse y caminar con dos patas, alcanzando poco más de un metro de alto. Varios informes decían que sus ojos tenían cualidades camaleónicas, podía hacerlos cambiar de color dependiendo de la situación en la que se encontrasen, de púrpura a marrón o a negros, incluso amarillos o brillo intenso anaranjado o rojos.

Sus antebrazos eran cortos, colmillos agudos y unas enormes garras. Sus patas traseras poseían gran fuerza permitiéndoles así saltar a gran distancia, amortiguarse y saltar de nuevo como un canguro. Según un testigo podía realizar saltos de metro y medio. Otros testigos aseguraban que tenía una especie de cresta y alas.

La imagen se difundió pronto en Internet, y los medios de comunicación no tardaron en darle nombre al "fenómeno", que pronto ganó fama en todo el mundo. Eso si, de las explicaciones se encargaría la imaginación popular.

Con cada nueva aparición del Chupacabras, se tejieron nuevas especulaciones e hipótesis.

Algunos piensan que se trata de un animal prehistórico que ha vivido hasta nuestros días, otros que se trata de una mutación genética. Y como siempre no falta la teoría de los que piensan que son extraterrestres o criaturas enviadas por éstos.

Pero lo que si es cierto, son las miles de muertes de animales de granja. Animales sin ojos, sin sus órganos internos, sin una gota de sangre en sus cuerpos.

Todos ellos presentan una misteriosa mordedura en el cuello, como la de un vampiro pero con solo un orificio, desde aquí se succiona la sangre de todo el cuerpo.


EL HOMBRE POLILLA (pseudocríptido)

El Mothman, denominado en español "hombre-polilla"; cuya aparición, según la leyenda en Estados Unidos, suele estar asociada con futuras catástrofes personales o generales.

El aspecto físico que se le atribuye a esta hipotética criatura, es la de un humanoide de más de 2 m de altura, con grandes alas que se repliegan, cubierto de pelo gris oscuro, con grandes garras en las patas, sin cabeza y con dos grandes ojos rojos y luminosos a los que se atribuyen facultades hipnóticas.

Los primeros relatos reportados por testigos que aseguraron verlo se obtuvieron en el año 1966. Se dice que Mothman fue observado por primera vez en Point Pleasant (Virginia Occidental). En la noche del 14 al 15 de noviembre, dos matrimonios paseaban en automóvil cerca del sector conocido como "área TNT", una zona de antiguos depósitos militares de explosivos usados durante la segunda guerra mundial. Observaron al lado del camino una criatura de unos 2 m de altura, con dos alas plegadas a la espalda y que les miraba con dos brillantes ojos de color rojizo. El conductor aseguró haberse dirigido hacia la carretera principal y los ocupantes aterrorizados habrían sido seguidos hasta la misma entrada del pueblo. Los supuestos testigos, así mismo, afirmaron haber oído un agudo grito proveniente de la criatura; luego después de su declaración a la policía, se ordenó una exhaustiva búsqueda en el "área TNT", sin aparecer ningún indicio de la evidencia de dicha criatura. El día 16, también en las inmediaciones del antiguo depósito militar, otro supuesto testigo aseguradó haber visto al monstruo: "Lo vi entre las sombras, era como si se hubiese estado arrastrando en el piso y lentamente fue poniéndose de pie, de color gris y mucho más alto que un hombre, con dos terribles ojos rojos". También esta persona le atribuyó poderes hipnóticos a la mirada de ese par de ojos rojos de la supuesta bestia.

La noticia no tardó en difundirse y rápidamente Point Pleasant se convirtió en el foco de atención de muchos "caza-monstruos", que armados recorrieron una y otra vez los sitios señalados por los testigos sin encontrar absolutamente ningún indicio.

El 25 de noviembre, en un campo de cultivos, otro supuesto testigo volvió a ver la criatura, a las 7:15 de la mañana cuando se dirigía a su trabajo, una figura humana de color grisáceo, elevándose verticalmente desde el suelo y abalanzándose contra el auto. Se dice que la víctima aterrorizada aceleró, pero la bestia lo estuvo siguiendo, dando vueltas sobre el vehículo como si estuviera jugando, durante varios kilómetros.

Igualmente se dice que pilotos pertenecientes a la base militar cercana de Galípolis, el día 4 de diciembre también observaron al monstruo maniobrando y planeando sobre el río, y que pudieron calcular que iba a unos 100 m de altura y a casi 100 km por hora. Posteriormente le seguieron con sus aviones con la intención de fotografiarle, pero se dice que no pudieron ya que el ser desapareció en uno de sus movimientos cerca de un espeso bosque.


EL DIABLO DE JERSEY (pseudocríptido)

El Diablo de Jersey, perteneciente a la cultura popular estadounidense.

Popularmente, se dice que esta supuesta criatura sería un demonio; y su nombre se debe a que los primeros informes de sus apariciones se remontan a las zonas boscosas de Nueva Jersey.

A la criatura, se le atribuyen popularmente algunos raptos y desapariciones humanas. Los supuestos testigos que informan encuentros con esta criatura, afirman que es una criatura humanoide (apariencia humana), erguida en dos patas, con una altura de aproximadamente 1,80 metros, cubierta de pelos, con cuernos, cabeza de caballo, alas, ojos rojos y con patas como la de canguros. Debido a las características que le atribuyen los supuestos testigos, las personas que creen en su existencia afirman que es un mamífero y que, según las descripciones, es muy similar a algunas criaturas mitológicas, como los minotauros.



CRIPTOZOOLOGÍA

La criptozoología (del griego cryptos, "oculto", zoos, "animal" y logos, "estudio") Literalmente : "El estudio de los animales ocultos" - es la disciplina que realiza el estudio y/o búsqueda de hipotéticos animales actuales denominados "críptidos"; que según sus partidarios, postulan que estarían quedando fuera de los catálogos de zoología contemporánea. Su objetivo es la búsqueda de supuestos animales considerados extintos y/o desconocidos para la ciencia, pero presentes en la mitología y el folclore. La criptozoología ha recibido muy poca atención desde la comunidad científica y los escépticos, siendo considerada como una pseudociencia.

lunes, 27 de octubre de 2008

LO QUE APRENDÍ EN ÉSTE MUNDO…


A los 9 años
aprendí que mi profesora
sólo me preguntaba cuando yo no sabía la respuesta.

A los 10
aprendí que era posible
estar enamorado de cuatro chicas al mismo tiempo.

A los 12
aprendí que, si tenía problemas en la escuela,
los tenía más grandes en casa.

A los 13
aprendí que cuando mi cuarto quedaba del modo que yo quería,
mi madre me mandaba a ordenarlo.

A los 15
aprendí que no debía descargar mis frustraciones en mi hermano menor,
porque mi padre tenía frustraciones mayores y la mano más pesada.

A los 20
aprendí que los grandes problemas
siempre empiezan pequeños.

A los 25
aprendí que nunca debía elogiar la comida de mi madre
cuando estaba comiendo algo preparado por mi mujer.

A los 27
aprendí que el título obtenido no era la meta soñada.

A los 28
aprendí que se puede hacer, en un instante,
algo que te puede doler la vida entera.

A los 30
aprendí que cuando mi mujer y yo teníamos una noche sin chicos,
pasábamos la mayor parte del tiempo hablando de ellos.

A los 33
aprendí que a las mujeres les gusta recibir flores,
especialmente sin ningún motivo.

A los 34
aprendí que no se cometen muchos errores con la boca cerrada.

A los 38
aprendí que, siempre que estoy viajando, quisiera estar en casa;
y siempre que estoy en casa me gustaría estar viajando.

A los 39
aprendí que puedes saber que tu esposa te ama
cuando quedan dos galletas y elige la menor.

A los 42
aprendí que si estás llevando una vida sin fracasos,
no estás corriendo los suficientes riesgos.

A los 44
aprendí que puedes hacer a alguien disfrutar el día
con solo enviarle una pequeña postal.

A los 47
aprendí que niños y abuelos son aliados naturales.

A los 55
aprendí que es absolutamente imposible tomar vacaciones
sin engordar cinco kilos.

A los 63
aprendí que es razonable disfrutar del éxito,
pero que no se debe confiar demasiado en él.
Y que no puedo cambiar lo que pasó, pero puedo dejarlo atrás.

A los 64
aprendí que la mayoría de las cosas por las cuales me he preocupado,
nunca suceden.

A los 67
aprendí que si esperas a jubilarte para disfrutar de la vida,
esperaste demasiado tiempo.

A los 71
aprendí que nunca se debe ir a la cama sin resolver una pelea.

A los 72
aprendí que, si las cosas van mal, yo no tengo por qué ir con ellas.

A los 76
aprendí que envejecer es importante.

A los 91
aprendí que amé menos de lo que hubiera debido.

A los 92
aprendí que todavía tengo mucho para aprender.

Siempre estamos aprendiendo algo nuevo, algo lindo, algo digno, como por ejemplo que la paz no se logra si realmente no se está dispuesto a perdonar por ella, entender cual es la verdadera importancia de la familia, de la gente simple, de la vida misma.

Que si bien todos tenemos distintas cualidades, capacidades y habilidades, sepamos valorar las que tenemos y podamos ofrecerlas a los demás, y disfrutar con las que otros nos pueden brindar.

Saber aceptar nuestras limitaciones y no olvidarnos de nuestras metas, aunque muchas veces parezcan muy lejanas y difíciles.

Encaminarse hacia ellas es el primer paso hacia algo que ni siquiera podemos imaginar.

Realmente no tiene mucha importancia hasta qué edad vivimos. Lo importante es sentir que no lo hemos hecho en vano.


Charles Chaplin.

sábado, 25 de octubre de 2008

EL EXITO COMIENZA CON LA VOLUNTAD


Si piensas que estás vencido, lo estás,
si piensas que no te atreves, no lo harás,
si piensas que te gustaría ganar, pero no puedes,
es casi seguro que no lo lograrás.

Porque en el mundo encontrarás que el éxito
empieza con la voluntad del hombre.

Todo está en el estado mental.

Porque muchas carreras se han perdido
antes de haber corrido,
y muchos cobardes han fracasado
antes de haber iniciado su trabajo.

Piensa en grande y tus hechos crecerán,
piensa en pequeño y quedaras atrás,
piensa que puedes y podrás;
todo está en el estado mental.


Si piensas que tienes ventaja,ya la tienes;
tienes que pensar bien para elevarte,
tienes que estar seguro de ti mismo,
antes de intentar ganar un premio.


La batalla de la vida no siempre la gana
la persona más fuerte o ligera,
porque tarde o temprano, la persona que gana,
es aquella que cree que puede hacerlo.


Christian Barnard

jueves, 23 de octubre de 2008

TEORIAS, CIVILIZACIONES Y OVNIS


VELIKOVSKY, LA BIBLIA Y LOS PLANETAS

Immanuel Velicovsky, un autor nacido en Rusia que llegó a Estados Unidos en 1939, provocó una tormenta científica, once años después con su libro Mundos en colisión, los ecos del cual aún reverberan en el mundo de la ciencia. Basándose en sus estudios de historia antigua, Velikovsky intentó mostrar que los relatos de los primeros libros de la Biblia, tan a menudo considerados como sólo leyendas, eran básicamente históricos y que se hallaban corroborados por las leyendas de otras razas antiguas que existieron al mismo tiempo.

Velicovsky alegó que la tierra había experimentado catástrofes de impactos planetarios tan "recientemente" como hacía sólo dos mil años, durante cuyos períodos, tal como se registraba en la Biblia, el Sol había permanecido inmóvil en los cielos, el mar Rojo se había separado y unido de nuevo, había caído el maná del cielo y alimentado a los israelitas, grandes plagas habían asolado Egipto; en resumen, que los milagros de la era de Moisés eran hechos verídicos. mantuvo sus teorías incluso en unos suposiciones aún más sorprendentes; que parte del planeta Júpiter, se había desgajado y formado un cometa; que el cometa se había desviado cerca de Marte, y que el cometa había seguido su camino dentro de nuestro sistema solar, originando periódicamente mareas de ondas y enormes terremotos en la Tierra, hasta que se convirtió en el planeta Venus.

Según Velicovsky, la destrucción en masa de los seres humanos había sido detallada en casi todos los archivos antiguos, y las extinciones en masa de los animales quedaban evidenciadas en las cavernas y estratos por todo el mundo. A pesar de que Velicovsky recopiló con asiduidad evidencias que corroboran todo esto, a partir de escritos antiguos y leyendas, sus teorías, por lo general, fueron ridiculizadas por el establecimiento científico. un distinguido astrónomo británico declaró que su libro era "todo mentiras", añadiendo que él "nunca lo había leído y que nunca lo leería".Como es de suponer, el público sí lo leyó y con enorme entusiasmo.

El autor preguntó a Velicovsky, poco antes de su muerte, cómo había sido capaz de predecir, mucho antes de que se conociera "oficialmente", que la superficie de Marte estaba cubierta de cráteres, que Venus gira en sentido contrario a los demás planetas de nuestro sistema y que los planetas y el Sol poseen cargas eléctricas positivas y negativas. También preguntó cómo sabía con antelación que la temperatura superficial de Venus era de más de cuatrocientos grados centígrados, cuando el mismo Einstein había previsto que sería inferior a los cuatro grados centígrados bajo cero...

Velikovsky respondió de manera indirecta. Dijo:

-Usted sabe que el Museo Británico posee millares y millares de tablillas babilónicas de arcilla, que aún no se han traducido o publicado. Ofrecen una información interesante y pertinente acerca del sistema solar a todos aquellos que se tomen la molestia de leerlas.

También cabe agregar que el doctor Velicovsky tenía suma pericia en lenguas del Oriente Medio y podía leer los textos cuneiformes inscritos, tanto de Asiria como de Babilonia.


EL PLANETA DE BELÉN

Los astrónomos siempre han buscado una explicación realista de la aparición de la Estrella de Belén que hizo de heraldo del nacimiento de Jesucristo y guió a los tres Magos hasta su pesebre. Hoy, Roger Sinnott, editor asociado de Sky and Telescope, explica que la aparición de la estrella bíblica fue realmente el resultado de una convergencia de las órbitas de Júpiter y Venus en el año 2 a. de C.

Aunque la convergencia de Júpiter y Venus es bien conocida, los astrónomos no la toma en cuenta como la Estrella de Belén. Argumentan que si hubiera sucedido el año 2 a. de C., tal y como Sinnott afirma, en ese caso hubiera ocurrido tras la muerte del rey Herodes, que, presumiblemente, ocurrió el año 4 a. de C. Sin embargo, según los historiadores bíblicos, el rey Herodes aún estaba vivo en la época del nacimiento de Jesucristo.

Pero Sinnott cree que el problema se encuentra en un mal cálculo de la muerte de Herodes. El antiguo historiador judío Flavio Josefo informó que Herodes murió en torno del momento de un eclipse lunar. para los astrónomos más modernos, eso fecharía su defunción el día 12 de marzo del año 4 a de C. No obstante, hubo otro eclipse el 9 de enero de año 1 a. de C. Y si Herodes murió en el momento del segundo eclipse, aún hubiera vivido en la época de la convergencia Júpiter-Venus, es decir, de la Estrella de Belén bíblica.


LA VISIÓN DE CYRANO DE BERGERAC

La legendaria nariz de Cyrano de Bergerac ha quedado inmortalizada en muchos relatos modernos, pero el mismo autor francés de esos relatos merece una atención aún mucho mayor. Muy pocas personas han sido conscientes de que aquel hombre fuese un profeta por derecho propio.

En sus cuentos, publicados póstumamente, de viajes al Sol y a la Luna, describió las órbitas de los planetas en torno al Sol, lo cual en aquel tiempo no era una idea aceptada a nivel popular. Describió una forma de propulsión mediante cohetes. Cyrano expresó también la idea de que los mitos y religiones tradicionales hubiesen sido legados a los seres humanos por parte de visitantes extraterrestres a la Tierra.

Los viajes celestiales de los escritos de Cyrano implicaron el empleo de una sorprendente serie de aparatos desconocidos en el siglo XVII. Para sus contemporáneos, sus ideas -que incluían viviendas móviles, aparatos para registrar y volver a escuchar discursos, tubos que iluminaban en la oscuridad-, no dejaban de ser de lo más fantasioso. Hoy, parecen notablemente similares a las casas transportables, los magnetófonos, y las bombillas eléctricas.


LAS EXTRAÑAS LUCES DE LA LUNA

Desde el siglo XVIII, los astrónomos han observado luces misteriosas que emanan de la superficie de la Luna, datando los primeros registros del año 1787. En las noches del 19 y 20 de abril de ese año, el astrónomo británico Sir William Herschel dirigió su telescopio a la Luna y quedó sorprendido al detectar tres luces que brillaban intensamente, con lo que llegó a la conclusión de que procedían de volcanes lunares. Y, en 1790, Herschel observó más de 150 de la misma clase de luces, que describió como "puntos rojos, luminosos..., pequeños y redondos".

Aunque Herschel fuese un respetado científico, su teoría del volcán fue rechazada por casi todos. Según un informe publicado en The American Journal of Science and Arts, en 1822, los volcanes lunares resultaban improbables porque cualquier roca fundida en el núcleo de la Luna se enfriaría con rapidez a causa del tamaño de la Luna. En vez de ello, se postuló que las luces observadas por Herschel y otros cerca del cráter Aristarco se debían a reflejos de la luz de la Tierra.

En 1965, el astrónomo Zdenek Kopal recopiló 16 casos separados de luces en el cráter de Aristarco y en otras regiones, pero la fuente se encuentra todavía en disputa. Kopal consiguió obtener fotos de la luna que mostraban un brillo distinto en zonas oscuras de la superficie, Kopal las atribuyó a partículas emitidas por la erupciones solares, que habían tenido lugar poco tiempo antes. Pero Kopal no pudo aplicar la misma explicación a los lugares de luz localizados en zonas iluminadas de la Luna Por el Sol, lo cual le llevó a la idea de que "los efectos de la actividad solar pueden depender de procesos que aún no han sido comprendidos".

Unos cuantos años después, en la revista Nature, A A. Mills propuso otra teoría para las luces lunares: "Lechos fluidos" de fino polvo estaban siendo removidos por gases debajo de la superficie de la Luna. A su vez, esos lechos podían producir una neblinosa "descarga luminosa" de electricidad estática que, desde la tierra, parecerían constituir puntos de luz.

Ninguna de esas hipótesis ha sido aún probada o descartada. Sin embargo, otra observación de las luces desafía todas las demás. En 1788, el astrónomo alemán Johann Hieronymus Schroter vio lo que describió como "un punto de luz, tan brillante como una estrella de quinta magnitud", al este de los Alpes lunares. Tras 15 minutos, la luz simplemente, desapareció. Schroter continuó observando la Luna hasta que la misma zona reapareció, en esta ocasión a plena luz solar. Quedó asombrado al ver una sombra redonda, negra y gris, exactamente donde la luz había estado en la anterior revolución de la luna.


EL MISTERIOSO CALENDARIO MAYA

Creado hace más de 5.000 años, el antiguo calendario maya resulta sorprendentemente exacto. Su computerizada complejidad sorprende a los arqueólogos y a los astrónomos: entre otras proezas, los mayas determinaron de manera correcta que el Sol, la Luna y el planeta Venus se encuentran en la misma alineación sólo cada 104 años. De todas las razas antiguas, los mayas llegaron al más cercano reconocimiento de la exacta duración del año solar. Nuestro cálculo actual es de 365,2422 días. mientras que los mayas, empleando sus propios cálculos e instrumentos a partir de la altura de sus pirámides, llegaron a dar la cifra de 365,2420, con una diferencia de sólo 0,0002 de día, millares de años antes de que cualesquiera otros llegaran tan cerca.

¿Cómo fueron capaces los antiguos mayas de realizar unas observaciones astronómicas tan precisas mucho antes de la invención del telescopio? Según nuestras propias leyendas acerca de la civilización, el calendario fue un don de los "extranjeros del mundo de las estrellas".


VIAJES INTRADIMENSIONALES MAYAS

La cultura maya siempre ha sido un enigma para los investigadores que no pueden comprender cómo una sociedad, en plena Edad de Piedra, pudieran poseer semejante astuto conocimiento y comprensión de las matemáticas, la astronomía y de cálculo del tiempo.

Una teoría, según explica el historiador del Arte de Colorado, José Argüelles, es que los mayas fueron unos viajeros intradimensionales, que se establecieron en México hacia el año 600 a. de C. Su misión: colocar la Tierra y su sistema solar en alineación con el universo.

Argüelles llegó por primera vez a esta idea de los viajeros mayas cuando conoció a un santón maya que le dijo que nuestro sistema solar es el séptimo por el que navegaron los mayas. Los dirigentes partieron en el siglo IX de nuestra era, dejando atrás su calendario sagrado como sistema de profecías. Además cuando el calendario maya acabe en el año 2012, la Humanidad se habrá convertido en una cultura descentralizada y no industrial, en la que el contacto con los seres alienígenas será algo muy corriente.


LAS PISTAS DE NAZCA

Los pilotos que, en 1939, volaban sobre el desierto de Nazca, en el sus del Perú, inesperadamente observaron unos extraños dibujos en el suelo. Con representaciones de animales y aves, así como líneas en espiral y rectas, según alegaban, se parecían a las pistas de despegue de los modernos aeropuertos. Y lo que resultaba aún más asombroso era que las medidas de los dibujos eran increíblemente exactas. Unos cincuenta años después, los científicos se muestran aún incapaces de explicar los orígenes de estos diseños masivos. Sin embargo, dado que los dibujos sólo son discernibles desde el aire, muchos investigadores especulan acerca de que sus antiguos creadores hubieran sido también capaces de volar, o fuesen dirigidos por alguien que así pudiese hacerlo.

Para los entusiastas del espacio, como el autor suizo Erich Von Däniken, la explicación de los dubujos resulta muy simple. Los bosquejos nazcas, según opina, son señales de indicadores para guiar a los aviones y se colocaron en el desierto peruano por parte de los visitantes extraterrestres. En su libro de 1967, ¿Carros de los dioses?, Von Däniken propuso que unos seres alienígenas llegaron a la tierra hace unos 10.000 años y procedieron a manipular los genes de los monos para desarrollar especies de seres humanos. Entonces, sus creaciones consideraron como dioses a los alienígenas.

Las historias de la Biblia, y otras de tipo creación, sugiere Von Däniken, se arraigan en esas primeras visitas de extraterrestres. Los hallazgos arqueológicos, como los de Nazca, no son más que las reliquias de los antiguos astronautas.


LA CIUDAD PERDIDA

Existe una intrigante leyenda respecto a una ciudad perdida que se dice que existe aún en las selvas amazónicas. Se alega que esta ciudad contiene un gran tesoro, aún no enterrado, en ciertas versiones, y usada todavía por los habitantes de la ciudad. Se afirma que esos supervivientes han preservado su aislamiento al hallarse rodeados por tribus indias belicosas, en extremo inamistosas con los exploradores. Los habitantes de esta ciudad perdida se cuenta que son de raza blanca, y se informa de que aún se hallan en posesión de una cultura avanzada y de numerosos equipos de civilización, entre los que se incluyen medios de iluminación, no eléctricos, sino una causante y reluciente luz que no es de fuego.

Los portugueses y otros exploradores han tratado de localizar, desde el siglo XVII, esta misteriosa ciudad. Una primera expedición, al mando de un tal Francisco Raposo, ascendió por un precipicio encima de la selva y llegó a un altiplano. Vieron una gran ciudad a unos 6Km de distancia. Cuando se aproximaron a la misma, encontraron que al parecer, había sido abandonada pero que sólo se hallaba en parte en ruinas y que aún estaban en pie cierto número de grandes edificaciones de piedra. Había calles, plazas, murallas, arcos, y obeliscos ornamentados con lo que parecían ser escrituras. Estatuas, tallas y el estilo de la arquitectura resultaban superiores a las de otras ciudades sudamericanas anteriores a la conquista. Pozos mineros, en las afueras de la ciudad, señalaron un elevado contenido de minas argentíferas. mientras exploraban, Raposo y sus hombres vieron algunos "indios blancos" en una canoa, vestidos con extraños atuendos. La expedición, temiendo un combate desigual, abandonó la zona. Otras expediciones intentaron sin éxito rastrear de nuevo la ruta, y una de ellas, con centenares de hombres, desapareció en la selva.

El coronel retirado Percy Fawcett, un oficial del ejercito británico, fue, indudablemente, el más porfiado entre los exploradores que continuaron la búsqueda. En períodos diferentes, entre 1906 y 1925, investigó y recopiló informaciones acerca de esa ciudad perdida cuando le pareció que se encontraba en las proximidades del río Xingú, un afluente del Amazonas, en Brasil. Creyó que constituía una parte de una civilización completa. Opinó asimismo que la ciudad perdida era el resto de una antigua y avanzada civilización, con su pueblo en la actualidad degenerado, pero que aún conservaba vestigios de un pasado olvidado.

Su dedicación a esta búsqueda concluyó en 1925, cuando él mismo desapareció en su postrera expedición. La última entrada de su Diario, encontrado más tarde, indicaba que creía encontrarse a dos semanas de viaje de la ciudad que tan intensamente había tratado de encontrar.

¿La encontró y decidió pasar allí el resto de su vida? ¿O fue asesinado por los indios que, en una ocasión, afirmó que la guardaban? La desaparición del coronel Fawcett constituye uno de los mayores misterios de la exploración. Sus propias palabras podrían constituir el más adecuado de los epitafios:

"¿Que puede resultar más cautivador que penetrar en los secretos del pasado y arrojar luz sobre la historia de la misma civilización?".


LA CIUDAD QUE SE DESVANECIÓ DOS VECES

Existe cierto número de legendarias ciudades perdidas en el fondo del océano Atlántico y en los mares Mediterráneo, Egeo y caribe. Existe también cierto número que ciertamente quedaron sumergidas, aunque no perdidas, puesto que se conocen sus localizaciones. Por ejemplo, el antiguo centro costero romano de Baiae se encuentra no muy lejos de Nápoles y ha sido explorado y fotografiado intensivamente por submarinistas trabajando a una profundidad de 15 a 20 m. Síbaris, cuyo nombre se ha convertido en sinónimo de forma de vida lujosa o ""sibarita", yace en el fondo marino del golfo de Tarento. Partes de Cartago, Leptis Magna, Tiro, Cesarea, Alejandría, y otras grandes ciudades, siguen aún bajo las aguas del Mediterráneo.

Esas ciudades se hundieron en el mar como resultado de la acción sísmica y se pueden localizar con facilidad a causa de que los cronistas antiguos nos han dicho dónde se encuentran. Sin embargo, algo inusual la sucedió a Heliké, una gran ciudad de la Grecia clásica, que, en el 373 a. de C., desapareció de la superficie durante un terremoto y un maremoto, con todos sus edificios, calles, barcos y millares de habitantes. ninguno escapó a la imponente ola que barrió no solo los buques de Heliké, sino también de diez buques de guerra visitantes pertenecientes a la flota espartana, anclados en el puerto. Donde solía hallarse Heliké, se encuentran hoy solo las aguas del golfo de Corinto.

Cuando las aguas están transparentes es posible ver las ruinas de la ciudad en el suelo marino. Durante centenares de años. Heliké ha permanecido en su localización debajo del mar, perfectamente visible a través de las cristalinas aguas. Los turistas romanos de una época posterior contrataban barqueros griegos para que les llevasen a fuerza de remo por encima de las bien conservadas ruinas. Los turistas empleaban con frecuencia buceadores para que les recogieran monedas y otros hallazgos de la ciudad sumergida. Los buceadores se zambullían hasta 15 y 20 metros a través del agua con una visibilidad por completo cristalina. Desde la superficie podía verse una estatua de Cace (Júpiter para los romanos), aún en pie en medio de las ruinas.

Sin embargo, hacia el final de la ocupación romana de Grecia, otro terremoto abrió el suelo marino bajo esta Pompeya sumergida y luego se cerró encima de ella. Heliké, en la actualidad perdida, pudo haber contenido tesoros de un valor mucho más considerable las monedas de plata y oro que los submarinistas andaban buscando.

A menos que una nueva conmoción lleve de nuevo la ciudad a la superficie, Heliké yacerá donde está para siempre, a un tiempo perdida y no perdida a algunas millas náuticas al este de la actual ciudad de Aíyion, en la costa norte, y a una distancia desconocida debajo del suelo marino del golfo de Corinto.


LOS ANTIGUOS CONOCÍAN LA EXISTENCIA DE LA ANTÁRTIDA (Los mapas de Piri Reis)

En 1513, Piri Ibn Haji Memmed, un oficial de la Armada turca más conocido por Piri Reis o Reís, tenía unos cartógrafos preparando un mapa del océano Atlántico y los países ribereños. A continuación, el mapa fue olvidado hasta 1929, cuando se lo encontró en los Archivos imperiales de Turquía, en Constantinopla (Estambul). Dibujado exactamente 21 años después del descubrimiento de América por Cristóbal Colón, se trata de uno de los mapas primeros más exactos del Nuevo Mundo. Una inscripción en el mapa indicaba que Piri Reis basaba la porción occidental sobre mapas que el mismo Colón había empleado durante su primer viaje. Se trataba de la primera prueba de que habían existido unos mapas anteriores y apoyaba la idea mantenida por numerosos investigadores de que Colón había conocido y empleado estos mapas. Además, otra inscripción declaraba que el oficial turco había consultado unos mapas aún más antiguos, algunos de los cuales se remontaban a la época de Alejandro Magno.

El mapa también presentaba pruebas de que el inexplorado continente antártico había sido cartografiado por alguien miles de años antes de que fuese redescubierto en 1820. Muestra, en correcta proporción, partes de Africa y de la zona oriental de Sudamérica. De bajo del extremo sur de América del Sur, están los contornos de otra línea costera. El cartógrafo e historiador charles Hapgood ha identificado la misma como la línea de la costa y las montañas de la Antártida, tal y como en realidad existen bajo la capa de la cubierta de hielo. Y lo aún más increíble radica en que, aunque se trate de un mapa antiguo, está dibujado empleando una trigonometría esférica y adaptada a la curvatura de la Tierra, millares de años antes de que fuese posible representar la longitud.

Dado que se sabe que la Antártida estaba en su mayor parte libre de hielos hacia los años 10.000 a 8.000 a. de C., se han propuesto cierto número de explicaciones para esta cartografía tan adelantada, incluyendo la teoría de que se trataba de un mapa aéreo realizado por extraterrestres desde un ovni.

Charles Hapgood pone en duda la teoría ovni, de la forma siguiente:

Resulta... razonable suponer que la tierra estuviese poblada y que los ocupantes realizasen mapas. Creo que sólo una motivación comercial llevaría al cartografiado: alguien deseaba los recursos naturales y mantener actividades comerciales con el continente.

Resulta irreal llegar a la conclusión de que... los extraterrestres hicieron los mapas. En su actual estado, los mapas no sugieren la exactitud que atribuiríamos a unas personas capaces de cruzar miles de millones de kilómetros de espacio interestelar...

Con la mención de motivaciones comerciales, Hapgood puede haber explicado la supervivencia de los mapas griegos o protogriegos de un mundo anterior. Éstos fueron preservados por las copias constantes realizadas por parte de los capitanes mercantes que deseaban mantener en secreto las rutas comerciales a lugares alejados. El mapa de Oronteo, copiado por última vez, en 1532, a partir de un original antiguo, muestra ríos que fluyen a través de la Antártida y que siguen el camino de los actuales glaciares. también otro, el mapa mundial de Buache, fechado en 1754, muestra a la Antártida en la parte baja del mundo y explica que esta tierra no descubierta debía existir para equilibrar las zonas terrestres. Pero el por entonces desconocido continente, fue dibujado correctamente, con una notable excepción: se muestra como dos islas enormes, separadas por el mar, lo cual es en realidad la auténtica forma de la Antártida sin hielo.

La existencia de la Antártida quedó finalmente aceptada como una realidad en 1820. pero no fue hasta el Año Geofísico de 1955, cuando una expedición científica internacional comprobó que la auténtica costa de la Antártida se hallaba oscurecida por el hielo; que existen montañas y lechos de ríos debajo de la cubierta de hielo; de hasta 3 km. de altura, y que el mismo continente está en realidad formado por dos islas.

Pero aún hay misterio. ¿Cuál fue la avanzada civilización cuyos representantes cartografiaron el área más lejana del Globo, cuando el mundo era mucho más joven y la Antártida aún no se había congelado?.


REVISIÓN DEL TRIÁNGULO DE LAS BERMUDAS

Una zona rodeada por una línea imaginaria que va desde Florida a las Bermudas y Puerto rico y luego retrocede otra vez a florida, el Triángulo de las Bermudas ha sido el lugar donde han ocurrido muchas desapariciones misteriosas de buques, aviones y personas. Uno de los incidentes más raros ocurrió durante un vuelo breve a la isla de Gran Turco, en la Bahamas.

Mientras Helen Cascio pilotaba se "Cessna 172" y se aproximaba a la isla, la torre de control la facilitó sus instrucciones de aterrizaje. Pero Helen no respondió, aunque el canal de la radio de la mujer estaba abierto. Los operadores de la torre escucharon a la piloto decirle a su único pasajero:

-He debido hacer alguna falsa maniobra. Ésta debería ser Turco, pero ahí no hay nada. No hay aeropuerto. No hay casas. No hay nada...

Los controladores continuaron frenéticamente, intentando entrar en contacto con la piloto, pero Helen resultaba obvio que no los oía. Luego recibieron lo que sería petición final que escucharían:

-¿No hay manera de salir de esto?

Nunca se encontró la menor huella del avión, de la piloto o del pasajero.

Las explicaciones que han dado muchos investigadores para las desapariciones en el triángulo, van desde secuestros, por parte de piratas modernos, a un simple error humano. También existen algunas especulaciones respecto de que esa zona está situada por encima de un remolino o un agujero en el océano que se traga a los navíos o aviones lo suficientemente infortunados para pasar exactamente por encima.

Sin embargo otra posibilidad consiste en que partes de la Atlántida se encuentran debajo del Triángulo de las Bermudas. Unas legendarias pirámides, construidas por los Atlantes como fuentes de energía, podían funcionar de manera esporádica y perturbar la comunicación de los barcos y aviones, así como los sistemas de control.

Además, naturalmente, existen los que creen que estamos siendo invadidos por unos malévolos y tortuosos extraterrestres, y que especulan respecto de que esos alienígenas pueden, de alguna manera trabar el campo magnético del Triángulo de las Bermudas y capturar especímenes humanos y artefactos para sus propios propósitos de investigación.

Sin embargo, aunque se ha informado de numerosas desapariciones en el Triángulo de las Bermudas, se ha hablado menos acerca de aparatos que hayan aparecido en esa zona,. Por ejemplo, en julio de 1975 Jim Thorne, miembro de un grupo de investigaciones oceánicas, a bordo del yate New freedom, fotografió una deslumbrante tormenta eléctrica por encima del triángulo. Al examinar la película revelada, quedó perplejo al ver una clara imagen de aparejos cuadrados, a unas cien millas náuticas de distancia del New Freedom. Pero la noche de la tormenta sabía muy bien que no había ningún tipo de naves en las proximidades.


VUELO HACIA NINGUNA PARTE

El de diciembre de 1945, cinco bombarderos despegaron de Fort Lauderdale, Florida, en un ejercicio de navegación aérea de 650 kilómetros, identificado como vuelo 19. Los aviones, considerados en perfectas condiciones operacionales en el momento del despegue, eran tripulados por pilotos experimentados, como el teniente Charles Carroll Taylor entre otros 14 pilotos y tripulaciones.

La ruta debería llevarles hacia el Este, luego al Norte, sobre la isla de la Gran Bahama, antes de dirigirse hacia el Sudoeste, rumbo a la base. todo esto dentro del área conocida como Triángulo de las Bermudas. En cambio, las maniobras resultaron en un vuelo de cinco horas hacia ninguna parte.

Ya hacia las dos horas de vuelo Taylor comunico que ambas brújulas se encontraban inexplicablemente defectuosas; no señalaban ni dónde estaban ni hacia donde iban. Ellos, por alguna razón desconocida, supusieron que se hallaban en algún lugar sobre los cayos de Florida, a unos 300 kilómetro fuera de la trayectoria prescrita.

Durante tres horas las hondas de radio no captaron más que mensajes confusos y fragmentarios, hasta que Taylor anunció que intentarían aterrizar los aviones en el agua, ya que corrían el riesgo de quedarse sin combustible.

A pesar de los cinco días de búsqueda intensa, cubriendo un área de 550.000 kilómetros, durante los cuales un avión de rescate Martin Mariner, con 15 tripulantes, también desapareció, jamás se encontró el menor rastro de los cinco bombarderos. Es posible que los aviadores no pudieran escapar antes de que los aviones se hundieran pero ni siquiera las 400 páginas de informe naval respondieron a todas las preguntas acerca de las extrañas circunstancias que llevaron a la desaparición del hombre.

Desde el 5 de diciembre de 1945, cientos de aviones, grandes y pequeños, han desaparecido en el Triángulo de las Bermudas sin dejar rastros, de los cuales el 20% desapareció a principios de diciembre y casi siempre el día 5. Pero el mes de diciembre no se incluye en la temporada de los huracanes.


LAS COLUMNAS DE CEMENTO DE NUEVA CALEDONIA

Por lo que se sabe, los primeros seres humanos que llegaron a Nueva Caledonia, una isla situada a 750 millas marinas al este de Australia, hacia el año 2000 a. de C., procedían de indonesia, razón por la cual los arqueólogos tienen dificultades para explicar la rara presencia de unas columnas de cemento. Con tal vez diez mil años de antigüedad, la columnas se encuentran en la isla de Pinos, de Nueva Caledonia, a unos 60 km. frente a la costa meridional.

Los científicos han encontrado en la isla de Pinos unos 400 túmulos, unas formaciones terrestres en forma de hormiguero, de 9 a 10 m de altura y de 90 m de diámetro, virtualmente carentes de vegetación. Durante unas excavaciones realizadas en los años sesenta, en busca de curiosidades geológicas, por parte de L. Chevalier, del Museo de Nueva Caledonia, en Numea, la capital de la isla, encontró de manera inesperada una columna de cemento en cada uno de los tres túmulos, y dos tumbadas a cada lado de un cuarto túmulo. Sus alturas iban desde medio metro a dos metros y medio, y sus diámetros de 20 a 35 cm. Y lo más extraño era que estaban construidas con una mezcla de cal y mortero, un procedimiento desconocido centenares de años a. de C. Incluso así, según la datación del radiocarbono, los pilares se fabricaron entre los años 5120 y 10950 a. de C.

No obstante, lo que Chevalier encontró más intrigante en su descubrimiento, fue que no había restos humanos en ningún lugar de los alrededores. A causa de la edad aparente de los cilindros, la ausencia cerca de vida humana o de otra clase, y lo sofisticado de su construcción, los orígenes de las columnas continúan siendo un completo misterio.


EL ENIGMA DE LA ESFINGE

El faraón Kufu (Kefrén en griego) se dice que construyó el legendario monumento, medio hombre y medio león, conocido como la Esfinge, en Giza, hacia el año 2700 a. de C. Pero si la teoría del egiptólogo Anthony West, autor de Clave para los viajeros al Egipto antiguo, es correcta, la Esfinge fue en realidad construida mucho antes. Y de ser así, de ello se sigue que la civilización egipcia también es mucho más antigua de lo que se creía hasta ahora.

West señala que la erosión sufrida por la piedra de la Esfinge es mucho peor que la de las pirámides, sus supuestas contemporáneas. Y los canales de 60 cm. de profundidad que se encuentran en sus paredes, afirma fueron talladas por el agua de las Grandes Inundaciones de Egipto que asolaron la región desde los años 15000 a 10000 a. de c. Si, en efecto, la Esfinge se construyó en Giza antes de las inundaciones, eso explicaría por qué la cultura egipcia floreció tan rápidamente después: su fundación ya se había realizado y, de cierta forma, sobrevivió a las aguas devastadoras.


EL FARAÓN Y LOS ALIENÍGENAS

Un papiro egipcio puede contener uno de los primeros relatos escritos conocidos del avistamiento de un ovni. Según estos registros, que datan del tiempo del faraón Tutmosis III, que reinó desde hacia 1504 hasta hacia 1450 a. de C., escribas de la Casa de la Vida avistaron un "círculo de fuego", que viajaba silenciosamente por el cielo. "No tenía cabeza -dice el papiro- y el aliento de su boca tenía un tremendo hedor." Los atemorizados observadores cayeron al suelo, no sabiendo si temer o venerar la extraña llama celestial. Durante los días siguientes, aparecieron sobre Egipto más y más bolas de fuego parecidas, tan brillantes como el Sol.

En un esfuerzo por prevenir el poder de los objetos, el faraón ordenó a los sacerdotes que quemasen incienso para alentar la pacífica intercesión de los dioses. Y cuando los objetos no identificados partieron, Tutmosis ordenó poner por escrito las cosas para que el incidente se recordase para siempre.


OVNIS SOBRE JAPÓN

Hace 700 años, antes de que el término platillos volantes apareciese en los relatos occidentales de avistamientos de ovnis, los japoneses estaban ya registrando incidentes por su cuenta. Por ejemplo, algunos documentos antiguos describen un objeto desacostumbrado que se dirigía hacia el Norte desde una montaña en la provincia de Kii, hacia la fecha occidental equivalente al 27 de octubre de 1180. El objeto volador desapareció por encima del horizonte, dejando un rastro luminoso en su estela. El otro ejemplo, estaba prevista la ejecución de un poeta, en 1271, cuando de repente apareció un objeto en el cielo el día en que debía tener lugar la decapitación.

También hubo un oficial militar japonés que ordenó la primera investigación conocida de ovnis, en el año 1235. La noche del 24 de septiembre, el general Yoritsume y su ejército fueron testigos de unas luces misteriosas que se hicieron visibles en el cielo durante muchas horas, descendiendo en picado, haciendo círculos y llevando acabo otras maniobras aéreas que en aquella época resultaban inimaginables. Sin embargo, los expertos del general informaron finalmente, que el fenómeno era del "viento que hacía oscilar las estrellas".


OVNIS SOBRE ÁFRICA

Los oficiales de las Fuerzas Aéreas de Zimbabwe están aún perplejos por un objeto no identificado, redondeado y brillante, con una parte superior en forma de cono que, en 1985, sobrevoló la parte meridional de su nación africana. Según el comodoro del Aire, David Thorne, los controladores del tráfico aéreo observaron al aparato colgado en el aire e incluso lo localizaron con el radar. En persecución del ovni, los pilotos de las Fuerzas Aéreas consiguieron una buena visión del mismo mientras el aparato cruzaba el cielo. Lo describieron como tan brillante que, al principio, parecía reflejar los colores de la puesta del sol, pero, sin embargo, a medida que el firmamento se fue oscureciendo más, comprobaron que el ovni era el que creaba su propia luz. Los pilotos también estimaron que el ovni viajaba a dos veces la velocidad del sonido.

-Nuestros pilotos son de total confianza -insistió Thorne-. No podía tratarse de un avión, de un globo meteorológico o de un fenómeno natural.


OVNIS ROMANOS

En su manuscrito Prodigerium liber, el historiador romano del siglo IV Julio Obsequins, registró numerosos relatos de avistamientos de ovnis. En un particular incidente, un escudo redondeado, en forma de nave, con flamantes antorchas giró y se estrelló contra el suelo cerca de Espoleto, al norte de Roma. "Luego pareció aumentar el tamaño, se alzó de la tierra y ascendió al cielo, donde oscureció el disco del Sol con su brillo", escribió.

Sin embargo los informes de Obsequins no fueron los únicos en ser registrados y sobrevivir hasta el siglo XX. En Prodigerium ac Ostentorium Chonicon, un profesor de gramática y dialéctica recopiló otros avistamientos romanos cuyas descripciones son notablemente semejantes a los relatos modernos de ovnis a los que se ha visto volando en formación. Por ejemplo, durante el reinado del emperador Teodosio I, en los últimos años del siglo IV, apareció de repente en los cielos un orbe brillante, reluciendo casi con tanto brillo como Venus. Mientras los testigos lo contemplaban empavorecidos, se congregaron un gran número de otros objetos similares como un enjambre de abejas volando en torno de un apicultor. Además parecían estar chocando con violencia unas contra otras y, al cabo de un momento, se unieron para construir una forma parecida a una espada de doble filo.


PLATILLOS VOLANTES EN EL SIGLO XIX

Un artículo que apareció el 25 de enero de 1878, en la edición de Denison, Texas, del Daily Herald, puede haber contenido el primer empleo conocido de la palabra platillo (saucer en inglés) para describir un ovni. El artículo narraba la experiencia de John Martin, un granjero que vivía exactamente al sur de Denison.

La tarde del 24 de enero, Martin estaba trabajando en sus campos cuando, al alzar la mirada, vio un objeto oscuro con forma de disco en el cielo despejado. El objeto viajaba "a una maravillosa velocidad", según le contó al periodista del Daily Herald, y siguió con su relato informándole que "parecía un platillo surcando los cielos".


EL OVNI DE CHESAPEAKE

El capitán William Nash y su copiloto, William Fortenberry, realizaban un vuelo de rutina de Nueva York a Miami en un "DC-4" de la "Pan American", a eso de las ocho de la noche del 14 de julio de 1952. El cielo estaba despejado y la visibilidad era ilimitada, una noche perfecta para volar a una altura de 2.500 m.

Luego, cerca de Norfolk, Virginia, Nash y Fortenberry se percataron de la presencia de una mágica claridad no muy lejana. Se hizo pronto aparente que la luz emanaba de seis objetos de un rojo intenso, cada uno de ellos de unos 30 m de diámetro, y que volaban en formación.

Su forma quedaba claramente delineada y era, evidentemente, circular según declaró Nash. Los bordes estaban muy bien definidos y no eran en absoluto fosforescentes o difuminados.

Mientras volaban a unos 600 m por encima de la bahía de Chesapeake, los seis discos fueron alcanzados por otros dos. Y cuando casi se encontraban alineados debajo del "DC-4", las luces se fueron apagando con lentitud y el aparato se ladeó.

El equipo de vuelo del "DC-4" radió un informe para ser recibido por la Fuerza Aérea de Estados Unidos, a la mañana siguiente les dijeron que, por lo menos, otros siete grupos en el área habían informado acerca de los mismos discos relucientes. Pero, tras comprobar las posiciones de todos los aviones militares y civiles presentes en aquel momento en las proximidades, la Fuerza Aérea no pudo explicar qué hacían allí aquellos ovnis. El caso aún sigue en los archivos de la Fuerza Aérea, clasificado, oficialmente, como "inexplicable".


EL OVNI DE FLORIDA

Algunas de las fotos más espectaculares de los ovnis jamás vistas, fueron publicadas en el Gulf Breeze Sentinel, de Florida, en 1987. Las fotos, tomadas por un hombre de negocios local, representaban a un ovni achaparrado, con portillas y forma de tetera. Según el fotógrafo, el cual pidió que no se publicara su nombre, un rayo de luz azul que procedía del aparato le levantó un metro en el aire mientras tomaba las fotos.

Aunque la historia parece increíble, muy pronto se demostró que aquel fotógrafo no estaba solo. Un mes después de la publicación de las fotos, otro grupo de fotografías similares aparecieron en la edición vespertina del Sentinel. Habían sido tomadas por un lector anónimo que corroboró el relato. Y lo que es más, en los días y semanas que siguieron, más de un centenar de lectores del Sentinel escribieron para decir que ellos también habían visto aquel extraño ovni.

Walt Andrus, director de la "Mutual Ufo Network", en Seguin, Texas, llegó asimismo a enterarse del caso. Decidió evaluarlo y acudió personalmente al Gulf Breeze:

-Había esperado alguna clase de fraude, pero ahora no sé qué pensar -manifestó Andrus-. Esas fotos son las mejores que he visto durante treinta años de investigaciones.

El físico de rayos láser Bruce Maccabbee, de Silver Spring, Maryland, también se muestra de acuerdo:

-Si se trata de un fraude -ha explicado-, es el más sofisticado que jamás haya visto.


ENCUENTRO ALIENÍGENA

Una noche del mes de noviembre de 1976, Joyce Bowles y su vecino Ted Pratt iban en un coche por el pueblo británico de Chilcomb para recoger al hijo de Bowles. Por el camino, el coche comenzó a experimentar sacudidas violentas y patinó hacia la cuneta. De manera inexplicable, el motor dejó de funcionar y los faros se apagaron.

Luego, Bowles y Pratt vieron un aparato reluciente, anaranjado con forma de cigarro puro, suspendido cerca de ellos, por encima de la carretera. A través de una ventanilla en un lado del vehículo, Bowles y Pratt vieron tres cabezas alineadas como si se tratase de los pasajeros de un autobús.

Uno de los misteriosos ocupantes de la nave salió y se acercó a ellos. La criatura llevaba un mono plateado y tenía unos intensos ojos rosados, sin pupilas o iris.

Bowles informó más tarde:

-Miró a través de la ventanilla el tablero de instrumentos del coche - declaró Bowles-. Cuando lo hizo, el motor se puso de repente en marcha y los faros se encendieron. Luego, él y el cigarro, simplemente se desvanecieron.

Algunos expertos creen que el punto de encuentro era especialmente atractivo para los extraterrestres. Se encuentra en el cruce de una serie de líneas trazadas en los terrenos locales de antiguos enterramientos.


EXTRATERRESTRES CAUTIVOS

Durante el verano de 1983, Larry Bryant, de Alexandria, Virginia, presentó un mandato de habeas corpus contra los Departamentos de los Estados Unidos de Defensa y Estado, las Fuerzas Aéreas, el Ejército, la Agencia de Seguridad Nacional y la Oficina Federal de Investigación (FBI). ¿Su acusación? Todos los demandados habían conspirado para ocultar el accidente aéreo, en 1947, de un vehículo extraterrestre en el desierto de Nuevo México. Y lo que es más, en realidad las Fuerzas Aéreas poseían uno o más cuerpos de los ocupantes del ovni.

Un documento del FBI, añadido a la orden ante el tribunal, citaba a un investigador de las Fuerzas Aéreas que afirmaba que se habían recuperado tres platillos volantes cerca de un gran aparato de radar del Pentágono, en Nuevo México. Evidentemente, el radar había interferido con el mecanismo de control del aparato. Según el memorándum, cada avión circular tenía un diámetro de, aproximadamente, 15 m y contenía una sección elevada en el centro. Sus ocupantes era humanoides, continuaba, de un metro de estatura y llevaban puestos unos monos metálicos.

Bryant creía que los visitantes extraterrestres aún seguían vivos y que eran retenidos contra sus derechos constitucionales. No podían verse detenidos sin ser acusados de un delito, argumentaba, y al presentar aquel mandamiento de habeas corpus Bryant confiaba en que los alienígenas fuesen liberados por el Gobierno o, por lo menos, se pudiese recuperar sus cadáveres. tal vez lo que en realidad desease fuese convertir todo aquel asunto en un verdadero escándalo público; no resultaba probable que el Gobierno, tras muchos años de negar la existencia de los ovnis, fuera ahora a reconocer su existencia, y mucho menos la posesión de los propios alienígenas, a causa de sólo un escrito de habeas corpus.


VULCANO EL PLANETA DESCONOCIDO

A todos los alumnos se les enseña que, en nuestro sistema solar existen nueve planetas. Pero hace más de cien años, algunos astrónomos habían postulado que, en realidad, podría existir un décimo planeta.

La especulación científica comenzó en marzo de 1859, cuando un médico rural francés y un aficionado al esquí llamado Levearbault, observaron un objeto que orbitaba el Sol. parecía encontrarse incluso más cerca del Sol que Mercurio, considerado por la mayoría de los astrónomos el planeta más próximo que gira en torno del sol. de una manera meticulosa Levearbault rastreó y calculó el tiempo de la presunta órbita del planeta, registrando sus observaciones sobre un tablero de pino.

Cuando el astrónomo más ilustre de Francia, Urbain Jean Leverrier, estudió las anotaciones, se mostró de acuerdo de que se trataba, en efecto, de otro planeta, al que más tarde bautizó como Vulcano. Según Leverrier, la presencia de Vulcano podría explicar por que Mercurio avanza cada año más de un metro hacia el Sol. Propuso que la gravedad de Vulcano era la que, en realidad, estaba empujando a Mercurio hacia el Sol.

Incluso así, nadie desde entonces ha observado a Vulcano, tal vez porque muchos no creen en la existencia del planeta y, por lo tanto, no lo están buscando.

Fenomenos Extraños