Un bebé de 18 meses cayó de un tercer piso a 11 metros del suelo pero salvó su vida gracias a su propio pañal y un paraguas abierto en Recife, nordeste de Brasil, informó la prensa el jueves.
"Mi hijo nació de nuevo", comentó Alexandre César Massaneiro, padre de Cauá Felipe. El bebé se fracturó una costilla y la pierna izquierda pero no corre peligro de muerte.
Cauá Felipe jugaba el miércoles con su hermano de tres años en su hogar, cuando se subió a un sofá, se asomó a una ventana y cayó al vacío.
En su caída se golpeó contra la ventana del segundo piso y en un paraguas abierto que se secaba en la ventana del primer piso, según testigos. Su pañal se enganchó luego en las púas de seguridad de un muro de unos dos metros. El niño quedo brevemente colgado hasta que el pañal se abrió y finalmente cayó en un patio.
Una vecina que presenció el accidente comentó que el bebé no se estrelló contra el muro ni fue herido por las púas de acero "por un milagro".
Tras permanecer atorado en uno de los afilados picos durante varios minutos, "el pañal se abrió y el bebé cayó al suelo, pero a una velocidad mucho menor", comentó un agente de policía. "El pañal obviamente disminuyó el impacto de la caída y salvó la vida del bebé".
"Fue un milagro", señaló la agente, quien rechazó ser identificada porque no está autorizada para hablar con la prensa. "También pudo haber muerto debido a alguno de los picos".
Caua, quien sufrió fracturas menores, está siendo atendido en el Hospital Memorial Sao José, donde, según el vocero Gilberto Tenorio, se encuentra en condición estable.
La policía abrió una investigación para determinar cómo es que el pequeño cayó por la ventana y si es que "la negligencia paterna fue una de las causas", señaló la portavoz sin dar más detalles.
El diario Folha de S. Paulo citó al padre de Caua, Alexandre César Massaneiro, de 23 años, quien dijo que su hijo subió al sofá ubicado bajo la ventana por la que cayó, "algo que nunca había hecho".
"Mi hijo nació de nuevo", comentó Alexandre César Massaneiro, padre de Cauá Felipe. El bebé se fracturó una costilla y la pierna izquierda pero no corre peligro de muerte.
Cauá Felipe jugaba el miércoles con su hermano de tres años en su hogar, cuando se subió a un sofá, se asomó a una ventana y cayó al vacío.
En su caída se golpeó contra la ventana del segundo piso y en un paraguas abierto que se secaba en la ventana del primer piso, según testigos. Su pañal se enganchó luego en las púas de seguridad de un muro de unos dos metros. El niño quedo brevemente colgado hasta que el pañal se abrió y finalmente cayó en un patio.
Una vecina que presenció el accidente comentó que el bebé no se estrelló contra el muro ni fue herido por las púas de acero "por un milagro".
Tras permanecer atorado en uno de los afilados picos durante varios minutos, "el pañal se abrió y el bebé cayó al suelo, pero a una velocidad mucho menor", comentó un agente de policía. "El pañal obviamente disminuyó el impacto de la caída y salvó la vida del bebé".
"Fue un milagro", señaló la agente, quien rechazó ser identificada porque no está autorizada para hablar con la prensa. "También pudo haber muerto debido a alguno de los picos".
Caua, quien sufrió fracturas menores, está siendo atendido en el Hospital Memorial Sao José, donde, según el vocero Gilberto Tenorio, se encuentra en condición estable.
La policía abrió una investigación para determinar cómo es que el pequeño cayó por la ventana y si es que "la negligencia paterna fue una de las causas", señaló la portavoz sin dar más detalles.
El diario Folha de S. Paulo citó al padre de Caua, Alexandre César Massaneiro, de 23 años, quien dijo que su hijo subió al sofá ubicado bajo la ventana por la que cayó, "algo que nunca había hecho".
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