domingo, 3 de agosto de 2008

GARY McKINNON: EL HACKER DEL PENTÁGONO


Gary McKinnon, el británico acusado de hackear el sistema informático del Pentágono será juzgado en Estados Unidos tras perder el miércoles 30 de julio su recurso de apelación para evitar ser extraditado a ese país.

Con el alias de Solo, probablemente como referencia a Star Wars; este hacker se introdujo en cientos de máquinas del Pentágono, la NASA, el ejército de los EEUU y las fuerzas aéreas durante 18 meses.

Se dice que los ataques de McKinnon hicieron que 300 máquinas de la estación de armas navales de Earle en New Jersey quedaran inutilizadas, así como otros 2.000 PCs de Washington.

Cuando sea enviado a los EEUU es muy probable que tenga que enfrentarse a un tribunal militar y a un potencial internamiento en la bahía de Guantánamo. Si se le encuentra culpable podría recaer sobre él una pena de hasta 70 años. Gary sigue afirmando que sólo estaba buscando evidencias de actividad ovni. Y al parecer por lo que dice encontró datos al respecto.

McKinnon, de 42 años, trató de evitar ser extraditado a Estados Unidos llevando su caso al máximo tribunal británico, la Cámara de los Lores.

Sin embargo, cinco jueces lores rechazaron el miércoles su recurso de apelación, por lo que será extraditado a Estados Unidos para responder por lo que el fiscal del caso ha llamado "el mayor ataque informático militar de todos los tiempos".

Admitió que entre 2001 y 2002 había penetrado en el sistema informático del Ejército, la Marina, el departamento de Defensa, así como la Fuerza Aérea estadounidense desde el dormitorio de una casa en Londres, que era propiedad de la tía de su novia; conocido como el 'hacker del Pentágono', no fue nunca juzgado en Gran Bretaña, donde los tribunales británicos dieron luz verde a su extradición en 2006.

La historia del hacker que pirateó al Pentágono... sólo para investigar sobre ovnis

McKinnon, nacido en Glasgow en 1966 luchó durante 6 años contra la extradición a USA, donde arriesga entre 60 y 70 años de cárcel y al pago de una indemnización de US$ 2 millones por intrusión informática en el período de febrero de 2001 a marzo de 2002. Gary McKinnon acepta haber realizado las intrusiones de las que se le acusa. Sin embargo, cuestiona el calificativo de terrorista con que se le ha tratado luego de intervenir sistemas militares estadounidenses.

Trasfondo

El administrador de sistemas es acusado de asaltar 97 computadoras estadounidenses tanto militares como de la NASA. Las redes que presuntamente asaltó incluyen redes propiedad de la agencia espacial NASA, del ejército estadounidense, de la marina estadounidense, del departamento de defensa estadounidense y de las fuerzas aéreas estadounidenses, así como una perteneciente al Pentágono. Los estimaciones de los Estados Unidos afirman que los costes de seguimiento y corrección de los problemas que se generaron y de los que Gary McKinnon es acusado rondan los 700.000 dólares estadounidenses.

McKinnon fue seguido originalmente y arrestado bajo la "ley de uso indebido de computadores" (Computer Misuse Act) por la unidad de delitos tecnológicos británica en 2002, y más tarde ese año fue inculpado por el gobierno de USA. Permaneció en libertad condicional, y durante ese periodo debía presentarse en las oficinas policiales cada tarde y estar en casa cada noche. Además se le prohibió el uso de una computadora con acceso a internet. No ha habido desarrollos posteriores en relación a los cargos por los que se le acusa en el Reino Unido, pero USA comenzó en 2005 los trámites formales para su extradición.

En una entrevista televisada por la BBC, alegó que pudo acceder a redes militares tan sólo usando un script en Perl que buscaba contraseñas que tuvieran cero caracteres; en otras palabras su alegación sugería que en esas redes existían computadoras con la contraseña por defecto aún por activar.

El método más sencillo: el backdoor

El 2001 fue el año de los atentados en el World Trade Center, pero el hacker británico logró mantenerse activo y burló todas las barreras de seguridad por cerca de 12 meses. Uno de los daños que causó afectó a las redes de defensa de Washington D.C., donde mantuvo desconectados de internet y sin acceso a email a unos 2 mil usuarios por tres días, dice la acusación, que incluye un total de ocho cargos en 14 estados diferentes.

Según USA, las pérdidas económicas que causó alcanzan los US$ 900.000. Mackinnon empleó un mecanismo distinto al usado habitualmente por los hackers y que consiste en instalar un mecanismo conocido como backdoors (puerta trasera) y que da acceso a los PC.

El pirata usó un software que descargó gratuitamente de internet, llamado RemotelyAnywhere. Se trata de una herramienta para empresas que permite tomar el control a distancia de un PC y acceder a los archivos que este posee. La diferencia es que no genera una respuesta de softwares antivirus, como si lo hacen los backdoors.

Para bajar el software, Mackinnon proporcionó el email de su novia y luego instaló copias en los PC del sistema de defensa de USA. Esta pista permitió rastrearlo y determinar que descargó información sensible, pero no clasificada sobre temas como construcción de barcos y municiones.

Ex empleado de Corporate Business Technology, una empresa de telecomunicaciones donde trabajó por 10 meses hasta 1999. Se desempeñaba como administrador de redes monitoreando unos 50 computadores. Sus compañeros de trabajo lo definen como una persona tranquila y anodina. Renunció porque le parecía aburrido, pese a que no tenía otras ofertas laborales. Mensajes que dejaba en foros de internet revelan que sabía desbloquear teléfonos celulares y que sabía de sistemas de seguridad.

Todo por los ovnis

Considerado autor del mayor caso de piratería informática sufrido por el Gobierno estadounidense, McKinnon tuvo su primer ordenador a los 14 años y desde entonces ha sido un apasionado de esos aparatos.

Autodidacta y aficionado a las historias de platillos volantes, Solo dejó el colegio con 17 años y comenzó a trabajar como peluquero.

Sin embargo, en los primeros años de la década de los 90, alentado por algunos amigos, se matriculó en un curso de informática y logró un título que le permitió comenzar a trabajar en ese sector.

A finales de ese decenio, McKinnon decidió utilizar sus habilidades para llevar a cabo una "investigación" sobre un asunto del que está firmemente convencido: que el Gobierno estadounidense está ocultando información sobre los ovnis.

"No se trataba de un interés por hombrecillos verdes o por platillos volantes. Creo que hay naves espaciales, o que ha habido naves espaciales, de las que la sociedad no tiene conocimiento", explicó en una entrevista a la cadena británica BBC.

Pero su investigación, durante la que supuestamente borró archivos importantes y copió un documento con nombres de usuarios, acabó convirtiéndose en una obsesión: perdió su trabajo y su novia lo dejó.

"Hubo un momento en que dejé de ducharme. No me cuidaba, no comía adecuadamente. Estaba todo el día sentado en casa en pijama, haciendo esto (acceder a los ordenadores de USA) toda la noche", explica.

Las actividades de McKinnon, del barrio londinense de Wood Green, habían pasado inadvertidas hasta que un día comenzó a dejar pistas. Cuando el departamento de delitos tecnológicos del Reino Unido dio con él finalmente en 2002, Solo se sintió aliviado.

"Creo que quería que me pillaran, porque estaba arruinando mi vida", confiesa a la BBC. Entonces pensó que sería juzgado en el Reino Unido y condenado como máximo a tres o cuatro años de prisión. Pero USA decidió presentar cargos contra él que podrían suponer una condena de toda una vida de cárcel e incluso, según temen sus propios abogados, su confinamiento en Guantánamo (Cuba).

En Gran Bretaña se le ha prohibido usar Internet, y tiene la obligación de presentarse regularmente a firmar en una comisaría. Desde hace tres años, McKinnon luchaba contra su extradición y en Internet hay un sitio en el que se recaban apoyos para su causa. Solo, que asegura que su intención no fue nunca perjudicar la seguridad de USA, ya ha anunciado que recurrirá la sentencia dictada.

McKinnon, quien admitió haber "hackeado" las computadoras, pero dijo ser un obseso de los ordenadores que buscaba sólo informaciones sobre OVNIs. Su abogado alegó que actuó por curiosidad y que pudo acceder a los sistemas por su baja seguridad, por lo que las consecuencias de su extradición son "desproporcionadas".

Las autoridades estadounidenses lo acusan en cambio de robar 950 pasaportes y de borrar documentos, lo que convierte su comportamiento en parte en algo similar a un acto terrorista. En Reino Unido McKinnon fue arrestado en 2002 pero nunca fue acusado.

"Gary McKinnon no es un terrorista ni simpatiza con los terroristas", señaló se abogado. Los defensores anunciaron que apelarán al Tribunal de Justicia Europeo de Derechos Humanos.

Ovni en un servidor de la NASA

Gary El legendario hacker afirma que ha encontrado una fotografía de un ovni en un servidor de la NASA; asegura que logró intervenir los sistemas militares estadounidense debido a que usaban Windows en servidores expuestos. Respecto al tema de la foto del ovni, explica que "fue fantástico; definitivamente, el evento que coronó toda mi búsqueda. Era la fotografía de algo que de ninguna manera pudo haber sido creado por seres humanos".

McKinnon relata que el objeto de la imagen se parecía a un satélite y que tenía forma de cigarro. A su juicio se trata de una nave espacial capturada por las fuerzas armadas estadounidenses y que la NASA ha logrado desarmar con el fin de utilizar su tecnología en futuras operaciones militares. Eso sí, no está totalmente seguro de si se trata de una imagen manipulada realizada por un diseñador en Photoshop.

Consultado sobre si guardó una copia de la imagen, respondió que el programa usado para intervenir el servidor, una aplicación Java, no tenía dicha función. Según su versión, utilizaba conexión de módem y tuvo que reducir una imagen de alta resolución a cuatro bits para descargarla en relativamente poco tiempo. Y entonces es cuando vio el ovni.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Creo que es un abuso ya que ellos ocultan informacion y eso debiera de ser un delito, y no hacer esa barbaridad con una persona que quiere saber del tema como millones de personas en el mundo.... el debe estar satisfecho.... ya que yo creo que ellos nunca tendrán la valentia para decir toda la verdad.... creo que perderian mucho dinero.. ya que el petroleo no valdria lo que vale y no tendrian razon para seguir peleando por el y eso tambien seria menos dinero, dinero , maldito dinero.... digan la verdad y no metan más personas inocentes a la carcel y menos con esas condenas tan absurdas...

Saludo galactico hermanos