viernes, 17 de agosto de 2007

FRAGMENTO DE LA TREGUA


Es evidente que Dios me concedió un destino obscuro.

Ni siquiera cruel.

Simplemente obscuro.

Es evidente que me concedió una tregua.

Al principio, me resistí a creer que eso pudiera ser la felicidad.

Me resistí con todas mis fuerzas, después me di por vencido y lo creí.

Pero no era la felicidad, era sólo una tregua.

Ahora estoy otra vez metido en mi destino.

Y es más obscuro que antes, mucho más.



Mario Benedetti.



Obviamente Martin Santome no es más que un tipo equis y Laura Avellaneda es una especie de Ángel, un ser especial que apareció en su vida, proveyendolo a él, de una luz que creia ya jamás volver a experimentar... Sólo que ella murió y la tregua concluyó.

A todos la vida nos da 1 ó 2 ó 3 treguas en toda nuestra existencia, tregua que tarde o temprano termina... no con un final tan drastico como en esta maravillosa novela, todos somos alguna vez 1 tipo x que encuentra un ángel iluminando su camino, asi que sólo queda disfrutar el momento, porque uno nunca sabe, quiza tan solo sea una tregua.

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