miércoles, 7 de noviembre de 2007

LA PATRIA DE GONZÁLEZ CAMARENA


En 1959 por decreto del presidente Adolfo López Mateos, se creó la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg), cuyo objetivo fue editar y distribuir libros escolares para todos los niños que cursaban la primaria.

En esa época la educación no tenía los mejores resultados: de cada mil niños que ingresaban a la primaria, 866 desertaban antes de terminarla. De los 58 que cursaban la secundaria, sólo la concluían 12. A la educación superior se registraban seis y no terminaban cinco. En ese contexto fue hacia 1960 cuando se entregaron las primeras ediciones de LTG.

Con la celebración del 150 aniversario de la Independencia de México y el 65 de la Revolución Mexicana, surge la idea de retomar estos acontecimientos y plasmarlos en las primeras portadas de los libros.

Esta propuesta fue entregada al escritor Martín Luis Guzmán, empresario del ramo editorial y nombrado director de la Conaliteg, quien convocó en 1960 a grandes muralistas como: David Alfaro Siqueiros, Roberto Montenegro, Raúl Anguiano, Alfredo Zalce, Fernando Leal, José Chávez Morado, entre otros, a quienes les propuso pintar cuadros con características específicas referente a los símbolos patrios o pasajes de la historia.

La primera obra que llegó a manos de los niños mexicanos fue la de Alfredo Zalce, la cual retrata al pueblo armado dispuesto a la lucha por un cambio, nos muestra también un campo productivo y una industria floreciente.

Dos años después se decide modificar estas portadas con una obra de Jorge González Camarena: “La Patria”, originalmente un óleo sobre tela, de 120 x 160 centímetros, realizado en 1962 que muestra una figura materna, una mujer protectora, fuerte, que tiene los brazos abiertos y al mismo tiempo es cobijada por las alas del águila mexicana, la bandera tricolor de nuestro país y en una mano sostiene un libro en donde se desprende la sabiduría para el pueblo.

El cuadro de “La Patria” deja ver el mestizaje puro de la mujer indígena en donde González Camarena tuvo de modelo a una tlaxcalteca.

Esta imagen se mantuvo vigente durante diez años y se editaron 400 millones de ejemplares.

“La Patria” es una alegoría que pretende sintetizar los tres tiempos de la nación mexicana: presente, pasado y futuro. La mujer, de tez morena para representar al elemento indígena, sostiene en la mano izquierda el asta de la bandera nacional y con mirada altiva nos conduce al futuro promisorio del país. A un lado, las figuras colosales del águila y la serpiente hablan del origen mítico de la nación. Con la mano derecha porta un libro abierto, que es el emblema de la educación. Detrás de la mujer se ven varios elementos que hablan de las riquezas productivas y culturales del país: frutos de las regiones agrícolas del país (plátanos, elotes, trigo, cacao, duraznos, mandarinas, etcétera); la arquitectura griega y mexica representan el legado histórico y cultural, el templo y las espadas coloniales comentan el pasado colonial. González Camarena muestra imágenes de progreso económico en la industria que emerge entre relámpagos”.

La mujer que posó como modelo para esta pintura fue Victoria Dorenlas, quien también personificó otras obras de González Camarena, entonces de 19 años, originaria de Tlaxco, Tlaxcala.

Jorge González Camarena le propuso que fuera su modelo, para esto ella tenía 18 años y le contó su situación; resultó que siendo adolescente se casó con un pistolero al servicio de “un notable político” del Estado de Hidalgo, pero era un hombre brutal, salvaje pues cuando se tenía que ausentar por el trabajo descargaba su pistola a los pies de la pobre chica que saltaba para que no le tocara una bala. Esa era la forma que tenía ese sujeto para que la muchacha se hiciera a la idea de lo que le pasaría si la encontraba con otro.

“Olvídese” dijo la muchacha al pintor González Camarena “si mi marido descubre que estoy posando para usted, al día siguiente habría dos entierros".

A pesar de ser casada, González Camarena la cortejó insistentemente sin obtener respuesta favorable de la bella mujer.

Victoria Dorenlas era mesera de un bar a donde acudían pintores e intelectuales de la talla de Diego Rivera y hay quien cuenta que el apellido real de Victoria era Dorentes o Dorantes. y no “Dorenlas”. Este apelativo se lo inventó Rivera cuando en una ocasión tímidamente se acercó al pintor y le mostró algunos de sus dibujos. Rivera, soló rio y dijo: “Míren a la Doré”, (aludiendo a Gustav Doré) “Esta va a ser la Dorenlas”.

González Camarena vigilaba con peligro de su vida y hasta de la joven las salidas y entradas del pistolero para convencer a la joven ¡Todo fuese por el arte!. Hasta que un día vio que en la casa donde vivía la joven había un velorio lo primero que pensó que aquel barbaján había matado a la joven en una de sus danzas macabras a base de descargas de pistola, pero no el difunto era el marido. González Camarena respetó el luto durante cuarenta días y volvió a la carga, hasta convencerla de que fuera su modelo y amante, fue así como figuró como “LA PATRIA” en los libros de texto de todo México y ademas, internacionalizando su imagen en el mural “Integración latinoamericana” que pintó en el interior de la Universidad de Concepción, en Chile, por encargo del Presidente Gustavo Díaz Ordaz, inspirado en el poema de Pablo Neruda titulado “Canto General”.

Jorge González Camarena, artista jaliciense fue subyugado obsesivamente por la sensual belleza indígena de Victoria y la pintó y dibujó frenéticamente en óleos, tintas, estudios, bocetos, retratos, murales, proyectos, y carteles, sin darse más tregua que la necesaria para amarla carnalmente.

En 1972 la imagen de Victoria Dorenlas fue retirada de la portada de los Libros de Texto Gratuitos de educación primaria y se volvió a imprimir en los polémicos libros de Historia en 1992 durante el gobierno de Ernesto Zedillo, pero ni en la primera ni en la segunda época en que aparece en la portada de los libros de texto, se hace señalamiento alguno a la modelo que de alguna manera está emparentada con la bohemia artística del México en el que habitaron mujeres compañeras de grandes pintores como Frida Khalo con Diego Rivera, Nahui Hollín con Gerardo Murillo (el Dr. Atl), Tina Modotti con Javier Guerrero.

No se puede precisar cuál es o fue el destino de Victoria Dorenlas, se llegó a decir que separada de González Camarena fue compañera del escultor, pintor y poeta Cutberto Escalante con quien vivió en San Martín Xaltocan, Tlaxcala, aficionada al alcohol, hasta morir víctima de cirrosis después de una glamurosa vida en Paris.

El 12 de octubre de 1992, se canceló una serie postal en la que Victoria Dorenlas ilustra uno de los timbres que forman la serie titulada “La cultura humana” tomando la imagen de un mural que se encuentra en el Museo Nacional de Antropología e Historia de la ciudad de México.
En esta ocasión Victoria aparece centralmente, al lado de otras mujeres pertenecientes a distintas razas indígenas en el mundo, completamente desnuda, con un tocado en la cabeza.
El timbre se vendió en 7 mil pesos de ese tiempo (7 pesos actuales) y prácticamente fue acaparado por los coleccionistas. Tampoco en esta ocasión se hizo señalamiento alguno a Victoria Dorenlas, ni su nombre, ni su origen, ni su vida.

Jorge González Camarena nació en Guadalajara, Jalisco en 1908. En 1918 se trasladó a la ciudad de México en donde terminó la primaria ingresando despues, simultáneamente, a la Preparatoria y a la Escuela Nacional de Artes Plásticas siendo sus maestros Mateo Herrera y Francisco Díaz de León. En 1925 el Dr. Atl lo seleccionó para ilustrar su obra "Las iglesias de México". Vivió en Huejotzingo en 1932 y 1933, donde restauró, comisionado por la Dirección de Monumentos Coloniales, los frescos del convento del siglo XVI. Trabajó en dibujo publicitario, pero en 1940 empezó a desarrollar su talento de pintor. Pintó numerosos murales que le dieron prestigio como su obra titulda México que se encuentra en el vestíbulo del edificio del Seguro Social, otros en el Museo de Historia, en Chapultepec y en el Palacio de Bellas Artes. Realizó además monumentales grupos escultóricos en distintos lugares de la República. Sus pinturas de caballete, impecables la mayoría, son ilustrativas del México indígena.

3 comentarios:

Jose Angel dijo...

EXCELENTE RESUMEN DE LA HISTORIA DE UNA MUJER TAN IMPORTNTE PARA EL ARTE MEXICANO.

Sergio dijo...

tambien te digo excelente tu historia, con datos muy precisos.

saludos

Anónimo dijo...

Mi mama siempre me platicaba que su mama era idéntica a la mujer de los libros de texto que cuando la veía parecía que estaba viendo a su mama, de hecho mi mama también se parece, mi abuela siendo muy chica 14 años se cree, huye de su casa por maltrato de sus padres, en esos lapsos de años no se sabe nada de su vida, es una incógnita que mi mama siempre investigo por que de mi mama no hay acta de nacimiento, de sus hermanos menores las actas de nacimiento están en el df pero de ella no hay