lunes, 23 de marzo de 2009

CARTAS A LOU: CALIGRAMA DE GUILLAUME APOLLINAIRE


Las cartas que el poeta francés Guillaume Apollinaire (1880-1918) envió a su amante Lou durante la Primera Guerra Mundial han sido publicadas por primera vez en español en un volumen que, según ha explicado la traductora del texto, Marta Pino, "refleja la personalidad más auténtica del poeta".

En esas misivas, que Apollinaire nunca concibió como un libro para ser publicado, el autor "se vuelca con total sinceridad, hasta el punto de que cuando se publicaron en Francia ocasionaron mucho escándalo y tuvieron problemas con la censura", comenta Pino.
En Cartas a Lou (Acantilado), Apollinaire "explora y experimenta nuevas vías literarias, son textos puramente vanguardistas, que escribió mientras estaba en el frente, cuando fue movilizado voluntariamente".

Apollinaire conoció a Lou en septiembre de 1914, poco antes de incorporarse voluntario al 38º Regimiento de Artillería de Campaña y de ese encuentro nació una apasionada y encendida relación amorosa.

Los poemas y las cartas en que se arroparon muestran la evolución de su relación y su exploración literaria: están los primeros caligramas, textos ideogramáticos que luego se convertirían en su gran aportación a la poesía de las vanguardias de principios del siglo XX.

En ellas, dice Pino, se puede observar su experimentación poética, "desde unos poemas más clásicos, que siguen los esquemas tradicionales métricos, hasta unos poemas más libres, sin rima ni esquemas rígidos, todos integrados en las cartas".
Los textos son esencialmente amorosos, con una fuerte carga erótica, que permiten observar también la relación entre el escritor y su amante. Las primeras cartas muestran una relación de amor cortés, mientras que en las últimas, "Lou acaba siendo su esclava", dice Pino.

En las misivas, además, hay una marcada influencia del Marqués de Sade, según su traductora, aunque también se incluyen muchas referencias a muchos personajes del mundo de la vanguardia, en constante contacto con el poeta.

De la correspondencia se deduce que Apollinaire estaba convencido de la importancia de participar en la Guerra, "concienciado con la defensa de unos valores en juego como la libertad, la conquista de derechos y con la idea que tenía de Europa", explica Pino.

La traductora ha tenido que enfrentarse a dificultades específicas al pasar la obra al español, "porque son textos muy libres y muchas veces escritos a vuelapluma, llenos de neologismos y caligramas que requieren ceñirse a la exposición gráfica del texto", añade.

El reto para un traductor va, en ocasiones, más allá de la literatura y se adentra en el arte. Por ambos caminos transitan los caligramas de Guillaume Apollinaire y por ellos ha tenido que seguir al poeta francés Marta Pino Moreno. Para su versión de Cartas a Lou, que acaba de aparecer en Acantilado, Pino se ha servido de programas de diseño gráfico para verter al castellano unos poemas que buscan la simultaneidad del dibujo: "Una traducción lineal los vuelve absurdos".


Los caligramas están en el tipo de poesía para mirar. En los caligramas, el poema dibuja un objeto relacionado al tema principal de este. Por ejemplo, si el poema habla de un castillo, se escribe el texto en forma de un castillo, aunque en ocasiones se da el caso de simples poemas visuales escritos en cierta forma o dibujo que no está relacionado con el caligrama.


Artistas destacados

El poeta vanguardista francés Guillaume Apollinaire fue un famoso creador de caligramas. El poeta chileno Vicente Huidobro ya había incluido su primer caligrama, Triángulo armónico, en su libro Canciones en la Noche (1913). Con Apollinaire, los caligramas se ponen de moda en las primeras décadas del siglo XX.

La literatura hispánica cuenta con interesantes autores de caligramas, entre otros, el mexicano Juan José Tablada, el cubano Guillermo Cabrera Infante, el argentino Oliverio Girondo o el uruguayo Francisco Acuña de Figueroa. En la literatura catalana destacan Joan Salvat-Papasseit y Joan Brossa

No obstante, hay muchos ejemplos de caligramas en muy distintas culturas de la antigüedad, entre otras la hindú o la helenística griega.

Los primeros caligramas conocidos pertenecen a los poetas griegos del periodo helenístico (siglo IV-III a. C.) La fórmula se llama "technopaegnia" y en latin "Carmina sexosa". Desde esos primeros autores, Simias de Rodas, Teócrito, Dosiadas, hasta el siglo XX, esta forma poética ha tenido un tratamiento continuado, aunque desigual, con periodos de auge, como el que experimenta desde el inicio de la vanguardia y, sobre todo, la llamada `poesía visual o experimental. Algunos de los principales estudiosos del tema han sido J. Peignot (Du Calligramme),P. Massin (La lettre et l'Image), o Rafael de Cózar (Poesía e Imagen) en España.

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