jueves, 23 de octubre de 2008

TEORIAS, CIVILIZACIONES Y OVNIS


VELIKOVSKY, LA BIBLIA Y LOS PLANETAS

Immanuel Velicovsky, un autor nacido en Rusia que llegó a Estados Unidos en 1939, provocó una tormenta científica, once años después con su libro Mundos en colisión, los ecos del cual aún reverberan en el mundo de la ciencia. Basándose en sus estudios de historia antigua, Velikovsky intentó mostrar que los relatos de los primeros libros de la Biblia, tan a menudo considerados como sólo leyendas, eran básicamente históricos y que se hallaban corroborados por las leyendas de otras razas antiguas que existieron al mismo tiempo.

Velicovsky alegó que la tierra había experimentado catástrofes de impactos planetarios tan "recientemente" como hacía sólo dos mil años, durante cuyos períodos, tal como se registraba en la Biblia, el Sol había permanecido inmóvil en los cielos, el mar Rojo se había separado y unido de nuevo, había caído el maná del cielo y alimentado a los israelitas, grandes plagas habían asolado Egipto; en resumen, que los milagros de la era de Moisés eran hechos verídicos. mantuvo sus teorías incluso en unos suposiciones aún más sorprendentes; que parte del planeta Júpiter, se había desgajado y formado un cometa; que el cometa se había desviado cerca de Marte, y que el cometa había seguido su camino dentro de nuestro sistema solar, originando periódicamente mareas de ondas y enormes terremotos en la Tierra, hasta que se convirtió en el planeta Venus.

Según Velicovsky, la destrucción en masa de los seres humanos había sido detallada en casi todos los archivos antiguos, y las extinciones en masa de los animales quedaban evidenciadas en las cavernas y estratos por todo el mundo. A pesar de que Velicovsky recopiló con asiduidad evidencias que corroboran todo esto, a partir de escritos antiguos y leyendas, sus teorías, por lo general, fueron ridiculizadas por el establecimiento científico. un distinguido astrónomo británico declaró que su libro era "todo mentiras", añadiendo que él "nunca lo había leído y que nunca lo leería".Como es de suponer, el público sí lo leyó y con enorme entusiasmo.

El autor preguntó a Velicovsky, poco antes de su muerte, cómo había sido capaz de predecir, mucho antes de que se conociera "oficialmente", que la superficie de Marte estaba cubierta de cráteres, que Venus gira en sentido contrario a los demás planetas de nuestro sistema y que los planetas y el Sol poseen cargas eléctricas positivas y negativas. También preguntó cómo sabía con antelación que la temperatura superficial de Venus era de más de cuatrocientos grados centígrados, cuando el mismo Einstein había previsto que sería inferior a los cuatro grados centígrados bajo cero...

Velikovsky respondió de manera indirecta. Dijo:

-Usted sabe que el Museo Británico posee millares y millares de tablillas babilónicas de arcilla, que aún no se han traducido o publicado. Ofrecen una información interesante y pertinente acerca del sistema solar a todos aquellos que se tomen la molestia de leerlas.

También cabe agregar que el doctor Velicovsky tenía suma pericia en lenguas del Oriente Medio y podía leer los textos cuneiformes inscritos, tanto de Asiria como de Babilonia.


EL PLANETA DE BELÉN

Los astrónomos siempre han buscado una explicación realista de la aparición de la Estrella de Belén que hizo de heraldo del nacimiento de Jesucristo y guió a los tres Magos hasta su pesebre. Hoy, Roger Sinnott, editor asociado de Sky and Telescope, explica que la aparición de la estrella bíblica fue realmente el resultado de una convergencia de las órbitas de Júpiter y Venus en el año 2 a. de C.

Aunque la convergencia de Júpiter y Venus es bien conocida, los astrónomos no la toma en cuenta como la Estrella de Belén. Argumentan que si hubiera sucedido el año 2 a. de C., tal y como Sinnott afirma, en ese caso hubiera ocurrido tras la muerte del rey Herodes, que, presumiblemente, ocurrió el año 4 a. de C. Sin embargo, según los historiadores bíblicos, el rey Herodes aún estaba vivo en la época del nacimiento de Jesucristo.

Pero Sinnott cree que el problema se encuentra en un mal cálculo de la muerte de Herodes. El antiguo historiador judío Flavio Josefo informó que Herodes murió en torno del momento de un eclipse lunar. para los astrónomos más modernos, eso fecharía su defunción el día 12 de marzo del año 4 a de C. No obstante, hubo otro eclipse el 9 de enero de año 1 a. de C. Y si Herodes murió en el momento del segundo eclipse, aún hubiera vivido en la época de la convergencia Júpiter-Venus, es decir, de la Estrella de Belén bíblica.


LA VISIÓN DE CYRANO DE BERGERAC

La legendaria nariz de Cyrano de Bergerac ha quedado inmortalizada en muchos relatos modernos, pero el mismo autor francés de esos relatos merece una atención aún mucho mayor. Muy pocas personas han sido conscientes de que aquel hombre fuese un profeta por derecho propio.

En sus cuentos, publicados póstumamente, de viajes al Sol y a la Luna, describió las órbitas de los planetas en torno al Sol, lo cual en aquel tiempo no era una idea aceptada a nivel popular. Describió una forma de propulsión mediante cohetes. Cyrano expresó también la idea de que los mitos y religiones tradicionales hubiesen sido legados a los seres humanos por parte de visitantes extraterrestres a la Tierra.

Los viajes celestiales de los escritos de Cyrano implicaron el empleo de una sorprendente serie de aparatos desconocidos en el siglo XVII. Para sus contemporáneos, sus ideas -que incluían viviendas móviles, aparatos para registrar y volver a escuchar discursos, tubos que iluminaban en la oscuridad-, no dejaban de ser de lo más fantasioso. Hoy, parecen notablemente similares a las casas transportables, los magnetófonos, y las bombillas eléctricas.


LAS EXTRAÑAS LUCES DE LA LUNA

Desde el siglo XVIII, los astrónomos han observado luces misteriosas que emanan de la superficie de la Luna, datando los primeros registros del año 1787. En las noches del 19 y 20 de abril de ese año, el astrónomo británico Sir William Herschel dirigió su telescopio a la Luna y quedó sorprendido al detectar tres luces que brillaban intensamente, con lo que llegó a la conclusión de que procedían de volcanes lunares. Y, en 1790, Herschel observó más de 150 de la misma clase de luces, que describió como "puntos rojos, luminosos..., pequeños y redondos".

Aunque Herschel fuese un respetado científico, su teoría del volcán fue rechazada por casi todos. Según un informe publicado en The American Journal of Science and Arts, en 1822, los volcanes lunares resultaban improbables porque cualquier roca fundida en el núcleo de la Luna se enfriaría con rapidez a causa del tamaño de la Luna. En vez de ello, se postuló que las luces observadas por Herschel y otros cerca del cráter Aristarco se debían a reflejos de la luz de la Tierra.

En 1965, el astrónomo Zdenek Kopal recopiló 16 casos separados de luces en el cráter de Aristarco y en otras regiones, pero la fuente se encuentra todavía en disputa. Kopal consiguió obtener fotos de la luna que mostraban un brillo distinto en zonas oscuras de la superficie, Kopal las atribuyó a partículas emitidas por la erupciones solares, que habían tenido lugar poco tiempo antes. Pero Kopal no pudo aplicar la misma explicación a los lugares de luz localizados en zonas iluminadas de la Luna Por el Sol, lo cual le llevó a la idea de que "los efectos de la actividad solar pueden depender de procesos que aún no han sido comprendidos".

Unos cuantos años después, en la revista Nature, A A. Mills propuso otra teoría para las luces lunares: "Lechos fluidos" de fino polvo estaban siendo removidos por gases debajo de la superficie de la Luna. A su vez, esos lechos podían producir una neblinosa "descarga luminosa" de electricidad estática que, desde la tierra, parecerían constituir puntos de luz.

Ninguna de esas hipótesis ha sido aún probada o descartada. Sin embargo, otra observación de las luces desafía todas las demás. En 1788, el astrónomo alemán Johann Hieronymus Schroter vio lo que describió como "un punto de luz, tan brillante como una estrella de quinta magnitud", al este de los Alpes lunares. Tras 15 minutos, la luz simplemente, desapareció. Schroter continuó observando la Luna hasta que la misma zona reapareció, en esta ocasión a plena luz solar. Quedó asombrado al ver una sombra redonda, negra y gris, exactamente donde la luz había estado en la anterior revolución de la luna.


EL MISTERIOSO CALENDARIO MAYA

Creado hace más de 5.000 años, el antiguo calendario maya resulta sorprendentemente exacto. Su computerizada complejidad sorprende a los arqueólogos y a los astrónomos: entre otras proezas, los mayas determinaron de manera correcta que el Sol, la Luna y el planeta Venus se encuentran en la misma alineación sólo cada 104 años. De todas las razas antiguas, los mayas llegaron al más cercano reconocimiento de la exacta duración del año solar. Nuestro cálculo actual es de 365,2422 días. mientras que los mayas, empleando sus propios cálculos e instrumentos a partir de la altura de sus pirámides, llegaron a dar la cifra de 365,2420, con una diferencia de sólo 0,0002 de día, millares de años antes de que cualesquiera otros llegaran tan cerca.

¿Cómo fueron capaces los antiguos mayas de realizar unas observaciones astronómicas tan precisas mucho antes de la invención del telescopio? Según nuestras propias leyendas acerca de la civilización, el calendario fue un don de los "extranjeros del mundo de las estrellas".


VIAJES INTRADIMENSIONALES MAYAS

La cultura maya siempre ha sido un enigma para los investigadores que no pueden comprender cómo una sociedad, en plena Edad de Piedra, pudieran poseer semejante astuto conocimiento y comprensión de las matemáticas, la astronomía y de cálculo del tiempo.

Una teoría, según explica el historiador del Arte de Colorado, José Argüelles, es que los mayas fueron unos viajeros intradimensionales, que se establecieron en México hacia el año 600 a. de C. Su misión: colocar la Tierra y su sistema solar en alineación con el universo.

Argüelles llegó por primera vez a esta idea de los viajeros mayas cuando conoció a un santón maya que le dijo que nuestro sistema solar es el séptimo por el que navegaron los mayas. Los dirigentes partieron en el siglo IX de nuestra era, dejando atrás su calendario sagrado como sistema de profecías. Además cuando el calendario maya acabe en el año 2012, la Humanidad se habrá convertido en una cultura descentralizada y no industrial, en la que el contacto con los seres alienígenas será algo muy corriente.


LAS PISTAS DE NAZCA

Los pilotos que, en 1939, volaban sobre el desierto de Nazca, en el sus del Perú, inesperadamente observaron unos extraños dibujos en el suelo. Con representaciones de animales y aves, así como líneas en espiral y rectas, según alegaban, se parecían a las pistas de despegue de los modernos aeropuertos. Y lo que resultaba aún más asombroso era que las medidas de los dibujos eran increíblemente exactas. Unos cincuenta años después, los científicos se muestran aún incapaces de explicar los orígenes de estos diseños masivos. Sin embargo, dado que los dibujos sólo son discernibles desde el aire, muchos investigadores especulan acerca de que sus antiguos creadores hubieran sido también capaces de volar, o fuesen dirigidos por alguien que así pudiese hacerlo.

Para los entusiastas del espacio, como el autor suizo Erich Von Däniken, la explicación de los dubujos resulta muy simple. Los bosquejos nazcas, según opina, son señales de indicadores para guiar a los aviones y se colocaron en el desierto peruano por parte de los visitantes extraterrestres. En su libro de 1967, ¿Carros de los dioses?, Von Däniken propuso que unos seres alienígenas llegaron a la tierra hace unos 10.000 años y procedieron a manipular los genes de los monos para desarrollar especies de seres humanos. Entonces, sus creaciones consideraron como dioses a los alienígenas.

Las historias de la Biblia, y otras de tipo creación, sugiere Von Däniken, se arraigan en esas primeras visitas de extraterrestres. Los hallazgos arqueológicos, como los de Nazca, no son más que las reliquias de los antiguos astronautas.


LA CIUDAD PERDIDA

Existe una intrigante leyenda respecto a una ciudad perdida que se dice que existe aún en las selvas amazónicas. Se alega que esta ciudad contiene un gran tesoro, aún no enterrado, en ciertas versiones, y usada todavía por los habitantes de la ciudad. Se afirma que esos supervivientes han preservado su aislamiento al hallarse rodeados por tribus indias belicosas, en extremo inamistosas con los exploradores. Los habitantes de esta ciudad perdida se cuenta que son de raza blanca, y se informa de que aún se hallan en posesión de una cultura avanzada y de numerosos equipos de civilización, entre los que se incluyen medios de iluminación, no eléctricos, sino una causante y reluciente luz que no es de fuego.

Los portugueses y otros exploradores han tratado de localizar, desde el siglo XVII, esta misteriosa ciudad. Una primera expedición, al mando de un tal Francisco Raposo, ascendió por un precipicio encima de la selva y llegó a un altiplano. Vieron una gran ciudad a unos 6Km de distancia. Cuando se aproximaron a la misma, encontraron que al parecer, había sido abandonada pero que sólo se hallaba en parte en ruinas y que aún estaban en pie cierto número de grandes edificaciones de piedra. Había calles, plazas, murallas, arcos, y obeliscos ornamentados con lo que parecían ser escrituras. Estatuas, tallas y el estilo de la arquitectura resultaban superiores a las de otras ciudades sudamericanas anteriores a la conquista. Pozos mineros, en las afueras de la ciudad, señalaron un elevado contenido de minas argentíferas. mientras exploraban, Raposo y sus hombres vieron algunos "indios blancos" en una canoa, vestidos con extraños atuendos. La expedición, temiendo un combate desigual, abandonó la zona. Otras expediciones intentaron sin éxito rastrear de nuevo la ruta, y una de ellas, con centenares de hombres, desapareció en la selva.

El coronel retirado Percy Fawcett, un oficial del ejercito británico, fue, indudablemente, el más porfiado entre los exploradores que continuaron la búsqueda. En períodos diferentes, entre 1906 y 1925, investigó y recopiló informaciones acerca de esa ciudad perdida cuando le pareció que se encontraba en las proximidades del río Xingú, un afluente del Amazonas, en Brasil. Creyó que constituía una parte de una civilización completa. Opinó asimismo que la ciudad perdida era el resto de una antigua y avanzada civilización, con su pueblo en la actualidad degenerado, pero que aún conservaba vestigios de un pasado olvidado.

Su dedicación a esta búsqueda concluyó en 1925, cuando él mismo desapareció en su postrera expedición. La última entrada de su Diario, encontrado más tarde, indicaba que creía encontrarse a dos semanas de viaje de la ciudad que tan intensamente había tratado de encontrar.

¿La encontró y decidió pasar allí el resto de su vida? ¿O fue asesinado por los indios que, en una ocasión, afirmó que la guardaban? La desaparición del coronel Fawcett constituye uno de los mayores misterios de la exploración. Sus propias palabras podrían constituir el más adecuado de los epitafios:

"¿Que puede resultar más cautivador que penetrar en los secretos del pasado y arrojar luz sobre la historia de la misma civilización?".


LA CIUDAD QUE SE DESVANECIÓ DOS VECES

Existe cierto número de legendarias ciudades perdidas en el fondo del océano Atlántico y en los mares Mediterráneo, Egeo y caribe. Existe también cierto número que ciertamente quedaron sumergidas, aunque no perdidas, puesto que se conocen sus localizaciones. Por ejemplo, el antiguo centro costero romano de Baiae se encuentra no muy lejos de Nápoles y ha sido explorado y fotografiado intensivamente por submarinistas trabajando a una profundidad de 15 a 20 m. Síbaris, cuyo nombre se ha convertido en sinónimo de forma de vida lujosa o ""sibarita", yace en el fondo marino del golfo de Tarento. Partes de Cartago, Leptis Magna, Tiro, Cesarea, Alejandría, y otras grandes ciudades, siguen aún bajo las aguas del Mediterráneo.

Esas ciudades se hundieron en el mar como resultado de la acción sísmica y se pueden localizar con facilidad a causa de que los cronistas antiguos nos han dicho dónde se encuentran. Sin embargo, algo inusual la sucedió a Heliké, una gran ciudad de la Grecia clásica, que, en el 373 a. de C., desapareció de la superficie durante un terremoto y un maremoto, con todos sus edificios, calles, barcos y millares de habitantes. ninguno escapó a la imponente ola que barrió no solo los buques de Heliké, sino también de diez buques de guerra visitantes pertenecientes a la flota espartana, anclados en el puerto. Donde solía hallarse Heliké, se encuentran hoy solo las aguas del golfo de Corinto.

Cuando las aguas están transparentes es posible ver las ruinas de la ciudad en el suelo marino. Durante centenares de años. Heliké ha permanecido en su localización debajo del mar, perfectamente visible a través de las cristalinas aguas. Los turistas romanos de una época posterior contrataban barqueros griegos para que les llevasen a fuerza de remo por encima de las bien conservadas ruinas. Los turistas empleaban con frecuencia buceadores para que les recogieran monedas y otros hallazgos de la ciudad sumergida. Los buceadores se zambullían hasta 15 y 20 metros a través del agua con una visibilidad por completo cristalina. Desde la superficie podía verse una estatua de Cace (Júpiter para los romanos), aún en pie en medio de las ruinas.

Sin embargo, hacia el final de la ocupación romana de Grecia, otro terremoto abrió el suelo marino bajo esta Pompeya sumergida y luego se cerró encima de ella. Heliké, en la actualidad perdida, pudo haber contenido tesoros de un valor mucho más considerable las monedas de plata y oro que los submarinistas andaban buscando.

A menos que una nueva conmoción lleve de nuevo la ciudad a la superficie, Heliké yacerá donde está para siempre, a un tiempo perdida y no perdida a algunas millas náuticas al este de la actual ciudad de Aíyion, en la costa norte, y a una distancia desconocida debajo del suelo marino del golfo de Corinto.


LOS ANTIGUOS CONOCÍAN LA EXISTENCIA DE LA ANTÁRTIDA (Los mapas de Piri Reis)

En 1513, Piri Ibn Haji Memmed, un oficial de la Armada turca más conocido por Piri Reis o Reís, tenía unos cartógrafos preparando un mapa del océano Atlántico y los países ribereños. A continuación, el mapa fue olvidado hasta 1929, cuando se lo encontró en los Archivos imperiales de Turquía, en Constantinopla (Estambul). Dibujado exactamente 21 años después del descubrimiento de América por Cristóbal Colón, se trata de uno de los mapas primeros más exactos del Nuevo Mundo. Una inscripción en el mapa indicaba que Piri Reis basaba la porción occidental sobre mapas que el mismo Colón había empleado durante su primer viaje. Se trataba de la primera prueba de que habían existido unos mapas anteriores y apoyaba la idea mantenida por numerosos investigadores de que Colón había conocido y empleado estos mapas. Además, otra inscripción declaraba que el oficial turco había consultado unos mapas aún más antiguos, algunos de los cuales se remontaban a la época de Alejandro Magno.

El mapa también presentaba pruebas de que el inexplorado continente antártico había sido cartografiado por alguien miles de años antes de que fuese redescubierto en 1820. Muestra, en correcta proporción, partes de Africa y de la zona oriental de Sudamérica. De bajo del extremo sur de América del Sur, están los contornos de otra línea costera. El cartógrafo e historiador charles Hapgood ha identificado la misma como la línea de la costa y las montañas de la Antártida, tal y como en realidad existen bajo la capa de la cubierta de hielo. Y lo aún más increíble radica en que, aunque se trate de un mapa antiguo, está dibujado empleando una trigonometría esférica y adaptada a la curvatura de la Tierra, millares de años antes de que fuese posible representar la longitud.

Dado que se sabe que la Antártida estaba en su mayor parte libre de hielos hacia los años 10.000 a 8.000 a. de C., se han propuesto cierto número de explicaciones para esta cartografía tan adelantada, incluyendo la teoría de que se trataba de un mapa aéreo realizado por extraterrestres desde un ovni.

Charles Hapgood pone en duda la teoría ovni, de la forma siguiente:

Resulta... razonable suponer que la tierra estuviese poblada y que los ocupantes realizasen mapas. Creo que sólo una motivación comercial llevaría al cartografiado: alguien deseaba los recursos naturales y mantener actividades comerciales con el continente.

Resulta irreal llegar a la conclusión de que... los extraterrestres hicieron los mapas. En su actual estado, los mapas no sugieren la exactitud que atribuiríamos a unas personas capaces de cruzar miles de millones de kilómetros de espacio interestelar...

Con la mención de motivaciones comerciales, Hapgood puede haber explicado la supervivencia de los mapas griegos o protogriegos de un mundo anterior. Éstos fueron preservados por las copias constantes realizadas por parte de los capitanes mercantes que deseaban mantener en secreto las rutas comerciales a lugares alejados. El mapa de Oronteo, copiado por última vez, en 1532, a partir de un original antiguo, muestra ríos que fluyen a través de la Antártida y que siguen el camino de los actuales glaciares. también otro, el mapa mundial de Buache, fechado en 1754, muestra a la Antártida en la parte baja del mundo y explica que esta tierra no descubierta debía existir para equilibrar las zonas terrestres. Pero el por entonces desconocido continente, fue dibujado correctamente, con una notable excepción: se muestra como dos islas enormes, separadas por el mar, lo cual es en realidad la auténtica forma de la Antártida sin hielo.

La existencia de la Antártida quedó finalmente aceptada como una realidad en 1820. pero no fue hasta el Año Geofísico de 1955, cuando una expedición científica internacional comprobó que la auténtica costa de la Antártida se hallaba oscurecida por el hielo; que existen montañas y lechos de ríos debajo de la cubierta de hielo; de hasta 3 km. de altura, y que el mismo continente está en realidad formado por dos islas.

Pero aún hay misterio. ¿Cuál fue la avanzada civilización cuyos representantes cartografiaron el área más lejana del Globo, cuando el mundo era mucho más joven y la Antártida aún no se había congelado?.


REVISIÓN DEL TRIÁNGULO DE LAS BERMUDAS

Una zona rodeada por una línea imaginaria que va desde Florida a las Bermudas y Puerto rico y luego retrocede otra vez a florida, el Triángulo de las Bermudas ha sido el lugar donde han ocurrido muchas desapariciones misteriosas de buques, aviones y personas. Uno de los incidentes más raros ocurrió durante un vuelo breve a la isla de Gran Turco, en la Bahamas.

Mientras Helen Cascio pilotaba se "Cessna 172" y se aproximaba a la isla, la torre de control la facilitó sus instrucciones de aterrizaje. Pero Helen no respondió, aunque el canal de la radio de la mujer estaba abierto. Los operadores de la torre escucharon a la piloto decirle a su único pasajero:

-He debido hacer alguna falsa maniobra. Ésta debería ser Turco, pero ahí no hay nada. No hay aeropuerto. No hay casas. No hay nada...

Los controladores continuaron frenéticamente, intentando entrar en contacto con la piloto, pero Helen resultaba obvio que no los oía. Luego recibieron lo que sería petición final que escucharían:

-¿No hay manera de salir de esto?

Nunca se encontró la menor huella del avión, de la piloto o del pasajero.

Las explicaciones que han dado muchos investigadores para las desapariciones en el triángulo, van desde secuestros, por parte de piratas modernos, a un simple error humano. También existen algunas especulaciones respecto de que esa zona está situada por encima de un remolino o un agujero en el océano que se traga a los navíos o aviones lo suficientemente infortunados para pasar exactamente por encima.

Sin embargo otra posibilidad consiste en que partes de la Atlántida se encuentran debajo del Triángulo de las Bermudas. Unas legendarias pirámides, construidas por los Atlantes como fuentes de energía, podían funcionar de manera esporádica y perturbar la comunicación de los barcos y aviones, así como los sistemas de control.

Además, naturalmente, existen los que creen que estamos siendo invadidos por unos malévolos y tortuosos extraterrestres, y que especulan respecto de que esos alienígenas pueden, de alguna manera trabar el campo magnético del Triángulo de las Bermudas y capturar especímenes humanos y artefactos para sus propios propósitos de investigación.

Sin embargo, aunque se ha informado de numerosas desapariciones en el Triángulo de las Bermudas, se ha hablado menos acerca de aparatos que hayan aparecido en esa zona,. Por ejemplo, en julio de 1975 Jim Thorne, miembro de un grupo de investigaciones oceánicas, a bordo del yate New freedom, fotografió una deslumbrante tormenta eléctrica por encima del triángulo. Al examinar la película revelada, quedó perplejo al ver una clara imagen de aparejos cuadrados, a unas cien millas náuticas de distancia del New Freedom. Pero la noche de la tormenta sabía muy bien que no había ningún tipo de naves en las proximidades.


VUELO HACIA NINGUNA PARTE

El de diciembre de 1945, cinco bombarderos despegaron de Fort Lauderdale, Florida, en un ejercicio de navegación aérea de 650 kilómetros, identificado como vuelo 19. Los aviones, considerados en perfectas condiciones operacionales en el momento del despegue, eran tripulados por pilotos experimentados, como el teniente Charles Carroll Taylor entre otros 14 pilotos y tripulaciones.

La ruta debería llevarles hacia el Este, luego al Norte, sobre la isla de la Gran Bahama, antes de dirigirse hacia el Sudoeste, rumbo a la base. todo esto dentro del área conocida como Triángulo de las Bermudas. En cambio, las maniobras resultaron en un vuelo de cinco horas hacia ninguna parte.

Ya hacia las dos horas de vuelo Taylor comunico que ambas brújulas se encontraban inexplicablemente defectuosas; no señalaban ni dónde estaban ni hacia donde iban. Ellos, por alguna razón desconocida, supusieron que se hallaban en algún lugar sobre los cayos de Florida, a unos 300 kilómetro fuera de la trayectoria prescrita.

Durante tres horas las hondas de radio no captaron más que mensajes confusos y fragmentarios, hasta que Taylor anunció que intentarían aterrizar los aviones en el agua, ya que corrían el riesgo de quedarse sin combustible.

A pesar de los cinco días de búsqueda intensa, cubriendo un área de 550.000 kilómetros, durante los cuales un avión de rescate Martin Mariner, con 15 tripulantes, también desapareció, jamás se encontró el menor rastro de los cinco bombarderos. Es posible que los aviadores no pudieran escapar antes de que los aviones se hundieran pero ni siquiera las 400 páginas de informe naval respondieron a todas las preguntas acerca de las extrañas circunstancias que llevaron a la desaparición del hombre.

Desde el 5 de diciembre de 1945, cientos de aviones, grandes y pequeños, han desaparecido en el Triángulo de las Bermudas sin dejar rastros, de los cuales el 20% desapareció a principios de diciembre y casi siempre el día 5. Pero el mes de diciembre no se incluye en la temporada de los huracanes.


LAS COLUMNAS DE CEMENTO DE NUEVA CALEDONIA

Por lo que se sabe, los primeros seres humanos que llegaron a Nueva Caledonia, una isla situada a 750 millas marinas al este de Australia, hacia el año 2000 a. de C., procedían de indonesia, razón por la cual los arqueólogos tienen dificultades para explicar la rara presencia de unas columnas de cemento. Con tal vez diez mil años de antigüedad, la columnas se encuentran en la isla de Pinos, de Nueva Caledonia, a unos 60 km. frente a la costa meridional.

Los científicos han encontrado en la isla de Pinos unos 400 túmulos, unas formaciones terrestres en forma de hormiguero, de 9 a 10 m de altura y de 90 m de diámetro, virtualmente carentes de vegetación. Durante unas excavaciones realizadas en los años sesenta, en busca de curiosidades geológicas, por parte de L. Chevalier, del Museo de Nueva Caledonia, en Numea, la capital de la isla, encontró de manera inesperada una columna de cemento en cada uno de los tres túmulos, y dos tumbadas a cada lado de un cuarto túmulo. Sus alturas iban desde medio metro a dos metros y medio, y sus diámetros de 20 a 35 cm. Y lo más extraño era que estaban construidas con una mezcla de cal y mortero, un procedimiento desconocido centenares de años a. de C. Incluso así, según la datación del radiocarbono, los pilares se fabricaron entre los años 5120 y 10950 a. de C.

No obstante, lo que Chevalier encontró más intrigante en su descubrimiento, fue que no había restos humanos en ningún lugar de los alrededores. A causa de la edad aparente de los cilindros, la ausencia cerca de vida humana o de otra clase, y lo sofisticado de su construcción, los orígenes de las columnas continúan siendo un completo misterio.


EL ENIGMA DE LA ESFINGE

El faraón Kufu (Kefrén en griego) se dice que construyó el legendario monumento, medio hombre y medio león, conocido como la Esfinge, en Giza, hacia el año 2700 a. de C. Pero si la teoría del egiptólogo Anthony West, autor de Clave para los viajeros al Egipto antiguo, es correcta, la Esfinge fue en realidad construida mucho antes. Y de ser así, de ello se sigue que la civilización egipcia también es mucho más antigua de lo que se creía hasta ahora.

West señala que la erosión sufrida por la piedra de la Esfinge es mucho peor que la de las pirámides, sus supuestas contemporáneas. Y los canales de 60 cm. de profundidad que se encuentran en sus paredes, afirma fueron talladas por el agua de las Grandes Inundaciones de Egipto que asolaron la región desde los años 15000 a 10000 a. de c. Si, en efecto, la Esfinge se construyó en Giza antes de las inundaciones, eso explicaría por qué la cultura egipcia floreció tan rápidamente después: su fundación ya se había realizado y, de cierta forma, sobrevivió a las aguas devastadoras.


EL FARAÓN Y LOS ALIENÍGENAS

Un papiro egipcio puede contener uno de los primeros relatos escritos conocidos del avistamiento de un ovni. Según estos registros, que datan del tiempo del faraón Tutmosis III, que reinó desde hacia 1504 hasta hacia 1450 a. de C., escribas de la Casa de la Vida avistaron un "círculo de fuego", que viajaba silenciosamente por el cielo. "No tenía cabeza -dice el papiro- y el aliento de su boca tenía un tremendo hedor." Los atemorizados observadores cayeron al suelo, no sabiendo si temer o venerar la extraña llama celestial. Durante los días siguientes, aparecieron sobre Egipto más y más bolas de fuego parecidas, tan brillantes como el Sol.

En un esfuerzo por prevenir el poder de los objetos, el faraón ordenó a los sacerdotes que quemasen incienso para alentar la pacífica intercesión de los dioses. Y cuando los objetos no identificados partieron, Tutmosis ordenó poner por escrito las cosas para que el incidente se recordase para siempre.


OVNIS SOBRE JAPÓN

Hace 700 años, antes de que el término platillos volantes apareciese en los relatos occidentales de avistamientos de ovnis, los japoneses estaban ya registrando incidentes por su cuenta. Por ejemplo, algunos documentos antiguos describen un objeto desacostumbrado que se dirigía hacia el Norte desde una montaña en la provincia de Kii, hacia la fecha occidental equivalente al 27 de octubre de 1180. El objeto volador desapareció por encima del horizonte, dejando un rastro luminoso en su estela. El otro ejemplo, estaba prevista la ejecución de un poeta, en 1271, cuando de repente apareció un objeto en el cielo el día en que debía tener lugar la decapitación.

También hubo un oficial militar japonés que ordenó la primera investigación conocida de ovnis, en el año 1235. La noche del 24 de septiembre, el general Yoritsume y su ejército fueron testigos de unas luces misteriosas que se hicieron visibles en el cielo durante muchas horas, descendiendo en picado, haciendo círculos y llevando acabo otras maniobras aéreas que en aquella época resultaban inimaginables. Sin embargo, los expertos del general informaron finalmente, que el fenómeno era del "viento que hacía oscilar las estrellas".


OVNIS SOBRE ÁFRICA

Los oficiales de las Fuerzas Aéreas de Zimbabwe están aún perplejos por un objeto no identificado, redondeado y brillante, con una parte superior en forma de cono que, en 1985, sobrevoló la parte meridional de su nación africana. Según el comodoro del Aire, David Thorne, los controladores del tráfico aéreo observaron al aparato colgado en el aire e incluso lo localizaron con el radar. En persecución del ovni, los pilotos de las Fuerzas Aéreas consiguieron una buena visión del mismo mientras el aparato cruzaba el cielo. Lo describieron como tan brillante que, al principio, parecía reflejar los colores de la puesta del sol, pero, sin embargo, a medida que el firmamento se fue oscureciendo más, comprobaron que el ovni era el que creaba su propia luz. Los pilotos también estimaron que el ovni viajaba a dos veces la velocidad del sonido.

-Nuestros pilotos son de total confianza -insistió Thorne-. No podía tratarse de un avión, de un globo meteorológico o de un fenómeno natural.


OVNIS ROMANOS

En su manuscrito Prodigerium liber, el historiador romano del siglo IV Julio Obsequins, registró numerosos relatos de avistamientos de ovnis. En un particular incidente, un escudo redondeado, en forma de nave, con flamantes antorchas giró y se estrelló contra el suelo cerca de Espoleto, al norte de Roma. "Luego pareció aumentar el tamaño, se alzó de la tierra y ascendió al cielo, donde oscureció el disco del Sol con su brillo", escribió.

Sin embargo los informes de Obsequins no fueron los únicos en ser registrados y sobrevivir hasta el siglo XX. En Prodigerium ac Ostentorium Chonicon, un profesor de gramática y dialéctica recopiló otros avistamientos romanos cuyas descripciones son notablemente semejantes a los relatos modernos de ovnis a los que se ha visto volando en formación. Por ejemplo, durante el reinado del emperador Teodosio I, en los últimos años del siglo IV, apareció de repente en los cielos un orbe brillante, reluciendo casi con tanto brillo como Venus. Mientras los testigos lo contemplaban empavorecidos, se congregaron un gran número de otros objetos similares como un enjambre de abejas volando en torno de un apicultor. Además parecían estar chocando con violencia unas contra otras y, al cabo de un momento, se unieron para construir una forma parecida a una espada de doble filo.


PLATILLOS VOLANTES EN EL SIGLO XIX

Un artículo que apareció el 25 de enero de 1878, en la edición de Denison, Texas, del Daily Herald, puede haber contenido el primer empleo conocido de la palabra platillo (saucer en inglés) para describir un ovni. El artículo narraba la experiencia de John Martin, un granjero que vivía exactamente al sur de Denison.

La tarde del 24 de enero, Martin estaba trabajando en sus campos cuando, al alzar la mirada, vio un objeto oscuro con forma de disco en el cielo despejado. El objeto viajaba "a una maravillosa velocidad", según le contó al periodista del Daily Herald, y siguió con su relato informándole que "parecía un platillo surcando los cielos".


EL OVNI DE CHESAPEAKE

El capitán William Nash y su copiloto, William Fortenberry, realizaban un vuelo de rutina de Nueva York a Miami en un "DC-4" de la "Pan American", a eso de las ocho de la noche del 14 de julio de 1952. El cielo estaba despejado y la visibilidad era ilimitada, una noche perfecta para volar a una altura de 2.500 m.

Luego, cerca de Norfolk, Virginia, Nash y Fortenberry se percataron de la presencia de una mágica claridad no muy lejana. Se hizo pronto aparente que la luz emanaba de seis objetos de un rojo intenso, cada uno de ellos de unos 30 m de diámetro, y que volaban en formación.

Su forma quedaba claramente delineada y era, evidentemente, circular según declaró Nash. Los bordes estaban muy bien definidos y no eran en absoluto fosforescentes o difuminados.

Mientras volaban a unos 600 m por encima de la bahía de Chesapeake, los seis discos fueron alcanzados por otros dos. Y cuando casi se encontraban alineados debajo del "DC-4", las luces se fueron apagando con lentitud y el aparato se ladeó.

El equipo de vuelo del "DC-4" radió un informe para ser recibido por la Fuerza Aérea de Estados Unidos, a la mañana siguiente les dijeron que, por lo menos, otros siete grupos en el área habían informado acerca de los mismos discos relucientes. Pero, tras comprobar las posiciones de todos los aviones militares y civiles presentes en aquel momento en las proximidades, la Fuerza Aérea no pudo explicar qué hacían allí aquellos ovnis. El caso aún sigue en los archivos de la Fuerza Aérea, clasificado, oficialmente, como "inexplicable".


EL OVNI DE FLORIDA

Algunas de las fotos más espectaculares de los ovnis jamás vistas, fueron publicadas en el Gulf Breeze Sentinel, de Florida, en 1987. Las fotos, tomadas por un hombre de negocios local, representaban a un ovni achaparrado, con portillas y forma de tetera. Según el fotógrafo, el cual pidió que no se publicara su nombre, un rayo de luz azul que procedía del aparato le levantó un metro en el aire mientras tomaba las fotos.

Aunque la historia parece increíble, muy pronto se demostró que aquel fotógrafo no estaba solo. Un mes después de la publicación de las fotos, otro grupo de fotografías similares aparecieron en la edición vespertina del Sentinel. Habían sido tomadas por un lector anónimo que corroboró el relato. Y lo que es más, en los días y semanas que siguieron, más de un centenar de lectores del Sentinel escribieron para decir que ellos también habían visto aquel extraño ovni.

Walt Andrus, director de la "Mutual Ufo Network", en Seguin, Texas, llegó asimismo a enterarse del caso. Decidió evaluarlo y acudió personalmente al Gulf Breeze:

-Había esperado alguna clase de fraude, pero ahora no sé qué pensar -manifestó Andrus-. Esas fotos son las mejores que he visto durante treinta años de investigaciones.

El físico de rayos láser Bruce Maccabbee, de Silver Spring, Maryland, también se muestra de acuerdo:

-Si se trata de un fraude -ha explicado-, es el más sofisticado que jamás haya visto.


ENCUENTRO ALIENÍGENA

Una noche del mes de noviembre de 1976, Joyce Bowles y su vecino Ted Pratt iban en un coche por el pueblo británico de Chilcomb para recoger al hijo de Bowles. Por el camino, el coche comenzó a experimentar sacudidas violentas y patinó hacia la cuneta. De manera inexplicable, el motor dejó de funcionar y los faros se apagaron.

Luego, Bowles y Pratt vieron un aparato reluciente, anaranjado con forma de cigarro puro, suspendido cerca de ellos, por encima de la carretera. A través de una ventanilla en un lado del vehículo, Bowles y Pratt vieron tres cabezas alineadas como si se tratase de los pasajeros de un autobús.

Uno de los misteriosos ocupantes de la nave salió y se acercó a ellos. La criatura llevaba un mono plateado y tenía unos intensos ojos rosados, sin pupilas o iris.

Bowles informó más tarde:

-Miró a través de la ventanilla el tablero de instrumentos del coche - declaró Bowles-. Cuando lo hizo, el motor se puso de repente en marcha y los faros se encendieron. Luego, él y el cigarro, simplemente se desvanecieron.

Algunos expertos creen que el punto de encuentro era especialmente atractivo para los extraterrestres. Se encuentra en el cruce de una serie de líneas trazadas en los terrenos locales de antiguos enterramientos.


EXTRATERRESTRES CAUTIVOS

Durante el verano de 1983, Larry Bryant, de Alexandria, Virginia, presentó un mandato de habeas corpus contra los Departamentos de los Estados Unidos de Defensa y Estado, las Fuerzas Aéreas, el Ejército, la Agencia de Seguridad Nacional y la Oficina Federal de Investigación (FBI). ¿Su acusación? Todos los demandados habían conspirado para ocultar el accidente aéreo, en 1947, de un vehículo extraterrestre en el desierto de Nuevo México. Y lo que es más, en realidad las Fuerzas Aéreas poseían uno o más cuerpos de los ocupantes del ovni.

Un documento del FBI, añadido a la orden ante el tribunal, citaba a un investigador de las Fuerzas Aéreas que afirmaba que se habían recuperado tres platillos volantes cerca de un gran aparato de radar del Pentágono, en Nuevo México. Evidentemente, el radar había interferido con el mecanismo de control del aparato. Según el memorándum, cada avión circular tenía un diámetro de, aproximadamente, 15 m y contenía una sección elevada en el centro. Sus ocupantes era humanoides, continuaba, de un metro de estatura y llevaban puestos unos monos metálicos.

Bryant creía que los visitantes extraterrestres aún seguían vivos y que eran retenidos contra sus derechos constitucionales. No podían verse detenidos sin ser acusados de un delito, argumentaba, y al presentar aquel mandamiento de habeas corpus Bryant confiaba en que los alienígenas fuesen liberados por el Gobierno o, por lo menos, se pudiese recuperar sus cadáveres. tal vez lo que en realidad desease fuese convertir todo aquel asunto en un verdadero escándalo público; no resultaba probable que el Gobierno, tras muchos años de negar la existencia de los ovnis, fuera ahora a reconocer su existencia, y mucho menos la posesión de los propios alienígenas, a causa de sólo un escrito de habeas corpus.


VULCANO EL PLANETA DESCONOCIDO

A todos los alumnos se les enseña que, en nuestro sistema solar existen nueve planetas. Pero hace más de cien años, algunos astrónomos habían postulado que, en realidad, podría existir un décimo planeta.

La especulación científica comenzó en marzo de 1859, cuando un médico rural francés y un aficionado al esquí llamado Levearbault, observaron un objeto que orbitaba el Sol. parecía encontrarse incluso más cerca del Sol que Mercurio, considerado por la mayoría de los astrónomos el planeta más próximo que gira en torno del sol. de una manera meticulosa Levearbault rastreó y calculó el tiempo de la presunta órbita del planeta, registrando sus observaciones sobre un tablero de pino.

Cuando el astrónomo más ilustre de Francia, Urbain Jean Leverrier, estudió las anotaciones, se mostró de acuerdo de que se trataba, en efecto, de otro planeta, al que más tarde bautizó como Vulcano. Según Leverrier, la presencia de Vulcano podría explicar por que Mercurio avanza cada año más de un metro hacia el Sol. Propuso que la gravedad de Vulcano era la que, en realidad, estaba empujando a Mercurio hacia el Sol.

Incluso así, nadie desde entonces ha observado a Vulcano, tal vez porque muchos no creen en la existencia del planeta y, por lo tanto, no lo están buscando.

Fenomenos Extraños

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