lunes, 19 de mayo de 2008
MÁS ALLÁ DE LA COINCIDENCIA
A todos nos gustan las coincidencias. Nos atraen su simetría y orden secuencial. Cuanto más inconcebibles, trascendentes y asombrosas sean, más disfrutamos con ellas. Sugieren una forma de control, una suerte de mano de Dios que interviene para dar sentido al caos que reina a veces en nuestras complicadas vidas.
A continuación una infinidad de coincidencias documentadas que sirven para ilustrar lo pequeño que puede ser nuestro planeta: “un pañuelo” como dicen, pero “un pañuelo” donde alguien o algo parece conectarse con varios universos paralelos, cuyo entramado y mecanismo ignoramos, de modo que sucedan las cosas más extrañas.
¿Cómo, si no, se explican los casos extraordinarias como el del ataúd perdido que recorrió 5.600 kilómetros hasta regresar a su tierra, o los increíbles paralelismos entre los asesinatos de Lincoln y Kennedy, o la profecía del hundimiento de Titanic?
Los investigadores británicos Martin Plimmer y Brian King, autores del libro "Más allá de la coincidencia" han logrado recopilar un amplio repertorio de los más llamativos e intrigantes hechos coincidentes ocurridos en todo el mundo, experiencias fascinantes que sumen en la más seductora perplejidad.
¿Universos paralelos que se tocan?
Pero ¿son sólo eso?, o ¿se trata acaso de fenómenos que van más allá de los límites de la casualidad? Plimmer y King barajan una serie de posibles explicaciones para estos sucesos inexplicables, que van desde la influencia de los astros, hasta los principios del cálculo de probabilidades, pasando por la religión, la parapsicología, la telepatía e incluso la magia.
A partir de una particular interpretación sobre la teoría de la relatividad de Albert Einstein, se inclinan por la existencia de un Universo en el que distintos tiempos y espacios se hallan interconectados, y en el que las coincidencias serían el fruto de dichas intersecciones.
Sea como sea, son un fenómeno cotidiano que se produce de modo continuo en todo el planeta, y cuya probabilidad de que se produzcan parece aumentar por la facilidad de acceso a la información y la comunicación que hay en nuestros días.
He aquí algunas de las historias recopiladas por Plimmer y King.
Laura y su globo
En junio de 2001, una niña de diez años llamada Laura Buxton escribió su nombre y dirección en un trozo de papel, pegó el papel en un globo de helio y lo soltó desde su jardín. El globo recorrió casi 225 kilómetros hasta que aterrizó en el jardín de otra pequeña de diez años, ¡qué también se llamaba Laura Buxton! .
La segunda Laura se puso en seguida en contacto con la primera y desde entonces han sido amigas. Han descubierto que no sólo comparten el mismo nombre y edad, sino que las dos tienen el pelo claro, un perro labrador, un conejito y un conejillo de Indias.
El auto maldito
El actor James Dean murió en 1955 en un trágico accidente automovilístico cuando su coche deportivo, un Porsche spider, se salió de la carretera y se estrelló.
Después, cuando los restos del coche fueron llevados a un garaje, el motor se desprendió y cayó sobre un mecánico, rompiéndole ambas piernas.
El motor fue comprado luego por un médico, que lo colocó en un coche de carreras, y murió poco después. En la misma carrera pereció otro conductor que había instalado la palanca de cambios del coche de Dean.
El automóvil del actor fue reconstruido... y el garaje se incendió. Fue exhibido en Sacramento y cayó del pedestal, rompiendo la cadera a un adolescente. Más tarde, en Oregon, el camión que transportaba el coche patinó y se estrelló contra la fachada de una tienda. Finalmente, en 1959, se partió en 11 pedazos mientras estaba apoyado en una sólida base de acero.
La madre de todas las coincidencias
La confusión se extendió por el pabellón de maternidad de un hospital en Australia, cuando se presentaron dos mujeres con el mismo nombre, a punto de dar a luz. Las dos, llamadas Carole Williams, parieron a dos niñas el mismo día, que era el cumpleaños de las dos mamás...
Rey Umberto de Italia
Una sorpresa inclasificable espera al rey Umberto de Italia la noche del 28 de julio de 1900, cuando decide ir a cenar a una posada próxima a Milán: ¡el posadero es su vivo retrato! Pero más sorprendido queda cuando, al conversar con él, descubre que ambos han nacido en la misma ciudad, su doble se llama Umberto como él, se había casado en igual día que el mismo rey, en idéntica ciudad y con una joven llamada Margarita, como la reina. El día en que Umberto fue coronado rey, el otro Umberto había abierto su posada. Desconcertado, el rey volvió al palacio.
En la noche del 28 de julio de 1900, el rey Humberto I de Italia cenaba con su ayudante en un restaurante de la localidad de Monza, donde debía presenciar un concurso de atletismo al día siguiente. Con gran sorpresa observó que el propietario del establecimiento era idéntico a él. Por curiosidad, entabló conversación con él, y fue descubriendo que existían entre ellos otras semejanzas.
El dueño también se llamaba Humberto; al igual que el rey, había nacido en Turín, y en el mismo día; y se había casado con una chica llamada Margarita el mismo día en que el rey se casó con su esposa, la reina Margarita. Y había inaugurado el restaurante el día en que Humberto I fue coronado rey de Italia.
El rey quedó fascinado e invitó a su doble a que asistiera al concurso de atletismo con él. Pero al día siguiente, ya en el estadio, el ayudante del rey le informó que el dueño del restaurante había muerto aquella mañana en un accidente de caza después de que le hubieran disparado. Y mientras el rey manifestaba su deseo de acudir al funeral del posadero, un anarquista que surgió de entre la multitud disparó contra él y abatido por tres disparos dejó de existir.
Un tal Hugh Williams
El 5 de diciembre de 1664 un navío naufraga durante su travesía por el estrecho de Menay, en el mar de Irlanda. Uno solo de los sesenta y un pasajeros sobrevive, un hombre llamado Hugh Williams.
Otro 5 de diciembre, el de 1785, otro barco se hunde en el mismo sitio. Y, de nuevo, se encuentra a un solo superviviente, un tal Hugh Williams.
Finalmente, el 5 de agosto de 1820, caen en esas aguas 24 pasajeros de un velero perdido. Sólo un hombre se salvará; un hombre llamado... ¡Hugh Williams!.
Winston Churchill
Considerado como uno de los diez personajes más influyentes del siglo XX, el famoso primer ministro británico era propenso a las coincidencias y gracias a ellas salvó la vida en numerosas ocasiones.
Durante la guerra de Sudáfrica huyó de los bóers, que le tenían prisionero en Mozambique, y fue a parar a una comunidad minera. Llamó al azar a una puerta y resultó que era la única casa en cuarenta kilómetros donde no lo entregarían, pues el propietario era británico.
En la I Guerra Mundial, su trinchera fue destruida por un proyectil justo después de haberla abandonado. Su esposa Clementine cuenta que, en los años de la II Guerra Mundial, Churchill siempre entraba en su coche por la puerta derecha. Pero un día, durante un bombardeo, se detuvo, dio la vuelta y entró por el otro lado. En el trayecto hacia Downing Street, una bomba hizo levantar el coche del lado derecho. "¿Qué te hizo cambiar de opinión?", le preguntó la mujer. "Algo me ha dicho ¡detente!", confesó él.
En 1943, el propio Churchill declaraba ante un grupo de mineros: "A veces tengo la impresión de que una mano orientadora ha interferido en mi vida".
Arthur C. Clarke y su intervención quirúrgica "anunciada"
El escritor famoso autor de 2001, una odisea del espacio, que predijo en sus novelas de ficción el uso del correo electrónico o de la telefonía móvil, contaba a los lectores del diario Locus, en 1991, una extraña coincidencia de la que fue protagonista.
Acababa de recuperarse de una operación quirúrgica de próstata, a la que fue sometido en el University College Hospital de Londres, y durante la cual había sido conectado a tres tubos insertados en uretra, nariz y vena. Regresó a su casa de Sri Lanka y, de pronto, encontró una carta que le había escrito años antes su amigo J. B. S. Haldane en la que éste le decía: "Acabo de regresar de Londres, donde he sido operado en el University College Hospital, y me he despertado con tres tubos insertados en otros tantos lugares: uretra, nariz y vena".
Joyce y el Ulises
Ningún novelista ha dado más importancia a las casualidades significativas que James Joyce.
Más de cien aparecen en su obra Ulises, cuya acción abarca tan sólo un día en la vida de Dublín.
Cuando comprendió que iba a morir sin terminar su novela Finnegans Wake, Joyce eligió a su amigo James Stephens para completarla, no por sus cualidades literarias, sino porque había nacido el mismo día que él, 2 de febrero de 1882, también en Dublín; y porque Stephens se llamaba James, como el propio Joyce.
Jefferson y Adams, tal para cual
Thomas Jefferson, segundo presidente de EE UU, fue autor de la Declaración de Independencia de este país. John Adams, amigo suyo, fue el tercero y uno de quienes la promulgó.
Ambos murieron el mismo año y día, 4 de julio de 1826, exactamente en el cincuenta aniversario del Día de la Independencia norteamericana.
La bala más lenta de la historia
En 1893 Henry Ziegland, de Texas, abandonó a su novia y ella se suicidó. Para vengarla, su hermano lo siguió hasta su casa y le disparó en el jardín, y angustiado por haberlo matado se pegó un tiro. Pero la bala paso rozando la cara de Ziegland y fue a incrustarse en un árbol por lo qiue sobrevivió.
Veinte años después en 1913, Ziegland intentó cortar el árbol que tenía la bala en su interior y uso para ello dinamita. La explosión disparó la vieja bala, que se impacto en su cabeza y le produjo la muerte instantánea.
Saltar la banca
Charles Wells, el hombre que, contra toda probabilidad hizo saltar la banca de Monte Carlo en 1891, realizó dos apuestas idénticas sobre el rojo y el negro y ganó cada vez 100.000 francos. La tercera vez hizo su apuesta sobre el cinco, 35 contra 1, y ganó. Repitió cinco veces la operación y el cinco salió cinco veces, algo tan altamente improbable que puede considerarse imposible en la práctica. Wells retiró su dinero y se fue tranquilamente.
¿Salvados por Dios?
Una célebre y múltiple coincidencia, publicada por la revista Life en 1950, es la del coro del pueblo de Beatrice, en el estado norteamericano de Nebraska. El ensayo estaba convocado para el 1 de marzo a las 7:20 de la tarde, pero ese día sus quince componentes llegaron tarde por las más diversas razones.
La familia del pastor se retrasó porque tuvo que terminar la colada, a otro se le averió el coche, un chico tuvo que terminar los deberes del colegio, a una madre le costó despertar a su hija de la siesta, otro quedó absorto con un programa de radio.
El retraso de todos ellos resultó un increíble golpe de suerte, porque un fallo de la caldera hizo que la iglesia estallara a las 7:25 de aquella tarde.
Un matemático calculó que la probabilidad de que esta cadena de acontecimientos se debiese al azar era sólo una contra un millón.
Presagios tenebrosos
El famoso bandido Jesse James veía en sus sueños que un amigo le mataría por la espalda. Y así ocurrió.
Estaba en Missouri, sentado en una silla y sin pistolas, cuando un amigo suyo le asesinó con un rifle que el propio Jesse le había regalado.
Devolución de favores
Noche de junio de 1930. Allan Falby, policía motorizado de El Paso (Texas), persigue a un camión por exceso de velocidad. En una curva, su motocicleta choca contra el camión y Falby sufre la rotura de una arteria de su pierna derecha. Si Alfred Smith, el conductor del camión, no se hubiera parado para ayudarle, haciéndole un torniquete, Falby hubiera muerto.
Una noche, cinco años más tarde, Falby se encuentra patrullando de nuevo cuando recibe un mensaje por radio: un automóvil a chocado contra un árbol en la Nacional 80. Llega antes que la ambulancia. El conductor está inconsciente. De una arteria abierta de su pierna derecha mana sangre abundantemente. Falby hace un torniquete y logra cortar la hemorragia. A continuación contempla el rostro de la víctima: es Alfred Smith.
Tragedia con suerte
Treinta personas murieron cuando un tren de cercanías cayó desde un puente a la bahía de Newark, en Nueva York. Trágico accidente que, sin embargo, hizo ganar grandes sumas de dinero a los neoyorquinos: una fotografía del accidente aparecida en los periódicos mostraba el número 932 en el último vagón del tren siniestrado.
Presintiendo que ese número tenía un significado, muchas personas apostaron aquel día al 932 en la lotería de Manhattan. Y ganaron.
La Llegada a la Luna
La nave Apoló se posó en la superficie de la Luna. Tras varios pequeños brincos pudo estabilizarse. Se abrió su rampa y por ella descendió el comandante Armstrong para pisar por primera vez el suelo de ese mundo desconocido. Estas palabras no pasarían de ser una escueta y muy sucinta crónica de la llegada del Hombre a nuestro satélite de no ser por un "insignificante" detalle: fueron escritas en 1954.
La cosa no es baladí. Nadie sabe qué se le pasó por la cabeza al sombrío escritor Lester del Rey para presentara en su editorial un manuscrito donde, por gracia de la casualidad imposible, se narraban hechos que estaban aún por llegar. Hay quien dice que el comandante astronauta Neil Armstrong, al leer aquella "novelucha" de insignificante tirada, se encogió de hombros. Él había sido, efectivamente, el primer hombre en dar el célebre "gran paso para la Humanidad" sobre la llanura de la Luna, tras bajar por la escalerilla del Apolo. Lo hizo en julio de 1969. Lo que nadie comprendía es por qué alguien lo había escrito quince años antes.
Ramón Felipe San Juan Mario Silvio Enrico Álvarez del Rey (1913-1993) era el nombre, o la ristra de nombres, del escritor que había tecleado el futuro. Tan escasos como eran sus lectores en la década de los cincuenta, pocos repararon en el detalle contenido en el interior de la primera edición de su novela Misión a la Luna. Lester del Rey, cumpliendo encargos para baratas colecciones de ciencia-ficción fue "profetizando" alguna que otra cosa durante su prolífica, aunque no muy exitosa carrera.
Al final, y aunque la suerte le sonrió como editor, nunca quiso aclarar a sus seguidores el por qué de aquella casualidad. Hombre digno del género que cultivaba, se llevó el secreto a la tumba.
Gulliver y el espacio
En la época de aquel librito, que por lógica se acabó convirtiendo en incunable de culto, el irlandés Jonathan Swift ya llevaba dos largos siglos instalado en el Olimpo de los escritores inmortales gracias, sobre todo, a una obra compleja y llena de insólitas revelaciones: Los Viajes de Gulliver.
Gestada en 1726, ha llegado hasta nuestros días encorsetada en el género que los críticos llaman "literatura juvenil". Y craso error sería hacer caso de las filiaciones de estos sesudos. Las fantásticas crónicas de Swift son, en realidad, una especie de lobo con piel de cordero; un oscuro saco sin fondo donde se mezclaron ideas revolucionadas, datos científicos inauditos, sincronías Inexplicables y, sobre todo, coincidencias Imposibles de achacar al azar.
Si hoy buceamos cuidadosamente por sus páginas encontraremos párrafos que nos harán pensar. Uno de los más enigmáticos dice lo siguiente:
"Se ven en el cielo dos estrellas menores o satélites que giran alrededor de Marte, tienen nombre de miedo y su Interior dista del planeta central tres veces su diámetro, en el caso de la primera, y el quíntuple en caso de la segunda... Swift agregaba que en ese planeta rojo los seres tenían un solo ojo en mitad del cráneo y que hasta él se llegaba a bordo de "montañas volantes repletas de lunas".
¿Fantasía?, ¿Imaginación desbordada?. Eso se pensó en su época, aunque hay que reconocer que un escalofrío recorrió el espinazo de los lectores cuando comprobaron, 156 años después, cómo el astrónomo Asap Hall descubría las dos lunas de Marte. Jamás vistas hasta entonces, fueron bautizadas como Fobos (espanto) y Deimos (terror), el nombre de los caballos del dios de la guerra. Para añadir más misterio e incomprensión, las distancias y proporciones descritas en los viajes de Gulliver eran... ¡exactas¡
El grumete y el naufragio
Un ejemplo dramático y escalofriante es el protagonizado por el genial Edgar Alan Poe, maestro del mundo de terror y tinieblas.
De vida marcada por el alcohol y el delirio, construyó una novela en la que una barcaza quedaba a la deriva con cuatro supervivientes del naufragio. Al verse sin salida, los Integrantes de aquel "bote hacia la muerte" deciden devorar al grumete, llamado Richard Parker -el más bajo en el escalafón de mando- para poder sobrevivir, Gracias a su carne, los "caníbales" logran resistir y llegar a buen puerto. El argumento de este capítulo de Las Aventuras de Gordon Pym, llamó la atención por lo macabro de una Imaginación desbordada. Sin embargo, 47 años después, ocurría algo frente a Cabo Verde que demostraba que Poe no se habla excedido un ápice en su Invención.
La embarcación Mignonnete naufragó, quedando desahuciados cuatro hombres sobre un improvisado flotador en forma de tabla de madera. Tras varios días sin atisbar la costa, azuzados por el hambre, deciden comerse al más joven. Entre la prensa el hecho causa espanto; más aun cuando se descubre que la Infortunado víctima era el grumete. Un joven amable y rollizo que se llamaba Richard Parker.
El ingenio de Verne
Julio Verne, otro hombre misterioso, también fue pródigo en estos "adelantos al tiempo".
Profetizó Ingenios como el helicóptero, las bombas de fragmentación, el cine sonoro o los rascacielos. Esto es conocido popularmente. Sin embargo, hay otros datos que, por su exactitud, estremecen.
Durante años los ha estudiado pacientemente el periodista y sociólogo Gregorio Doval, llegando a conclusiones asombrosas. El ejemplo clave de anticipación lo desarrolla Verne en su obra De la Tierra a la Luna, escrita en 1865. En ella, el francés llama Columbiad al proyectil con humanos dirigido a Selene. Ciento cuatro años después el módulo de la nave Apolo que completara la misión real llevaba el nombre de Columbia, con un peso muy similar al ideado por el escritor. La vigilancia del viaje del proyectil se realiza en la novela desde una imaginario telescopio gigante, con lente de cinco metros de diámetro, situado en las Montañas Rocosas. Dimensiones y ubicación real del gran radiotelescopio de Monte Palomar.
El viaje en la obra de Verne se realiza a una velocidad de 40.000 km/h., consumándose el trayecto en 97 horas. En la realidad el Apolo XI viajó a 38.500 km/h y la singladura requirió 102 horas. Al regreso, la nave real amerizó en un punto concreto del Océano Pacífico, lugar que distaba tan solo cuatro kilómetros del imaginado por Verne un siglo antes.
Odisea Cumplida
Arthur C. Clark, autor de obras como 2001: Odisea en el espacio, fue un fiel seguidor del genial autor francés. Subyugado con esa "visión del futuro" se lanzó a vaticinar mundos lejanos en el tiempo. En uno de ellos, diseñó con su mente el funcionamiento exacto de una red de satélites de comunicaciones. 25 años después, muchos científicos repararon en el dato de que el autor de ¿ciencia-ficción? había descrito a la perfección no sólo la forma, sino las distancias y el funcionamiento de estas máquinas del espacio. En su honor, la órbita geoestacionaria situada a 42 kilómetros de la Tierra se bautizó con el significativo nombre de "órbita Clarke".
Twain y su muerte
A Mark Twain pocos le hicieron caso. Su profecía tenía algo de siniestra y la gran fama que ya arrastraba sólo sirvió para que sus más allegados pensaran que todo se trataba de una pura excentricidad digna de un genio con ganas de más notoriedad. Sin embargo, él seguía empeñado en los últimos meses en vaticinar un hecho muy concreto.
Huraño y preocupado, alejado del resto de los círculos intelectuales, barruntaba una única frase: "Yo nací con el cometa y me iré con él". No fue hasta muchos años después cuando algunos biógrafos descubrieron la increíble coincidencia. Twain había fallecido por muerte natural al terminar el 21 de abril de 1910, en el preciso instante en que era perfectamente visible el paso del célebre cometa Halley.
Rápidamente muchos echaron atrás las páginas de almanaques y calendarios temiéndose lo peor. El viejo Mark había nacido un buen día de 1835, momento en el que el cometa, visible tan solo una vez cada 70 años, dejaba su estela sobre el cielo. Su vida fue un periplo exacto entre las dos llegadas del gran coloso errante del espacio.
De la ficción a la realidad
De haberío sabido, David Jensen, protagonista de la serie El Fugitivo, hubiera procurado, muchos siglos después, no soñar aquella terrible escena.
En una noche de pesadillas, el hombre se vio a sí mismo con un traje de alpaca negra y gruesa, con las manos cruzadas sobre el pecho y dentro de un viejo ataúd. Se escuchaban voces que, entre llantos, afirmaban que había caído fulminado por un ataque al corazón. Lógicamente impresionado, Jensen retrasó un nuevo rodaje para visitar a su médico de confianza.
En la unidad sanitaria le dijeron que no debía preocuparse: su organismo funcionaba como un reloj de precisión. Sin despejar del todo las tinieblas de su mente, el actor comentó a su familia el fatídico sueño y se acostó. A la mañana siguiente, un repentino infarto de miocardio lo dejaba postrado en el suelo. Llegó cadáver al hospital y a las dos jornadas reposaba con traje oscuro y las manos cruzadas sobre un ataúd entre el desconsuelo de sus colegas y allegados.
Dos incidentes sensacionales
Agosto de 1883, hora de cierre del periódico Boston Globe. El redactor jefe, De Sampson, acaba de tener un sueño terrible que aún se refleja en el sudor frío que le recorre el cuello. Le ha parecido algo tan real que, haciendo una especie de guiño macabro, lo coloca como noticia en un perdido recuadro de páginas interiores. Es una broma de mal gusto que apenas nadie detecta y que dice así: "36.000 muertos tras la erupción de un volcán en la isla asiática de Pralape". La lógica bronca del director llegó al día siguiente. ¿Cómo era posible que un reportero experimentado hubiese publicado aquella sandez sobre un lugar ficticio?.
En un despacho de la parte alta del edificio se estaba especulando la multa o despido de Sampson cuando llegó una noticia referente a lo publicado en el Boston Globe. Varios investigadores e historiadores, sorprendidos por la noticia, demostraron con datos y viejos legajos en la mano cómo hacía unos siglos que un gran volcán había destruido la isla indonesia de Krakatoa, arrojando un balance de víctimas igual al soñado por el redactor. Sorprendente ¿verdad? Pero lo más intrigante estaba por llegar.
Un nuevo informe universitario sentenció que los hechos ocurrieron a mediados del siglo XVII. En el momento de la erupción la isla tenía otro nombre, sólo conocido en lengua indígena: Pralape.
Útil
El actor Anthony Hopkins estuvo buscando a lo largo de su vida una novela de George Feifer sin encontrarla hasta que, de repente, vio un ejemplar abandonado en el metro. Durante el rodaje de una película basada en esa novela, aquella resultó ser la única copia -repleta de anotaciones- que le quedaba al autor; un amigo a quien se la prestó la había perdido en el metro.
Advertencia de peligro
Morgan Robertson escribió en 1898 la novela "Vanidad", en la que describía el primer viaje de un gran transatlántico llamado Titán y que se consideraba "insumergible". Aquel barco se hundió una noche de abril después de chocar con un iceberg en el Atlántico.
Catorce años después, el Titanic naufragó en idénticas circunstancias a las escritas por Robertson, cuyo ficticio buque poseía numerosas características parecidas a las del Titanic.El mes de la tragedia, el número de pasajeros, tripulantes y botes salvavidas, el tonelaje, la magnitud e incluso la velocidad del impacto con el iceberg, son datos prácticamente exactos a los que el autor cuenta en su novela.
En 1935, William Reeves -quien nació el mismo día que desapareció el Titanic- hacía guardia en el Titanian. Atacado por un presentimiento ordenó detener el barco cuando llegaron al mismo lugar donde se habían hundido los otros dos; gracias a ello no fueron arrollados por un iceberg.
Numéricas
El compositor Richard Wagner nació en 1813. Su nombre tiene 13 letras. Escribió 13 óperas. Los números de su año de nacimiento suman 13. Encontró su vocación musical un 13 de octubre. Sufrió 13 años de destierro. Terminó Tannhauser un 13 de abril y dejó de ser tocada el 13 de marzo de 1845, tras su fracaso en París, fue repuesta el 13 de mayo de 1895.
El teatro de Riga (allí se presentó como director de orquesta) se inauguró un 13 de septiembre. La casa donde se llevaban a cabo sus festivales en Bayreuth fue abierta un 13 de agosto y el último día que pasó en ella fue un 13 de septiembre.
Wagner murió el 13 de febrero de 1883, decimotercer año de la unificación de Alemania.
Nombres Coicidentes
En 1911, tres hombres apellidados Green, Berry y Hill fueron ahorcados en Londres acusados de asesinar a Sir Edmond Godfrey en su residencia de Greenberry Hill.
Identidades similares
Casualidad Número 1
Nombre:
Según la declaración hecha en la Fiscalía por el Colombiano Testigo su nombre es
Giovanny José Vásquez de Armas.
Según el registro Electoral Permanente hay un venezolano con el nombre
Jovany José Vázquez.
Casualidad Número 2
Cédula de Identidad:
Según un registro Colombiano este Colombiano Testigo fué registrado en colombia con la cédula venezolana número 10.575.652.
Según el registro Electoral Permanente el Venezolano Jovany José Vázquez tiene la cédula de identidad número 10.575.952.
Casualidad Número 3
Fecha de Nacimiento:
Según la declaración hecha en la Fiscalía por el Colombiano Testigo su fecha de nacimiento es 1 de Septiembre de 1969.
Según la partida de nacimiento del Venezolano con el nombre Jovany José Vázquez y la cedula de identidad 10.575.952 su fecha de nacimiento es 1 de Septiembre de 1969.
Casualidad Número 4
Nombre de la Mamá:
Según la declaración hecha en la Fiscalía por el Colombiano Testigo su Mamá se llama Dora Vasquez.
Según la partida de nacimiento del Venezolano con el nombre Jovany José Vázquez y la cedula de identidad 10.575.952 su mamá se llama Nora Vasquez.
Y por si fuera poco:
El ciudadano Venezolano con el nombre Jovany José Vázquez y la cedula de identidad 10.575.952, tiene expedientes en Venezuela por Robo y aparece en el comando maisanta como militante de MVR, no abstencionista, no firmamente y no opositor del regimen...
Arribó de España a México
La llegada de Hernán Cortés a México en 1519 coincidió con la fecha precisa del calendario maya en la que se indicaba el advenimiento de Quetzalcóatl, el dios pálido, que vendría a reclamar la ciudad de Tenochtitlán.
Los códigos del Día D
Los códigos en clave a utilizar en la invasión de Normandía eran el secreto más celosamente guardado de las tropas aliadas.
Utah y Omaha para las playas a desembarcar; Mulberry para el puerto artificial provisional que se emplazaría tras el desembarco; Neptune para la operación naval y Overlord para la operación entera. Uno de los coroneles encargados de la operación, era aficionado a los crucigramas por lo que compraba regularmente el diario London Daily Telegraph.
Días antes a la invasión, las respuestas al crucigrama, aparecían en secuencia como: Utah, Omaha, Mulberry, Neptune y Overlord. El almirantazgo se horrorizó tanto que estuvo a punto de cancelar el desembarco pensando que había sido un acto de espionaje. Sin embargo, un día antes de desembarcar se logró comprobar que era una simple coincidencia.
La toma de la Bastilla
En el poema épico número 19 de William Cowper se describe con tanto detalle la toma de la Bastilla que durante mucho tiempo las autoridades creyeron que el poema había sido utilizado como referencia por los agitadores.
La pintura del Louvre
A. J. Talbot escribió en 1938 una comedia en la que relataba como un hombre apellidado Boguskovksy robaba sagazmente una pintura del emblematico museo.
Un año después en 1939, una pintura fue robada y llamativas similitudes con la obra de Talbot se hicieron presentes. Sin embargo, lo más llamativo es que una vez apresado el ladrón descubrirían que su apellido era, efectivamente, Boguskovksy.
Poker y familia
En 1858, Robert Fallon fue matado a tiros, acto de venganza por aquellos con quien él jugaba al póquer.
Fallon, segun ellos reclamaron, había ganado 600 dólares con trampa. Con el asiento de Fallon vacío y ninguno de otros jugadores dispuestos a tomar los 600 dólares desafortunados, ellos encontraron un nuevo jugador tomando el lugar de Fallon y lo hicieron entrar con los 600 dólares del muerto. Al rato la policía había llegado para investigar la matanza, el nuevo jugador había convertido los 600 dólares en 2,200 dólares en ganancias.
¡La policía exigió los originales 600 dólares para pasar a la familia de Fallon, sólo para descubrir que el nuevo jugador resultó ser el hijo de Fallon, que no había visto a su padre en siete años!
Bebé Cayendo
En los años 1930 en Detroit, un hombre llamado Joseph Figlock pasaba por debajo de un alto edificio cuando se asoma una señora por la ventana y accidentalmente deja caer a su bebé al vacio. Figlock pudo atrapar al bebe sano y salvo.
Un año más tarde, el mismo bebé cayó de la misma ventana, otra vez fue salvado por Figlock que pasaba justo por el mismo edificio.
Monje misterioso
Joseph Mathäus Aigner fue un artista austríaco del siglo XIX. Sea por lo que fuere Aigner no estaba demasiado contento con la vida que le había tocado, de modo que a los 18 años intentó suicidarse colgándose, al parecer un extraño monje capuchino se lo impidió.
A los 22 años lo intentó de nuevo y el mismo monje le volvió a salvar la vida.
Cuando en 1848 estallaron una serie de revoluciones en Viena fue condenado a muerte por traición y de nuevo intentó quitarse la vida antes de que la justicia le hiciera el trabajo. El extraño monje (cuyo nombre e identidad Aigner nunca supo) volvió a impedir que cumpliera su cometido. La pena le fue conmutada y finalmente el pintor austríaco consiguió quitarse la vida en 1886 de un disparo en la cabeza.
Tenía 68 años y el misterioso monje ofició su funeral.
Gemelos
En Ohio, los hermanos gemelos Jim Lewis y Jim Springer fueron separados al nacer y adoptados por diferentes familias. Desconociéndolo, ambas familias llamaron a los niños James. Ambos James crecieron sin saber el uno del otro, pero ambos recibieron entrenamiento en el cumplimiento de las leyes, ambos tenían habilidades en dibujo técnico y carpintería, cada uno se casó con una mujer llamada Linda. Ambos tuvieron hijos, el de uno llamado James Alan y el del otro James Allan. Los gemelos también se divorciaron de sus mujeres para casarse con otras (ambas llamadas Betty). Y ambos tuvieron perros a los que llamaron Toy. A los cuarenta años, estos hombres se encontraron y pudieron hablar de sus idénticas vidas.
Taxi
En 1975, en las islas Bermudas, un hombre fue atropellado mientras conducia un vehiculo motorizado por un taxi.
Un año más tarde, el hermano de este hombre fallecio del mismo modo.
De hecho, él conducia el mismo vehiculo. sin embargo llevando la casualidad hasta el extremo, resulto que fue atropellado por el mismo taxi y el mismo conductor, quien a su vez llevaba al mismo pasajero, cuando conducía por la misma calle, justamente con un año de diferencia entre uno y otro suceso.
El Tren
Solo cuando su tren entro en la estación de Loisville, George Bryson decidió interrumpir su viaje a Nueva York para visitar la ciudad. Nunca había estado en Loisville y pregunto por el mejor hotel, al llegar al Hotel Brown pregunto en broma hay alguna carta para mi el recepcionista le entrego una carta dirigida a su nombre y numero de habitación la 307. El anterior inquilino se llamaba igual que el. Ese tren descarrilo en las cercanías de Nueva York su vagón era el 932, la fotografía apareció en los periódicos al día siguiente. Ese día se celebro un sorteo de la lotería el numero premiado fue el 932.
Charles Coghan
Mientras actuaba en una gira por Texas en el año 1899 el actor Charles Coghan de origen canadiense falleció. Estaba a 5.600 km. de su casa. El ataúd fue enterrado en una tumba excavada en granito. Al año siguiente una tempestad invadió el cementerio, el ataúd floto en el agua y derivo hasta el golfo de México. Después de 8 años unos pescadores encontraron el ataúd al lado de la que fuera su antigua casa.
La Paloma
El joven Brady, acostumbraba a cuidar de las palomas que vivían cerca de su casa. Cierta vez, encontró a una paloma herida; la curó, alimentó y colocó en la pata derecha una etiqueta con el número 167.
Al invierno siguiente, Brady debió ser operado de emergencia. Mientras se recuperaba, en un hospital lejos de su casa, escuchó algo golpeando la ventana. Pidió a la enfermera que abriese, una paloma entró volando al cuarto, y se posó en el pecho del joven.
En la pata derecha había una etiqueta con el número 167.
Descubrimiento de Hotel
En 1953, el reportero de televisión Irv Kupcinet estaba en Londres para cubrir la coronación de Ellizabeth II.
En uno de los cajones en su cuarto en Saboya él encontró algunos artículos que, por su identificación, perteneció a Harry Hannin, estrella de baloncesto con los célebres Trotamundos de Harlem, quien era un buen amigo de Kupcinet. Pero la historia tiene aún otra torcedura. Justo dos días más tarde, y antes de que él pudiera contarle a Hannin de su descubrimiento afortunado, Kupcinet recibió una carta de Hannin. En la carta, Hannin decia a Kucinet que al hospedarse en el Hotel Meurice en París, él encontró en un cajón una corbata con el nombre de Kupcinet en ella.
El Atentado de las Torres Gemelas del 11-09-2001:
1) New York City tiene 11 letras.
2) Afghanistán tiene 11 letras.
3) Ramsin Yuseb (El terrorista que amenazó con destruir las Torres Gemelas en 1993) tiene 11 letras.
4) George W Bush tiene 11 letras.
Esto puede ser pura coincidencia, pero ahora se pone mas interesante:
1) New York es el estado número 11.
2) El primer avión que se estrelló contra las Torres Gemelas fué el vuelo número 11.
3) El vuelo número 11 llevaba 92 pasajeros. 9 + 2 = 11
4) El vuelo número 77 también se estrelló contra las Torres Gemelas, y llevaba 65 pasajeros. 6+5 =11
5) La tragedia sucedió el 11 de Septiembre, o mejor dicho 9/11. 9 + 1+ 1 = 11
6) El día es igual al número de emergencia de la policía en Estados Unidos 911. 9 + 1 + 1 = 11.
Pura coincidencia?
1) El número total de víctimas dentro de todos los aviones fue de 254. 2+5 + 4 = 11.
2) El 11 de Septiembre es el día 254 del calendario. Otra vez 2 + 5 + 4= 11.
3) Las explosiónes de Madrid sucedieron el día 3/11/2004. 3 + 1 + 1 + 2 +4 >= 11.
4) La tragedia de Madrid sucedió 911 días despues del incidente de las Torres Gemelas.
Bueno, ahora es cuando las cosa se pone mas misteriosa. Uno de los simbolos mas reconocidos de Estados Unidos, despues de las Estrellas y las Rayas, es el Aguila.
La siguente estrofa ha sido sacada del Corán, el libro sagrado Islamita:
“Por que se ha escrito que el hijo de Arabia despertará a una terrible Aguila. La fuerza del Aguila se sentira por todas las tierras de Allah y mientras algunas personas temblaran en desesperación pero en el fondo se alegrarán: por que la fuerza del Aguila limpiará las tierras de Allah y habrá paz.”
Esa estrofa es la numero 9.11 del Qoran.
Intenta lo siguiente:
Abre el Microsoft Word y haz lo siguiente:
1. Escribe en mayuscula Q33 NY. Este es el numero de vuelo del primer avión que se estrelló contra las Torres Gemelas.
2. Sombrea el Q33 NY.
3. Cambia el tamaño a 48.
4. Cambia la letra a WINGDINGS.
Lincoln y Kennedy
1.- Los dos fueron presidentes de los Estados Unidos y fueron
asesinados el mismo dia de la semana en presencia de sus esposas.
2.- Abraham Lincoln fue elegido en 1860.
3.- John Kennedy fue elegido en 1960.
4.- Los dos presidentes se interesaron por la Ley del Derecho
Civil.
5.- Ambos recibieron los disparos en la parte posterior de la
cabeza.
6.- Sus sucesores, ambos llamados Johnson, habian nacido en el sur,
y eran senadores y democratas.
7.- Andrew Johnson habia nacido en 1808.
8.- Lindon Johnson habia nacido en 1908.
9.- John Wilkes Booth (asesino de Lincoln) habia nacido en 1839.
10.- Lee Harvey Oswald (asesino de Kennedy) habia nacido en 1939.
11.- Booth y Oswald fueron asesinados antes de ser juzgados.
12.- Los dos asesinos eran del sur.
13.- El secretario de Lincoln, cuyo nombre era Kennedy, le aconsejo
que no asistiera al teatro.
14.- El secretario de Kennedy, cuyo nombre era Lincoln, le aconsejo
que no fuera a Dallas.
15.- Las dos esposas de los presidentes perdieron un bebe cuando
residian en la Casa Blanca.
16.- John Wilkes Booth disparo a Lincoln en el teatro y huyo por un
almacen.
17.- Lee Harvey Oswald disparo a Kennedy desde un almacen y huyo
por un teatro.
18.- Los nombres Kennedy y Lincoln contienen 7 letras cada uno.
19.- Los nombres de Andrew Johnson y Lindon Johnson contienen 13
letras cada uno.
20.- Finalmente, los nombres de John Wilkes Booth y Lee Harvey
Oswald contienen 15 letras cada uno.
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