miércoles, 19 de diciembre de 2007

ORIGEN DE ELEMENTOS QUE COMFORMAN LA NAVIDAD


Lo que llamamos "Navidad" es el resultado de una mezcla de tradiciones paganas muy coloridas e interesantes.
Para empezar, no fue Jesús El Cristo el único que nació del seno de una virgen... pues nacer de virgen era, en muchos pueblos, uno de los signos a través de los cuales se manifestaban los "elegidos".También Krishna nació de una virgen llamada Devaki, en un establo de Nanden; y en igual forma Horus, que nació de la virgen Isis; Osiris, que nació de la virgen Neith; y según las tradiciones de muchos pueblos, lo mismo sucedió con otros personajes como Quetzalcoatl, Zoroastro, Buda, Apolonio, Huitzilopochtli, Pitágoras, Escipión El Viejo, Platón, Karna, Alejandro El Grande.En algunos casos, la fecundación era un hecho digno de la mejor poesía. Para poner unos cuantos ejemplos: Buda, convertido en un elefante blanco, se engendró a sí mismo en el sueño de su madre; Coatlicue, la madre de Huitzilopochtli, el "Guerrero del Sur" de los aztecas, fue embarazada por la pluma de un pájaro sagrado que cayó sobre su regazo; Shotoko Taishi, príncipe que dio al budismo un lugar destacado en Japón, fue concebido cuando Boddisattva, "Salvador del Mundo", entró de un salto por la boca de quien más tarde sería su madre, mientras esta bebía de un pozo; el héroe mítico Maleiwa, del pueblo Wayuú, fue concebido luego de que a su madre la embarazara un trueno; el héroe irlandés Cucchulain fue engendrado tres veces y las tres veces su madre volvió a ser virgen tan pronto este salió al mundo.
En los albores de la era cristiana nadie estaba seguro de la fecha en que había nacido Jesús. Era evidente que en diciembre y enero se daban (y se dan) las temperaturas más bajas (hasta 0.1 bajo cero, en grados Celsius) y las precipitaciones más altas (hasta 187 milímetros) en Tierra Santa, de tal manera que resultaba imposible que los pastores durmieran a cielo descubierto mientras cuidaban el ganado, según escribió San Lucas (médico sirio convertido al cristianismo muchos años después de la desaparición de Jesús), pues durante esta época, incluido febrero, hombres y ganado pernoctaban bajo techo. Era entonces absurdo que el censo de población (decretado por Quirino, gobernador de Siria) se llevara a cabo durante estas fechas, en medio del frío, la lluvia, y los caminos anegados y resbaladizos que harían imposible el desplazamiento de los miles de peregrinos como es el caso de José y María. Todo parece indicar que Jesús nació 6 años antes de su nacimiento oficial, pues los censos se llevaban a cabo cada 14 años y el último había sido en el 20 AC.
Así pues, se comenzó a especular con las fechas: 16 o 20 de mayo, 9, 19 o 20 de abril, 29 de marzo o 29 de septiembre hasta que en el año 334, el Papa Julio I dictaminó que Jesús había nacido el 25 de diciembre, y punto. No era por supuesto una fecha escogida al azar pues (como nos indica Desmond Morris en Tradiciones de Navidad) coincidía con las festividades que se realizaban en muchos pueblos durante el solsticio de invierno, esto es durante el retorno del sol en el hemisferio norte. En esta misma época, los antiguos egipcios celebraban el nacimiento del dios solar Horus, los celtas encendían fogatas en las colinas para honrar al dios-sol Baal, y con igual propósito se llevaban a cabo las ceremonias vikingas en honor de Odín, las Saturnalias romanas, y el nacimiento del dios Indo-iraní Mithra. Fue de esta forma que el nacimiento del Jesús El Cristo fue fácilmente asimilado al retorno del sol, al regreso de la LUZ (El Cristo dice (Juan 8,12; 9,5): "Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no andar en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida"; y más adelante: "Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo". Es sabido además que durante la Edad Media fue llamado "Sol Justitiae" y "Sol Invictus").Puestos a desentrañar "coincidencias", cabe decir que a ésta se sumó otra pues -según antiguas tradiciones esotéricas- la fecha de la muerte de El Cristo se calculó de acuerdo con las posiciones del sol y la luna durante el equinoccio de primavera, que es cuando muchas religiones de la antigüedad celebraban la muerte y resurrección de sus dioses: entre los más conocidos la del dios egipcio Osiris, que solía representarse con los brazos extendidos, como si estuviera crucificado.

Otro elemento pagano de la navidad es el árbol, ya que muchos pueblos les rendían culto a un puñado de árboles considerados sagrados por distintos motivos, cuando llegaba diciembre los hogares del norte de Europa se adornaban con arbolitos para darle la bienvenida a Hertha, diosa del hogar. El origen del arbolito de navidad, por tanto, se encuentra en la mayoría de los cultos de la Europa antigua, principalmente germanos y también en Grecia. Era en los lugares de grandes arboledas que los antiguos germanos construían sus templos. Lo mismo sucedía en la antigua Galia (Francia) donde la encina era considerada un árbol sagrado sobre el que los Druidas, sacerdotes, juntaban el muerdago. En la mayoría de estas creencias los árboles aparecen como morada de de los dioses, especialmente de las dríadas, ninfas protectoras de los bosques. El más común, desde Grecia hasta Noruega era el roble (los antiguos griegos solían celebrar sus compromisos más importantes bajo la sombra de un roble, árbol sagrado que era considerado representante del dios Zeus: de ahí proviene la costumbre de "tocar madera" para protegerse de algún "mal"), pero con el devenir del cristianismo se cambió el inconmovible roble por el abeto pues, según los misioneros, la forma triangular de la enramada correspondía al Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (los hindúes ya hablan mucho antes de Brahma, Shiva y Vishnú como de la trinidad celestial). Este tres mágico caló muy bien en todas partes ya que era un número venerado por muchos pueblos miles de años antes de la venida de Jesús, y de esta manera bastante singular se impuso el abeto (su uso se generalizó a partir del siglo XVII desde la ciudad de Estrasburgo y de allí al resto del mundo) y con el correr de los siglos el pino.

Y ya que estamos en el tema de los árboles, durante esta fecha se había convertido en una costumbre milenaria el adornarlos con piedras pintadas y telas de colores, con el doble propósito de vestir a los árboles que se habían quedado desnudos tras el otoño, esto es sin su respectivo espíritu, y por otro lado lograr que el espíritu que había escapado de los árboles regresara a dar sus frutos en primavera, como efectivamente sucedía para regocijo de todos.

Otro elemento pagano es, por supuesto, Papá Noel, que en un principio se trataba del Abuelo Invierno al que los vikingos agasajaban para que fuera benévolo, y llegado el momento, partiera sin resentimiento para dar paso a la nueva vida. Una vez cristianizados y, siguiendo la costumbre vikinga, los bretones los denominaron Viejo Padre Navidad: uno de ellos se disfrazaba del personaje y con gran alegría el pueblo le ofrecía de comer y de beber en abundancia hasta su partida.

Con el tiempo, el Padre Invierno se confundió con San Nicolás, la historia de Papa Noel se remonta a tiempos tan remotos como el siglo IV pues su figura se encuentra inspirada en la de un sacerdote cristiano llamado Nicolás de Bari, que vivió en esa época, en Anatolia (Turquía). Muy venerado en la Edad Media, sus reliquias se conservan en la Basílica deBari, Italia. Cuenta la historia que en su juventud la peste mató a muchos de los pobladores de su ciudad, incluidos sus propios padres y que Nicolás repartió sus bienes (provenía de una familia acomodada) entre los necesitados. Asociado a su persona nos encontramos con relatos de milagros en vínculo con la gente humilde. Finalmente, a su muerte, hacia el 6 de diciembre del año 345), fue convertido en santo patrón de Grecia, Turquía y Rusia. Los holandeses le tomaron particular cariño y lo llamaron en su lengua Sinter Klaas (San Nicolás), cuya festividad se celebra en Holanda entre el 5 y el 6 de diciembre y con este nombre pasó a América, más específicamente a Nueva Ámsterdam, que luego los ingleses rebautizaron como Nueva York. En el año 1809, Washington Irving, famoso escritor escribió una sátira que denominó “Una Historia de Nueva York” (“Knickerbocker's History of New York”) en la que pronuncia de muy mala manera al santo holandés, Sinterklaas, en su versión inglesa de “Santa Claus”. San Nicolás, deja de vestir sus atributos como obispo y pasa a ser un hombre mayor, grueso, generoso y sonriente, que usaba sombrero de alas, calzón y pipa holandesa.
Y a propósito de este personaje, los lapones constataban cómo cada vez que estaba por llegar el (Padre) invierno, los renos empezaban a bajar en manadas desde las montañas hasta los valles menos azotados por los vientos gélidos. Sabedor de esta leyenda (o al menos así lo supone Desmond Morris), el poeta Clement C. Moore, en 1823 incorporó a los renos a su famoso poema "Una visita de San Nicolás" basándose en el relato de Washington Irving. Es de importancia observar que Moore desplazó la llegada de Papa Noel del 6 de diciembre (según los holandeses) al 25 de ese mes, lo que vínculo finalmente los regalos de Papa Noel con el día de la Navidad.
En 1863 Santa Claus se volvió el personaje obeso, barbudo y bonachón conocido actualmente gracias a la labor del dibujante sueco Thomas Nast quien produjo estas representaciones para la revista “Harper's Weekly”: Papa Noel aparece con su vestimenta roja, botas y gorra. Finalmente, en el año 1931 la compañía de refrescos Coca-Cola encarga al pintor Habdon Sundblom que remodelara la figura de Santa Claus de forma de hacerla mas creíble (y más comercializable), este es el último Papa Noel y es el conocido hoy día por todos nosotros.
Los renos reemplazaron definitivamente a un caballo blanco a partir del ya mencionado poema del norteamericano Clement Moore: el trineo sería remolcado por ocho renos. Asimismo, gracias a Moore, Papa Noel no golpearía más las puertas sino que introduciría los regalos usando las chimeneas. Robert May, en 1939, dibujó por primera vez al reno Rodolfo para un anuncio publicitario y en 1949, Johny Marks creó la canción Rodolfo, el “Reno de la roja nariz”.Desde entonces los renos han precedido el carruaje de Papá Noel, y se teme que Rodolfo el reno, que tiene la nariz roja como un tomate, es parte del séquito.
Los regalos de Navidad tienen un origen pagano: en la antigua Roma se celebraban a mediados de diciembre las fiestas en honor a Saturno en las cuales los niños recibían obsequios de los adultos. Posteriormente los niños italianos recibían regalos de el "hada" llamada Befana; en los países Vascos los regalos los traía el gigante Olentzero y también duendes de barba blanca, botas altas y gorro de armiño.
Los villancicos son de origen español y trataban del amor, posteriormente se hicieron frecuentes en temas de índole religiosa, principalmente los vinculados a la Navidad. La canción navideña mas popular, Stille Nacht (Noche de Paz), fue cantada por primera vez en la Misa de Nochebuena del año 1818 en la iglesia de San Nicolás de Oberndorf, una pequeña aldea próxima a Salzburgo (Austria). Su autor fue el Padre Joseph Mohr, la música es del Profesor Franz Xaver Gruber, maestro de escuela en el pueblo de Armsdorf y organista de la iglesia de San Nicolás. Por otra parte, la canción Jingle Bells, asociada a la Navidad y Santa Claus, fue escrita por el pastor protestante James Pierpoint en 1857, pero fue compuesta para el Día de Acción de Gracias (el último jueves de noviembre): en ella no se menciona la Navidad ni a Santa Claus.

Por su parte los americanos contribuimos a la Navidad con el pavo (del que los aztecas tenían grandes criaderos) que fue introducido en Inglaterra por David Strickland, razón por la cual obtuvo el derecho a poner como centro de su escudo familiar un pavo macho. Sin embargo, durante años (confundiendo el pavo de América con la gallina de Guinea) se creyó que habían sido los turcos quienes habían introducido el pavo en Inglaterra, de ahí su nombre en inglés: turckey (turco). Al parecer, lo único verdaderamente cristiano de la Navidad es Jesús El Cristo y el pesebre, que fue incorporado por San Francisco, con animales vivos y personajes disfrazados, en el año 1224, para imitar la forma en que secelebraba la Navidad en Tierra Santa. Desde esa fecha, muchas casas nobles de Europa empezaron a competir entre ellas para diseñar el mejor pesebre cada año, hasta llegar a excesos verdaderamente surrealistas. Luego, esta costumbre se trasladó a América en donde se incorporaron figurillas de alpacas, cóndores, tapires y caimanes, amén de indios pastores, ángeles negros, ídolos precolombinos, así como chamanes amazónicos o emperadores incas en sustitución de algún Rey Mago, por lo general Gaspar.

A propósito de esto último, Melchor (soberano persa), Gaspar (rey de la India) y Baltasar (jeque de Arabia), fueron "interpretados" por el ecumenismo de la Edad Media, como Melchor (europeo: a caballo), Gaspar (asiático: sobre un camello) y Baltasar (africano: a lomo de elefante) con el propósito de que"cada rey representara a una parte de la Tierra hasta entonces conocida",según señala el antropólogo Segundo Moreno.

De esta manera queda demostrado cómo la Navidad, fiesta especialmente diseñada para ser disfrutada por los niños, es una verdadera mezcolanza de tradiciones, mitos y ceremonias paganas.

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