sábado, 21 de febrero de 2009

MAURICE MARTENOT Y LAS ONDAS MARTENOT


Maurice Martenot (14 de octubre de 1898 – 8 de octubre de 1980), fue un sargento, violonchelista y radiotelegrafista francés, conocido por descubrir en 1928 las ondas que llevan su nombre a partir de la pureza de las vibraciones de los tubos radiales, lo que le llevó a un serie de investigaciones en el campo del sonido y la electrónica.

Las ondas de Martenot es un instrumento electrónico inventado en 1928 por el compositor, ingeniero y cellista francés Maurice Martenot.

El instrumento está formado por un teclado, un altavoz y un generador de baja frecuencia. Las ondas Martenot es un instrumento monofónico, es decir que no produce notas simultáneas. Cuando se presiona una tecla sólo puede producirse un único sonido.

Maurice Martenot ofreció la primera demostración de las Ondas Martenot en el Conservatorio de París el 20 de abril de 1928 con una obra de Dmitrios Levidis.

Las ondas Martenot fueron usadas por muchos compositores, entre ellos Olivier Messiaen, que las incluye en Turangalîla-Symphonie, en Trois Petites Liturgies de la Présence Divine y en su ópera Saint-François d'Assise. Otros compositores que han escrito para este instrumento son Pierre Boulez, Edgar Varèse, Darius Milhaud, Arthur Honegger, Maurice Jarre y André Jolivet. Bohuslav Martinů autorizó la adaptación de su "Fantasie" para ondas Martenot cuando concluyó que era difícil interpretarla en el theremín, para el cual había sido originalmente escrita. Bryan Ferry usa este instrumento en el álbum As Time Goes By; Jonny Greenwood de Radiohead también usa este instrumento en varias canciones como "The National Anthem".

El instrumento también fue usado con frecuencia en bandas de sonido de, como en las películas Los Diez Mandamientos (1956) en la secuencia de las plagas, Lawrence de Arabia (1962), Billion Dollar Brain (1967), Amélie (2001), y Bodysong (2003).

Bastante escueta la información desde la Wikipedia, pero con algunos datos interesantes.

A continuación se repiten algunos conceptos pero todo sea por mantener la escencia del siguiente articulo de Audición y Apreciación Musical.

El primer instrumento eléctrico fue inventado por el estadounidense Thaddeus Cahill -entre 1895 y 1906, y se llamaba telharmonium. Haciendo girar unos polígonos de metal en campos magnéticos, Cahill producía corrientes eléctricas de distintas frecuencias que luego hacía pasar por bocinas de teléfono. El telharmonium era un instrumento poco práctico porque, además de pesar varias toneladas, producía un sonido muy débil que podía ser afectado incluso por el carraspeo del público en la sala de conciertos.

En 1920 el físico y músico ruso Leon Theremin inventó el primer instrumento electrónico que ha sobrevivido hasta nuestros días. Inspirado por la atmósfera de renovación que reinaba en la Rusia revolucionaria, Theremin se propuso inventar un instrumento nuevo que no se tocara mecánicamente como el piano o el violín.

Para 1920 ya había circuitos electrónicos sencillos, llamados osciladores, que generaban ondas senoidales, cuadradas, triangulares y en forma de diente de sierra. El theremin consta de dos osciladores que producen ondas de frecuencias superiores a las que pueden percibir nuestros oídos. Las ondas de los dos osciladores interfieren y dan lugar a ondas audibles. El tono se controla moviendo las manos alrededor de unas antenas, sin hacer contacto físico con el instrumento.

El theremin, empero, es un instrumento difícil de tocar. Igual que sucede con el violín, que no tiene trastes como la guitarra, producir una nota precisa requiere mucha práctica, y sobre todo buen tino. Maurice Martenot obvió esta dificultad en 1928 al construir un nuevo instrumento electrónico, conocido como ondas Martenot. El instrumento está formado por un teclado, un altavoz y un generador de baja frecuencia. Las ondas Martenot es un instrumento monofónico, es decir que no produce notas simultáneas. Cuando se presiona una tecla sólo puede producirse un único sonido.

El oscilador de las ondas Martenot genera ondas en forma de diente de sierra que se controla por medio de un teclado convencional y un alambre. El teclado permite producir notas precisas sin dificultad. Tirando del alambre, el intérprete puede hacer subir o bajar el tono en gamas continuas.

Al concluir la Primera Guerra Mundial, Maurice Martenot (1898-1980), un sargento violonchelista y radiotelegrafista, descubrió la pureza de las vibraciones de los tubos radiales, un reciente invento de la época, lo que le llevó a un serie de investigaciones en el campo del sonido y la electrónica.

En 1923, Martenot conoció al diseñador ruso del Theremin, que había afrancesado su nombre como Leon Termen, encuentro que le condujo a diseñar un instrumento basado en las ideas de Termen, dando como resultado un primer modelo, las “Ondas Martenot”, presentado en la Ópera de París y patentado el 2 de abril de 1928 bajo el nombre de “Perfeccionamientos para los instrumentos musicales eléctricos”. Su objetivo era crear un instrumento electrónico versátil que fuese familiar a los músicos de la orquesta.

Las primeras versiones no se parecían en nada a los posteriores últimos modelos, y consistían de dos tablas controladas por el intérprete, quien manipulaba una cuerda adjunta a una anillo en el dedo, aprovechando la capacidad de los cuerpos para controlar el sonido de manera similar al Theremin, pero las versiones posteriores usaban un teclado convencional. Es monofónico, produce un sonido cristalino y se compone del teclado y una tira o pedal que controla el glissando y el vibrato.

También posee un banco de claves de expresión que permiten al ejecutante, con su mano izquierda, cambiar el timbre, los ataques, los armónicos de los sonidos, etc.. En 1938 se introdujo la afinación microtonal, al estilo de la música hindú, como especificara el poeta Rabindranath Tagore y el músico Alain Danielou.

Poco a poco, las Ondas Martenot se convirtieron en el primer instrumento electrónico exitoso y el único de su generación que es empleado en la actualidad. Martenot se convirtió, veinte años después de su invención, en profesor en el Conservatorio de París de su propio instrumento. Su aceptación fue inmediata y a lo largo de los años ha sido receptor de un gran número de obras para o con Ondas Martenot: Edgard Varèse, Olivier Messiaen ("Sinfonía Turangalîla” o "Trois Petites Liturgies de la Presence Divine”, entre otras), Darius Milhaud, Arthur Honegger, Maurice Jarre, Jolivet y Koechlin. Bohuslav Martinů autorizó la adaptación de su "Fantasie" para ondas Martenot, oboe, piano y cuarteto de cuerda cuando concluyó que era difícil interpretarla en el theremin, para el cual había sido originalmente escrita.

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