viernes, 13 de febrero de 2009

LOS PERSONAJES DE LA TREGUA


Martín Santomé

I

Todo lo contrario


Colecciono pronósticos
anuncios y matices
y signos
y sospechas
y señales

imagino proyectos de promesas
quisiera no perderme
un solo indicio

ayer
sin ir más lejos
ese ayer que empezó siendo aciago
se convirtió en buen día
a las nueve y catorce
cuando vos
inocente
dijiste así al pasar
que no hallabas factible
la pareja
la pareja de amor
naturalmente

no vacilé un segundo
me aferré a ese dictamen

porque vos y yo somos
la despareja.


II

Táctica y estrategia


Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos

mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple

mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.


III

Todo verdor


Todo verdor perecerá
dijo la voz de la escritura
como siempre
implacable

pero también es cierto
que cualquier verdor nuevo
no podría existir
si no hubiera cumplido su ciclo
el verdor perecido

de ahí que nuestro verdor
esa conjunción un poco extraña
de tu primavera
y de mi otoño
seguramente repercute en otros
enseña a otros
ayuda a que otros
rescaten su verdor

por eso
aunque las escrituras
no lo digan
todo verdor
renacerá.


IV

Viceversa


Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte

tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte

tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte

o sea
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.


V

Mucho más grave


Todas las parcelas de mi vida tienen algo tuyo
y eso en verdad no es nada extraordinario
vos lo sabes tan objetivamente como yo.
Sin embargo hay algo que quisiera aclararte,
cuando digo todas las parcelas,
no me refiero solo a esto de ahora,
a esto de esperarte y aleluya encontrarte,
y carajo perderte,
y volverte a encontrar,
y ojalá nada mas.
No me refiero a que de pronto digas, voy a llorar
y yo con un discreto nudo en la garganta, bueno llora.
Y que un lindo aguacero invisible nos ampare
y quizás por eso salga enseguida el sol.
Ni me refiero a solo a que día tras día,
aumente el stock de nuestras pequeñas y decisivas complicidades,
o que yo pueda creerme que puedo convertir mis reveses en victorias,
o me hagas el tierno regalo de tu más reciente desesperación.

No.
La cosa es muchisimo mas grave.

Cuando digo todas las parcelas
quiero decir que además de ese dulce cataclismo,
también estas reescribiendo mi infancia,
esa edad en que uno dice cosas adultas y solemnes
y los solemnes adultos las celebran,
y vos en cambio sabes que eso no sirve.
Quiero decir que estas rearmando mi adolescencia,
ese tiempo en que fui un viejo cargado de recelos,
y vos sabes en cambio extraer de ese páramo,
mi germen de alegría y regarlo mirándolo.

Quiero decir que estas sacudiendo mi juventud,
ese cántaro que nadie tomó nunca en sus manos,
esa sombra que nadie arrimo a su sombra,
y vos en cambio sabes estremecerla
hasta que empiecen a caer las hojas secas,
y quede la armazón de mi verdad sin proezas.

Quiero decir que estas abrazando mi madurez
esta mezcla de estupor y experiencia,
este extraño confín de angustia y nieve,
esta bujía que ilumina la muerte,
este precipicio de la pobre vida.

Como ves es más grave,
Muchisimo más grave,
Porque con estas o con otras palabras,
quiero decir que no sos tan solo,
la querida muchacha que sos,
sino también las espléndidas o cautelosas mujeres
que quise o quiero.

Por que gracias a vos he descubierto,
(dirás que ya era hora y con razón),
que el amor es una bahía linda y generosa,
que se ilumina y se oscurece,
según venga la vida,
una bahía donde los barcos llegan y se van,
llegan con pájaros y augurios,
y se van con sirenas y nubarrones.
Una bahía linda y generosa,
Donde los barcos llegan y se van
Pero vos,
Por favor,
No te vayas.


Laura Avellaneda

Última noción de Laura

(a Ana María Picchio)


Usted martín santomé no sabe
cómo querría tener yo ahora
todo el tiempo del mundo para quererlo
pero no voy a convocarlo junto a mí
ya que aún en el caso de que no estuviera
todavía muriéndome
entonces moriría
sólo de aproximarme a su tristeza

usted martín santomé no sabe
cuánto he luchado por seguir viviendo
cómo he querido vivir para vivirlo
pero debo ser floja incitadora de vida
porque me estoy muriendo santomé

usted claro no sabe
ya que nunca lo he dicho
ni siquiera
esas noches en que usted me descubre
con sus manos incrédulas y libres
usted no sabe cómo yo valoro
su sencillo coraje de quererme

usted martín santomé no sabe
y sé que no lo sabe
porque he visto sus ojos
despejando
la incógnita del miedo

no sabe que no es viejo
que no podría serlo
en todo caso allá usted con sus años
yo estoy segura de quererlo así

usted martín santomé no sabe
qué bien qué lindo dice
avellaneda
de algún modo ha inventado
mi nombre con su amor

usted es la respuesta que yo esperaba
a una pregunta que nunca he formulado
usted es mi hombre
y yo la que abandono
usted es mi hombre
y yo la que flaqueo

usted martín santomé no sabe
al menos no lo sabe en esta espera
qué triste es ver cerrarse la alegría
sin previo aviso
de un brutal protazo

es raro
pero siento
que me voy alejando
de usted y de mí
que estábamos tan cerca
de mí y de usted

quizá porque vivir es eso
es estar cerca
y yo me estoy muriendo
santomé
no sabe usted
qué oscura
qué lejos
qué callada
usted
martín
martín cómo era
los nombres se me caen
yo misma estoy cayendo

usted de todos modos
no sabe ni imagina
qué sola va a quedar
mi muerte
sin
su
vi
da.


Mario Benedetti


La tregua es una novela de Mario Benedetti escrita en 1960 y situada en Montevideo, Uruguay.

Estructura narrativa

Toda la novela está escrita en forma de diario. Relatando un breve periodo de la vida de un empleado viudo, cercano a jubilarse, cuya vida se divide entre una aburrida rutina. Cuando aparece la relación amorosa...


Sinopsis

La novela se desarrolla en la ciudad uruguaya de Montevideo, de febrero de 1958 a marzo de 1959.

Martín Santomé (kaos DC FK) es un hombre viudo de 49 años que esta a punto de jubilarse y tiene en su vida un momento de "tregua". Su relación con sus 3 hijos ya mayores no es muy buena a causa de su obsesión por el trabajo. Martin comienza un romance con Laura Avellaneda, una joven de 24 años que entra a trabajar en su empresa, como una subordinada. Poco a poco la relación entre ellos va aumentando hasta que viven juntos en un apartamento, al paso del tiempo, Martin decide pedirle matrimonio cuando Laura a causa de una gripe deja de acudir a la oficina. Desgraciadamente Laura muere y Martin regresa a su vida aburrida y monótona de después de su fallecimiento.


Personajes

Martín Santomé

El personaje principal es Martín Santomé, un hombre maduro de 49 años, que trabaja en una compañía de repuestos, en el área de finanzas. Ya cerca de su jubilación se enamora de su empleada Laura Avellaneda y con ella convive el momento de "tregua" al cual hace mención el libro.


Laura Avellaneda

Es una joven, de rasgos suaves y ojos serenos, nariz fina, de pelo color negro y piel muy clara. Psicológicamente es decidida, segura de sí misma y de lo que quiere, es inteligente trabajadora, amorosa y entregada.


Blanca

Hija de Martín Santomé. Mantiene una relación sentimental con Diego y cuando conoce a Laura se hacen amigas. Mantiene una relación estrecha con Santomé en comparación con sus 2 hermanos.


Jaime

Hijo de Martín Santomé. Constantemente discute con su padre y con su hermano Esteban. Después se revela que es homosexual y se va de la casa dejando una nota agresiva contra su padre.


Esteban

Hijo de Martín Santomé. Constantemente discute con su padre y con su hermano Jaime. No tiene relación estrecha con su padre excepto cuando cae enfermo y su padre lo visita a su cuarto.


Isabel

Fue la esposa de Martín Santomé hasta que ella murió (cuando estaba dando luz a Jaime ella sufrió de un ataque de eclampsia y murió horas despes), quedando viudo a Martin. Constantemente él la recuerda y la compara con Laura Avellaneda, su nueva mujer.

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